12 Almas Diferentes

Capítulo 5

Una semana más pasó, y todo seguía bien, pero los chicos y chicas desde la mañana habían estado escuchando disparos

En el bosque, arto de estar en su "cautiverio", Alexis se encargaba de matar a los mapaches que veía, ¿como los hacia salir?, había puesto una canasta con cualquier basura, restos de comida, y algo de su propia ropa. 

Y cuando aquellas "bestias infernales" como los habían denominado, se acercaban, el acababa con ellos, Galaxie se encontraba en las escaleras de la entrada de la mansión, viendo como su hermano se deshacía de su locura

Al cabo de un rato todos los demás ya estaba allí, viendo, simplemente viendo sin hacer nada

- ¿Tiene problemas de mapaches en su casa? - Dijo Cristal con una voz de promotora

- ¿Y no sabe que hacer con ellos? - Le siguió Aurora

- Llame a Alexis Pólux - Siguió Marco

- ¡Y deje de preocuparse por aquellas bestias! - Siguió Milo

- ¡Llame ya! - Dijeron los cuatro al unísono

Todos se echaron a reír, los locas ocurrencias de algunos siempre hacían de los peores momentos, los mejores

Había muchos cadáveres de mapaches al rededor de la canasta pero seguían llegando. De un momento a otro, Alexis cayó del árbol de donde estaba (Para que los animales no huyan cuando lo vean) con varios mapaches sobre él, mordiendolo, estiradonle el cabello y arañandolo 

- ¡Sigue mordiendole, mopache de la izquierda! - apoyaba Galaxie riendo de las desgracias de su hermano

Se escucharon unos disparos y los animales que atacaban a Alexis cayeron muertos, y una Buria corría a ayudar al chico, ya que tenía varias cortadas, mordeduras y raspones

- Gracias a todos, por ayudarme - Dijo el chico con tono sarcástico, rodando los ojos 

Buria y Alexis entraron a la mansión y se dirigieron a la habitación de la chica para que ella limpiara las heridas del chico.
Todos se quedaron mirando sorprendidos el lugar en donde ambos habían desaparecido 

- ¿Me perdí de algo? - Preguntó Arturo

- Al parecer... Nos perdimos de todo - Respondió Angelo

- Tengo una gata de cuñada, eso es raro - Dijo Galaxie, y ante eso todos rieron

- La lógica de cualquiera es sacar conclusiones rápidamente cuando se debería investigar primero, pero aquí, dudo que haya algo que investigar - Dijo Rose

- Hay algo entre ellos, ya varias veces uno defiende al otro o se los encuentra juntos, Galaxie, encargarte de sacarle alguna información a tu hermano ¿okay? - Pregunto Scarlett y la mencionada asintió - Hay que estar seguros de las cosas

- Parecen viejas chismosas - Rió Milo

- Ser chismosa y ser curiosa es algo totalmente diferente, Milo, así que cuida bien tus palabras - Scarlett lo fulminó con la mirada

- ¿Es una amenaza? - Él sonrió de lado levantando una ceja

- Si, ¿Algún problema con eso? - Ella golpeó el pecho del chico con su dedo índice

- Me estas amenazando a mi, claro que es un problema - Ambos se desafíaban con la mirada

- ¿Harán que Milett sea real? - Pregunto Rose con una sonrisa burlona y tanto Milo como Scarlett la miraron mal

- ¡No! ¡Jamás! ¡De ninguna manera! - Dijeron ambos al mismo tiempo

- ¡Pero si hasta piensan lo mismo y hablan en coro! - Se burló Marco

- Ustedes tres ya tienen un lugar en mi lista negra - Dijo la rubia y se fué echando chispas

- Mejor ve a calmar a tu novia amigo - Se burló Luca

- ¡No es mi novia, maldita sea! - El también se fue

Todos los que quedaban allí rieron, las bromas jamás pasaron de moda desde lo que pasó en la cocina entre ellos. Rose sospechaba que a su amiga le gustaba Milo, por que cada vez que ambos se discutían, ella sonreía, y la de piscis sospechaba que era porque tenía su atención, no porque ganaba la discusión, pero también lo dudaba ya que había veces en que la rubia perdía la paciencia e intentaba matar al chico

Rose volvió adentro y se dirigió a la habitación de su amiga para ver como estaba, cuando tocó la puerta vió como la hoja de un cuchillo atravesaba la madera de la puerta

- Pasa - Escuchó la voz de su amiga y entró

- A veces pienso que quieres matarme

- A veces quiero matarte - aseguró la rubia y tiró otro cuchillo

- ¿Quien es la puerta?

- Marco, Milo y tu - Volvió a tirar otro cuchillo y fue a recogerlo junto con los otros que tiró

- Era solo una broma Lett, deja de enfadarte tanto - La menor sonrió

- A ti no te gustará que te humille frente a todos diciendo que te gusta Valentine ¿no? - Levantó una ceja y la menor desvío la mirada 

- A ti ni siquiera te gusta Milo, por eso es divertido molestarte, pero sin embargo a mi si me gusta Val - Abrazó la almohada que estaba en la cama de la rubia

- No te preocupes Fresita... algun día notará tu existencia - Se burló la mayor

- Que mucho - Dijo ella rodando los ojos y la rubia rió

- Vuelve a tu habitación antes que te convierta en mi puerta - Tiro otro cuchillo con una sonrisa en su rostro

Rose se encogió de hombros y salió

(...)

- Buria, duele, déjame ya - Se quejaba Alexis mientras la pelirroja limpiaba las heridas del chico

- Deja de quejarte, si no hago esto, tus heridas se infectaran ¿quieres eso? - el guardó silencio y ella continuó con lo que estaba haciendo hasta que acabó - Listo, ya estas

- Gracias - Dijo poniéndose nuevamente su camiseta (ya que tenía heridas en su espalda y hombros) mirando a la chica

- De nada - ella sonrió y guardo nuevamente su kit de primeros auxilios

- ¿Sabías que todos piensan que somos algo más? - Dijo de repente en chico

- Que tontos - Dijo ella tomando las mejillas del chico - Somos mucho más que más - Plantó un beso en los labios de su novio

Para algunos sería poco tiempo conocer a una persona dos meses y dos semanas para ser su novio o novia, pero, ¿Nadie se preguntó si antes ya se conocían?. Alexis y Buria se habían conocido un año antes de que pasara todo lo que pasó. Habían tenido que trabajar juntos para acabar con alguien, desde allí ambos comenzaron a hablar y se volvieron amigos, ni siquiera Galaxie sabia eso

- Mis sospechas son ciertas- Susurró Galaxie mirando a su hermano y a Buria a través del cerrojo de la puerta

- ¿Sabías que está mal espiar a la gente? - Ella se sobresaltó al escuchar la voz de Marco en un susurro cerca de su oído

- Si, lo sé - ella sonrió - Pero ¿a quien le importa realmente? - Él sonrió de vuelta negando

- No tienes remedio

(...)

- Aún no es tiempo de llevar a cabo el plan, es muy pronto

- ¿Cuando lo haremos entonces?

- Cuando menos se lo esperen, por ahora, hay que tener paciencia y esperar a que todo salga de acuerdo al plan

- Eso espero, ojalá todo salga bien