" Monedas de Plata "

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Querido diario:
Hacer el amor con ella fue un error
Tan grande como no colocar "H"
A la palabra horror
Deja que te cuente como trate de alcanzar el sol
Y sólo fui una tonta como Ícaro.

La noche se inundó por las estrellas que bailaban al compás en el cielo oscuro, mientras como un rinoceronte corrí a apagar la fogata sabiendo que si lo hacía caería con ella, demonios pero en lugar de hacerlo soplé y las llamas me envolvieron, apagando el frío del invierno un par de minutos, después todo era azul sus labios, sus cabellos, sus uñas y lo peor tenía matices en gris que envolvían sus sueños, el único ser por la cual había cometido un acto "la locura" de abandonarlo todo, la comodidad que las riquezas podrían ofrecer, mis amados amigos e inclusive corté lazos con algunos familiares y al último decidió que el morado no era para ella.

¿Me amaba?, yo no lo sabía ya que mi temor me hacía creer no ser digna a sus ojos, ¿cómo podría hacerlo? cuando todo lo que hacía era preguntar por otros, ella es una líder en más de un sentido, demonios gobernó la escuela y con ello la nación siendo un "Presidente estudiantil" claro no agreguemos el hecho que lidera a los "cien devoradores".Mientras yo un simple mortal ofrecía lealtad, un simple humano que le había acompañado en cada una de sus batallas, y como un guerrero postrándome a sus pies al estilo de una esfinge encomendada a proteger su amado acuario.

Todos esos recuerdos los guardé de forma vivida en mi memoria y con delicadeza al igual que un lapidario que labra sus piedras preciosas.No dejaba ni un segundo de pensar en mi amada Eurodise.

Dicen que todos los genios tienen una musa y es la mía, mí amada afrodita que riega con mi sangre sus amados lirios blancos, mi amada diosa que graba en mi piel su nombre.Narciso si estas por ahí debes estar celoso de que al menos yo si llegue a entregarme a quien amó.

El hijo de Calíope tocaba la lira y hacía descansar el alma de quiénes se reunían a oírlo, yo escucho latir su corazón y siento que mi caja de pandora fue purificada de sus males.

Su sueño generalmente no es pesado, pero en esta ocasión luego de haber jugado todo el día, realmente debería haberse sentido cansada, sabes siempre juzgue a Adán y Eva por morder la manzana prohibida, ahora que sentí la tentación en carne y hueso me atribuyó al ser uno más de la manada que va al mundo de las tinieblas, mi pecado tocar sus costillas como si se tratase de un Xilófono sabiendo que esta entregada a los brazos de Morfeo.

Este despierta o dormida es hermosa así que decidí probar mi suerte y besar sus carnosos labios a lo cual respondió con una mordida, le dedique una sonrisa juguetona.

Y todo en un pequeño soliloquió

─ Me gustas Igarashi Sayaka.─

Al ver sus ojos azules me quede petrificada, suficiente de quedarme varada como los hombres que medusa convirtió en piedra.

─ En que tanto piensas o debo decir escribes.─

─ Yo sería Sísifo y tú serias la roca a la cual este destinada a tratar de alcanzar.─

Demasiado rápido sin embargo logre interceptar la dilatación de sus hermosos océanos.

─ No te entiendo, no me entiendas así que podrías explicármelo.─

Rió cual recién nacido y le ame aún más siendo humanamente imposible.

─ Yo no me quejare porqué si caes lo aré contigo y empezaré cuantas veces sea necesario.─

Sujetó mis mejillas con un tacto de seda, y presencié una imagen que nunca hubiese creído que existía sus mofletes de alabastro teñidas de rosa.

─ Mí adorable niña, creo que cometiste un gran error.─

Abrí mis ojos de golpe al ver como señalaba una palabra en mí diario, susurró en mi oído "no sé dice hacer el amor" alzo el cuello a propósito para que notara "la Mancha amarilla" un vulgar epitafio de otro ser que le alaba.

─ Me devoraste cual jauría de lobos, como el ogro, como Cronos.─

─ Ser devorado de una manera interesante también puede ser divertido.─

Mis propias palabras fueron un ataúd, el mensajero del rey cayendo metafóricamente, está vez no habría torres ni saltos y dolió más que los castigos de la edad media.

─ Lo sé, me recuerdas un poco al siglo de oro.─

Su ceja tupida se levantó en señal de que continuase, mientras yo abrochaba los botones de mi camisa recorrí su cuerpo desnudo y sonreí dos podían jugar este juego.

─ Parecé que no eres tan culta como pareces.─

─ Generalmente lo sabría, hoy siento que estas jugando con cenizas.─

Te explico diario no soy una niña, no soy inocente mucho menos jugaba al azar recuerdas las 6 ultimas palabras del primer párrafo, saque mi billetera y extraje una moneda que cubrí con mi puño.

─ Mi amado judas, realmente debo ser un idiota.─

─ Al menos ya no dejas notas en mi escritorio cada 3 días, antes era lindo y divertido ya no, interpretarlo como gustes.─

Hice erupción en mí garganta, un grito ahogado al menos no llegó a escucharse, abroche los cordones y le tendi una muda de ropa.

Cuando llegó al quinto botón sus sonrisas sardónicas, me hicieron volver del mundo "idealistas románticos", acomode su cabello y como un mayordomo para vestirle, no sin antes haber dejado la moneda de plata en el bolsillo del pantalon.

─ No pensé que el dramaturgo pudiese quedarse cayado.─

─ ¿Porque me enamoré de ti? No lo sé ¿Soy estúpida? tampoco conozco la respuesta.─

Y amigo diario beso mi coronilla, y me negué a jugar sus estúpidas manipulaciones, de por si ya estoy inundada al igual que el Monumento de Yonaguni Jima, que sería de mi si no me abstengo.

─ No preguntarás como fue mi encuentro, ojo tú sabes, no me canso de decir que eres mi pez favorito.─

─ Definitivamente eres una dama de oro, una vil prostituta.─

Me abofeteo tan rápido que no lo vi venir, y como un tonto ciervo quite su mano de mí, le arroje una nota y la moneda de plata, hui sin ver la reacción de sus ojos, ni me detuve ante la mirada interrogativa de su gemelo ni hice caso a los gritos donde me llamaba.

Y Volé demasiado cercas al sol ...
Porque el siervo huyó del cazador...
Y fue entonces que aterrice lejos del mar...

A Mi Amado Presidente Where stories live. Discover now