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Christmas Day.
Abrí los ojos, la música navideña invadió mis oídos, la risa de mis padres y tío solo nos decía una cosa, es...
— ¡Feliz Navidad! — Val saltó a mi cama haciéndome saltar un poco.
Tomé mis sábanas y volví a taparme, era navidad pero también era mi último día en casa.
— ¡Sav despierta! — Gritó Lind. — Tenemos un problema.
— Con todo lo de los retos, hemos olvidado comprar los regalos de navidad. — Dijo Melany.
Abrí los ojos rápidamente y salí debajo las sábanas y todas y cada una de mis primas estaban mirándome atentamente.
— ¿Qué? — Pregunté.
— Nada. — Val rió y las demás la siguieron.
Me levanté de la cama y corrí al espejo, había un miembro mal dibujado en mi mejilla izquierda y más arriba decía Ryder estuvo aquí.
Salí de la habitación hecha furia hasta la habitación de mi hermano donde dormían todos ellos.
Ryder reía desde el sillón y cuando me vio se calló rápidamente.
— ¿Quieres explicarme esto? — Gruñí enseñándole mi mejilla izquierda.
— Solo marcaba mi territorio. — El se encogió de hombros y todos mis primos se echaron a reír.
— ¡Voy a matarte!
— Ay no. — Dijo y se levantó antes de que lo atrapara y me sentó en el sillón sosteniendo mis manos.
Forcé para soltarme pero él se subió encima de mí y me prohibió moverme.
— Feliz navidad voladora. — Dijo besándome mi mejilla.
— Estoy enojada todavía.
— Lo sé, lo sé, pero... te encantará tu regalo de navidad.
— Aún sigo enojada.
— ¡Todos fuera de sus habitaciones, es navidad y tendremos un desayuno familiar! — Gritó mi madre por el pasillo.
Ryder me dejo libre y me levanté del sofá arreglando mi cabello.
— Eres tan hermosa, mi amor. — Dijo recostándose en el sofá.
Traté de no sonreír mirando a todos lados en la habitación.
— ¡Dios! Si que son cursis. — Dijo Stefan saliendo de la habitación.
Lo seguí fuera de la habitación y me encerré en el baño, lo primero que hice fue lavar mi cara y luego todo lo demás.
***
Habíamos caminado por tres horas en el centro comercial buscando regalos para la familia, habían conseguido casi todos solo me faltaba uno de los mas importantes.
Ryder.
Pero él parecía no querer soltar mi mano en ningún momento y eso me frustraba además de que tampoco tenía algo mente para comprar.
Él tenía todo lo que quería o sea ¿Que podía darle yo que realmente valga la pena?
— ¡Lo tengo todo! Les encantará sus regalos. — Dijo Val toda emocionada.
— Oye Ryder ¿Me acompañas a comprar lencería para las chicas? — Dijo Markus.
— Claro que sí. — Besó mi mejilla y desapareció con mis primos.
Suspiré al fin podía ir en busca de algo para Ryder.
— ¿Que sucede? — Me preguntó Lind.
— No tengo un regalo para Ryder.
— Auch. — Dijo Melany al escucharme.
— Exacto, auch. — Dije.
— Ya algo ten vendrá a la mente, vayamos a seguir buscando tiendas.
Después de toda una agotadora tarde caminando en el centro comercial, por fin encontré algo, no creo que sea el mejor regalo del mundo que una novia puede regalar pero es mejor que aparecer con nada.
Estaba preparándome en mi habitación para la fiesta de esta noche, hice mi cabello un lindo moño ya que mi vestido tenía la espalda descubierta.
Todas la chicas habían terminado de arreglarse y ya se encontraban saliendo emocionadas de la habitación.
Salí tras ellas y todos estaban reunidos abajo hasta parece que habían mas personas de lo normal.
Y en realidad si habían mas personas, habían algunos vecinos y familiares lejanos.
Había música navideña y en alguno que otro momento los que sabían cantar de la familia cantaban villancicos.
Los que resultaban ser mayores pero no tanto para estar con los adultos no encontrábamos en el jardín trasero hablando de recuerdo de nosotros lo cual por un lado si era bastante divertido recordar.
— Estas preciosa con ese vestido. — Dijo Ryder en mi oído, estaba sentada sobre sus piernas y sus manos descansaban en mi espalda desnuda.
— Tu estás perfecto. — Dije dándole un pequeño beso en los labios.
— No es por molestar, pero, eso de allí ¿No son Connor y Zoe? — Dijo Val y todos llevaron su cabeza a donde señalaba, que era justo debajo del árbol que Zoe suele recurrir ¡Y se estaban besando!
— ¡Hasta que por fin, joder! — Exclamó Lind.
Todos se echaron a reír y dejaron de mirar para darles mas privacidad.
— ¿Quien quiere ya su regalo? — Gritó mamá. — ¡Vamos, entren!
Todos se levantaron rápidamente hasta llegar dentro y acomodarnos en el suave sofá de la sala.
Todos empezaron a entregar su regalos, lo cual me parecía muy emocionante.
Val me regaló unas bragas personalizadas donde justamente delante esta el nombre de Ryder ¡Oh por Dios! Lindsay me regaló cupones para cenar gratis en Carlos Jr., Melany me dio aretes de piedra larimar, Markus efectivamente compró lencería y nos dio una a cada una de diferente color y Stefan nos regaló a todas el mismo anillo.
Hannah entregó esmalte de uñas de diferente color, pero el regalo que mas me sorprendió fue el de mi tía Melissa que fue una caja de condones, que eficiente.
— Feliz navidad hermosa. — Ryder me abrazó por la cintura y dio un beso en mi mejilla para entregarme una pequeña caja de regalo.
Sonreí y abrí la caja rápidamente, había un collar de oro donde le adornaba perfectamente una R en el centro.
Lo abracé fuertemente ¡Me encantaba!
— Creo que pensamos igual. — Le susurre sonriendo y le entregué su regalo donde dentro había un collar de plata bastante masculino donde decía "Sav".
El sonrió y levantó una ceja.
— Creo que tu regalo es mucho mejor que el mío. — Dijo y reí.
— Feliz navidad mi cielo. — Mamá interrumpió en el momento y dio una caja roja. — Y para ti Ryder. — Le entregó otra caja azul.
— Gracias señora Jayden.
— ¿Hasta cuando lo de señora? Soy una mujer joven. — Dijo riendo y siguiendo su camino.
Abrí la caja y había un suéter rojo con letras verdes donde decía "Savannah" en letras grandes, Ryder tenía el mismo suéter solo que él de el tenía su nombre.
— Vale, cuando tengamos una cita, debemos ponernos estos. — Dijo Ryder sonriendo.
— ¿Me estás invitando a una cita? — Levanté una ceja.
— Eso creo. — se rascó la nuca.
— Pues bien, acepto.
— Es nuestra segunda cita formal. — Dijo sonriente.
— Ah ¿En serio? — Me hice la desentendida, pero estaba feliz de que lo recordara. — Lo había olvidado.
El levantó una ceja y se cruzó de brazos.
— ¿Olvidado? ¡Por Dios Sav! Si eres la chica más romántica del mundo.
+
Creo que he perdido, si, exactamente he perdido, ¿Alerta mujeriego? Se acabó la alerta, ya no existe ningún mujeriego, al menos ya no en mi instituto.
Pd: No soy ninguna romántica, solo me gustan los pequeños detalles ¡No es lo mismo!
Recibí varios comentarios rápidamente al completar mi publicación, y muchos, el cien por ciento, era negativo.
Giapiamia: Los mujeriegos nunca cambian, ni cuando se enamoran, seguid con tu lista.
Hollybae: Me hice amiga del mujeriego, y al parecer está funcionando, a parte de que es divertido salir con ellos.
Bananapapaya: ¡Estoy en una grave alerta de mujeriegos! ¡Son dos! ¡Y son hermanos! ¡Y uno de ellos me agrada! ¡y el otro me odia! ¿QUE HAGO?
Hillygill: ¿Perdido? ¿que? ¿Un mujeriego pudo contigo? Se nota que tu blog es una perdida de tiempo, me pasó igual, creí que se había enamorado, déjame decirte que no amiga, un día se va a cansar y te dejará, ¡Reacciona antes de que suceda!
Apagué mi teléfono y miré a Ryder al lado de mí, hace algunas horas nos despedimos de toda la familia para coger un vuelo devuelta a casa, mas bien antes nos quedaba visitar a la tía Ronnie.
Mordí mi labio y miré a Ryder que estaba muy pendiente de la película, sonreí, realmente confiaba en él, no tenía ningún motivo porque desconfiar.
Miré la cadena con mi nombre en su cuello y me sonroje, desde el día que se la obsequie nunca se la había quitado.
Espero que sea un buen fin de semana con la tía Ronnie.
Ni siquiera sé porqué le digo tía, ¡No es mi tía!
**
Odienme, si me lo merezco.
PERO ADIVINEN QUE? VOLVÍ, y esta vez para quedarme, ok, soy muy emocional, sorry not sorry, desaparecí porqué tenía un no se qué y ánimos de nada, pero ya... volví y voy a retomar mis novelas, y publicaré nuevas pronto.
Gracias por seguir leyendo la novela y estar ahí aún a pesar de mi escapada.
Las quiero x♥
no me odien tanto.