Atraccion Irresistible

Capitulo 13

Capitulo 13

La expresión de Zayn cambió una vez más, esta vez a una especie de resolución que ella encontró atemorizante.

—No me importa si estabas ebria —pronunció, roncamente—. No me importa si todavía estás enamorada de tu estúpido Ashton. Todo lo que debes hacer es seguir mirándome así y será suficiente.

La boca de Zayn era dura, su beso salvaje. Pero _____ cedió, con una dulce rendición que era mucho más intoxicante que cualquier cantidad de alcohol.

El timbre de la puerta los hizo saltar.

—¿Estás esperando a alguien? —preguntó Zayn.

Los pechos de ambos subían y bajaban con la respiración entrecortada, mientras esperaban en silencio. El timbre sonó de nuevo.

Zayn suspiró.

—Será mejor que abras.
_____ se alisó la falda, antes de volverse a la puerta, esforzándose por poner una expresión que no traicionara su remolino interior. «Un beso», seguía pensando. «Un miserable beso y soy suya…».

Se asombró al encontrar a Peter parado al otro lado de la puerta, con una botella de vino bajo el brazo, y una expresión triunfante y sórdida en la cara.

—¡Hola, _____! —sonrió con satisfacción—. Vengo a decirte que siento mucho que te hayan despedido. Pensé que podríamos beber una copa juntos, y luego, si quieres, podríamos…

Se interrumpió, cuando su mirada vagó sobre el hombro de _____ y sus ojos se dilataron con verdadera sorpresa, al descubrir a Zayn.

—¡Oh… oh, hola, Ashton! —le dijo, claramente confundido—. Pensé que estabas en Nueva York. Bien, me alegra saber que ______ tiene a alguien aquí, en un momento de necesidad. Yo… pues… sólo venía a ofrecerte un hombro donde llorar, pero veo que no lo necesitas. Yo… supongo que es mejor que me vaya. Adiós, ______. Adiós, Ashton.

_______ podía sentir la helada inmovilidad de Zayn detrás de ella, mientras cerraba la puerta y se volvía. Parecía que acabaran de golpearlo en el estómago con un martillo.

—Zayn —indicó ella—, yo…

—No soy sólo parecido a tu ex amante, ¿verdad, _______? -interrumpió con aspereza—. ¡Soy su maldito doble!

_______ cerró los ojos para no ver el dolor de Zayn.

—Casi —admitió, roncamente.

—¡Dios…!

_________ permaneció silenciosa. Tal vez era lo mejor. Al menos ahora él vería que no había esperanzas de una relación verdadera entre ellos y la dejaría en paz. Pues sólo Dios sabía qué sucedería si se quedaba.

¿Pero y si estaba embarazada? ________ hizo a un lado el horrendo pensamiento. Sin duda el destino no podía ser tan perverso.

—Quiero que abras los ojos y me mires, _______—declaró Zayn, con voz glacial—. Quiero que me digas si la razón principal por la que respondiste del modo que lo hiciste, es porque soy la viva imagen de tu ex amante. Tú pensabas que yo era ese Ashton, mientras te hacía el amor, ¿es correcto?
«No». Fue su instantánea y horrorizada reacción. «¡No! ¡No fue así!».

Y sin embargo… Debía haber sido así. ¿Por que si no, qué había sido? ¿Lujuria?

—Estoy esperando, ______ —exigió él, con brusquedad.

—Sí —______ al fin contestó, aunque sus ojos torturados se desviaron de los de Zayn, para mirar el suelo—. Sí…

Él inhaló y exhaló entrecortadamente.

—Estupendo —murmuró—. Estupendo. Lo recordaré la próxima vez que mis emociones amenacen interponerse con mi sentido común. Perdóname si digo que espero no verte nunca más, ______ Roberts. Sin embargo… ¡fuiste una experiencia que sospecho, no se volverá a repetir!

Zayn no miró atrás al salir, cerrando la puerta de golpe.

Un minuto más tarde, _______ recordó algo que desmentía tanto la conclusión de Zayn como la de ella.

Si las respuestas de ella habían sido para Ashton, si su recuerdo de aquella noche estaba confundido por el alcohol, y su placer no fue tan avasallador como pensó, ¿entonces por qué había respondido con tal intensidad al beso de Zayn? ¿Por qué?

Nada tenía sentido.

Pero por otra parte, ya nada tenía sentido para _____. Su mundo entero estaba de cabeza. Ante ella se extendía una desolada negrura, llena de dudas, miedos e inseguridades. Quería con desesperación correr a casa, con su madre, convertirse en niña de nuevo; sin necesitar tomar decisiones, sin responsabilidades…

Pero ya no era una niña. Era una adulta. Una mujer adulta. Debía resolver las cosas ella misma. ______ hizo lo único que podía hacer en esas circunstancias. Se fue a acostar y lloró hasta quedarse dormida.
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