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Alejandra Jeannette Casady y Edward Charles Allan Brock han estado saliendo por aproximadamente un año, la conoció en aquel bar donde solía echarse sus tragos durante sus días libres de trabajo. Fue entonces cuando Ed detuvo sus ojos en ella, en aquel momento llevaba puesta una chamarra con la capucha que la cubría su cabeza recargada sobre una pequeña mesa redonda y de madera, con un vaso de ron en la mano. Algunos cabellos que brotaban del encapuchado se tornaban pelirrojos.
Dos sujetos no tan normales se acercaron a su mesa y comenzaron agredirla. Algo que no le gustó a Brock ya que su trabajo era proteger al indefenso y decidió intervenir.
—Oye, será mejor que abandones este lugar ya que está mesa es nuestra preferida —habló uno de los agresores, era barbón parecido al mismo papá Noel— ¿Que no escuchaste? —cuestionó sin recibir ninguna reacción de la chica—
—Mejor aléjate, esto es entre el muchachito y nosotros —exigió el compañero del barbón—
—MEJOR ESCÚCHENOS AHORA PAR DE BASTARDOS, O ABANDONAN ESTE LUGAR O LES DAREMOS UN PASE GRATIS DIRECTO A NUESTROS COLMILLOS SEGUIDO DEL ESTÓMAGO! —agregó el castaño, pero no sonaba como su voz, el simbionte se adentró a su boca, e hizo salir sus picudos dientes—
Su dura y gruesa voz hizo que los sujetos se tornaran pálidos y abrieran más los ojos, consiguiendo también que se largaran, gritaban que tenía la voz del mismo demonio.
—¿Te encuentras bien? —cuestionó Ed hacia ella— ¿Te hicieron algo esos patanes? —exclamó molesto—
—Estoy bien, gracias —murmuró ella formando una media sonrisa—
Y ahí fue cuando de miraron por primera vez, Brock pasó por varios obstáculos para ganarse a Ale, hasta ahora han permanecido juntos por mucho tiempo gracias al inmenso amor y cariño que tenían ambos. Gracias a ello, Alejandra sintiendo el apoyo de su pareja logró terminar su carrera como arquitecta.
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Eran las cuatro de la tarde, Brock miró hacia su reloj de mano, a esta hora Ale sale de trabajar, se detuvo frente a la entrada del edificio donde se encontraba su oficina para esperarla.
—¿Que tal te fue? —exclamó Brock sujetando su bolso— te ayudaré con eso
—Algo estresada —suspiró Ale— tengo que terminar unos planos para una construcción que realizarán en una semana, y los requieren en dos días, es realmente pesado
—Debe serlo —agregó— Hey ¿Tienes hambre? conozco un lugar en el que podamos cenar, sirven unas langostas muy deliciosas —dijo Eddie tratando de levantarle el ánimo—
