44. Perro pulgoso cae en la cama

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— James, cálmate —Interrumpió Remus— Te prometo, en mi honor de Merodeador, que no me gusta Lily.

— ¿De verdad?

— Sí, idiota —Sirius sonaba exasperado— Ha estado evitándola toda la semana. ¿Dónde habías estado?

Hubo otro silencio antes de que James exclamará: — ¡Oh, no!

— ¿Ahora qué? —Sirius preguntó con sufrimiento.

— Ella gusta de Remus, ¿no es así? ¡Por eso te estaba acosando! Y no querías contarme para proteger mis sentimientos.

— ¿Qué? —Sirius y Remus estaban incrédulos.

No, James —Remus empezó pacientemente— Puedo garantizarte el que no le gusto a Lily.

— ¿Cómo lo sabes?

— Porque ella sabe quién me gusta, ¿bien?

— ¿Qué? ¿Quién? ¿Por qué lo sabe ella y yo no?

— No se lo dije, tonto, ella lo adivinó. ¿Por qué crees que la estoy evitando? No deja de fastidiarme al respecto. Y antes de que lo preguntes, no planeo decírselos. Me gusta conservar algunos de mis secretos.

— Ella es bastante buena en adivinar cosas sobre la gente —Sirius dijo con mal humor— Lo peor es que suele estar usualmente en lo correcto. Apuesto a que es una presumida.

— ¿Qué? —James corrió su cortina y convocó un encantamiento lumos. Remus, quien había olvidado cerrar sus cortinas de tanta felicidad, parpadeó ante la repentina luz— ¿Qué adivinó ella sobre ti, Black? —Demandó James— ¿Qué está sucediendo aquí? ¿Por qué siento que me estoy perdiendo algo?

— Sí —Peter lo apoyó— Igual yo.

— Sí —Remus intentó disimular— ¿Qué es un presumido?

— Alguien que presume el estar bien todo el tiempo —Sirius elaboró.

— Yo tengo razón todo el tiempo.

— Ah, pero tú no presumes sobre ello.

— ¿Pueden dejar de cambiar el tema? —James exigió— ¿Qué ha descubierto Lily sobre ustedes?

— No de mí —Peter aclaró.

— Ella realmente no ha hablado conmigo —Dijo Sirius— La atrapé en la biblioteca y la obligué a decirme algo.

— ¿Por qué?

— Porque quería ayuda con el secreto de Remus —Sirius explicó— Y ella no deseaba ayudarme. Al contrario, se puso supremamente ponzoñosa y empezó a decir cosas sobre mis sentimientos y eso. Fue horrible. No pienso que vayas a ganar mucho con ella, amigo. Deberías elegir a alguien más accesible y menos presumida. Mi padre dice que nunca debes casarte con una mujer que siempre tenga la razón.

— Pero tú nunca le haces caso, ¿cierto? —Remus cuestionó, solo para estar seguro.

— Nope —Sirius abrió sus cortinas y Remus vio como le guiñó un ojo bajo la tenue luz de la varita de James— Nunca lo he hecho, jamás lo haré. Pero es diferente con Evans. Ella da miedo.

— Ella es asombrosa —James replicó— Deja de ser malo con ella.

— Solo dices eso porque estás idiotizado —Sirius repuso.

— Algún día, tú estarás idiotizado también y sabrás cómo se siente.

— Estaré idiotizado por alguien que también esté idiotizado por mí —Declaró Sirius.

Convocando sombras de LunaWhere stories live. Discover now