07

51 10 2
                                    

Narrador omnisciente

Al parecer James era cliente frecuente de ese bar, los meseros y la chica de la barra lo ubicaban a la perfección.

- James ¿En dónde te habías metido?.- menciono la chica con sorpresa.

- Marena!!! Había estado fuera pero por nada del mundo me cambiará de bar.- dijo el rubio con entusiasmo.

- Veo que nos trajiste clientes nuevos.- dijo Marena saliendo de atrás de la barra.

- Oh sí! Ellos son Kirk, Lars y Jason.- los presento y ellos saludaron.

- ¿Qué quieren tomar?.- menciono ella acercándose de nuevo a la barra.

- Yo quiero cerveza y para ellos también.- dijo James antes de que los demás hablarán.

- Yo quiero tu número y unos cigarros.- dijo Kirk sonriente recargadose en la barra.

- Bueno, si me das un cigarro pues acepto tu propuesta del número.- mencionó Marena mientras servía las cervezas y también le entregaba los cigarros al rizado.

Los chicos se dirigieron a una mesa en el centro del bar, estaba casi vacío sí no fuera por ellos y una pareja que estaba en el rincón.
Al parecer, cantar en el auto ayudo con la confianza y todo fluyó de lo mejor.

-¿Qué quieres de nosotros?.- menciono Lars.

- Yo se que no he sido la mejor persona con ustedes y sí voy a estar en Italia viviendo casi con ustedes, que mejor que tener amigos con los cuales salir y conocernos.- mencionó James viendo de reojo a Jason.

- Bueno, aceptamos tu propuesta pero si llegas a hacernos algo, te juro que yo mismo te corto ese cabello que tanto amas.- dijo Kirk mientras estrechaba su mano.

- Regálame un cigarro.- dijo Jason.

- Aquí tienes.- dijo Kirk encendiendo el cigarrillo de Jason.

Jason salió del bar porque algo lo hizo sentirse mal, tal vez la canción o simplemente aún estaba nervioso por estar con James.

Jason •

Todo estaba estupendamente bien pero esa canción me jode mucho.
Me recuerda a las terapias con el psicólogo y también el proceso de desintoxicación por el que pase, yo no sé cómo fui capaz de hacerme tanto daño por dos personas que creí que me amaban incondicionalmente.

Para mi buena suerte pude coincidir con Lars, Kirk y también con James, hay algo en él que me da confianza y me hace sentir bien el hecho de verlo.
De menos ya tengo un paso hecho, somos amigos y creo que su iniciativa me ahorro el proceso de hablarle porque no soy muy bueno acercándome a las personas aunque mamá diga los contrario.
Mis pensamientos se estaban calmando hasta que sentí algo tocando mi hombro.

- ¿Puedo acompañarte?.- James estaba atrás de mi cómo sin nada.

- Claro, no tengo problema.- di una fumada a mi cigarro y sonreí a lo que él correspondió.

- Y ¿Cuánto tiempo piensas quedarte aquí?.- James sonreía y fumaba.

- Posiblemente hasta mis últimos días, no pienso mudarme a otro sitio ¿Y tú?.- respondí con seguridad.

- Yo solo estoy aquí por unos meses salvó que alguien me detenga por las razones adecuadas.- respondió y se soltó a reír.

- Pensé que vivías en casa de Kirk.- necesito respuestas o al menos una señal.

- Sus padres me dejan quedarme en su sala pero es incómodo estar en el sillón, una amiga de mi papá me dejo usar su casa así que también puedo quedarme en otro lado.- respondió mientras me sonreía y me miraba a los ojos.

- Bueno si algún día necesitas otro lugar pues en casa tengo una habitación.- Newsted cierra tu gran boca ¿Qué acabas de decir?.- le sonreí y quise regresar adentro del bar.

- Si en esas estamos pues algún día puedes ir a visitarme.- respondió él y regresó adentro.

No se que acaba de pasar pero era lo que necesitaba escuchar, tenía mucho sin sentir esta sensación de felicidad y emoción.
Regresé con los chicos solamente a terminar mi cerveza y a ver la emoción de Kirk por conseguir el número de la mesera.

Mystery of Love Where stories live. Discover now