El comienzo II

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~te necesito...¿Podrias estar siempre a mi lado? ~

Sus palabras llegaron a su corazon y de su corazon unas lagrimas salieron. Se sentia plena ante esas palabras se sentia viva

-yo Ivet Altair, juro en nombre de la Diosa Aria, proteger y servir a Elliot Castre, con todo mi corazon para siempre y por siempre, ante la eternidad y la adversidad, Mi nombre es sagrado y te lo otorgo a ti-

Junto sus manos en simbolo de una oracion, ante tal juramente un brillo salió, uno que se podria confundir con oro y tan puro como la persona misma

-te entrego a ti mi lealtad-

Un juramento magico, que pocas personas pueden hacer, uno que no te permite traicionar aquellas persona y solo se le entrega a alguien al cual confies, es mas conocido entre caballeros de la realeza quienes juran ante su Rey o Reina, pero ante tal convicción algunos le podrian llamar  "sagrado" otros "perdición"
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-*no puedo creer, que tal juramento te llevara a tu infierno Ivet*-

Solto un suspiro mientras en sus manos se encontraba un cuaderno, en el cual estaba apuntando todo lo que ella recordaba de la novela

_Ivet, le recuerdo que la cena esta preparada_

Sus pensamientos fueron interrumpidos, por una criada imprudente, quien se osa a no hacer acto de presencia

-*hay cosas que en la novela no aparecen, una de ellas la cual me sorprende, es como tratan a Ivet Altair. En la novela sale como alguien que es una "santa" por el echo que le fue otorgado poderes magicos, uno de esos poderes era la curacion, la cual nunca en ningun reino se habia manifestado, mas si habian escritos antiguos donde cuentan que existieron, llego hacer un mito, pero ahora que alguien con ese poder aparecio, inmediatamente todos creyeron que era un mensaje de su "Diosa" y proclamaron a esa persona "santa" sin saber si esa persona queria serlo, fue arrastrada contra su voluntad a este castillo donde la "resguardan por su seguridad" una simple fachada para ocultar la realidad de ser una prisionera de aquellos ricos llamados "nobles" pero en la novela no espeficican el trato que le dan a Ivet ni mucho menos que fue encontra de su voluntad y por lo que veo la tratan peor que una criada, es mas, compararla como una mascota del reino seria mas adecuado

-Dime cual es tu nombre-

Esas palabras tenian poder, parecia que aquella "santa" quien ni siquiera se atrevia hablar, derrepente era otra persona totalmente diferente, no obstante la criada se dio cuenta, mas no hizo caso

_para que quieres mi nombre, te estoy diciendo que la cena ya esta lista vistete y apresurate_

Inmediatamente el ajeno fruncio el ceño al escuchar tales palabras y no perdio tiempo en asomarse y darle una cachetada, una tan fuerte que hizo la criada retroceder y caer

_..... _

Aquella del asombro no dijo nada, se quedo con una cara tan asustada sin poder entender lo que pasaba

-te dije que me dijeras tu nombre, o es que osas desobedecer a tu soberana-

Aquella criada reacciono, he inmediatamente intento decir algo, levanto su rostro y cuando iba a decir esas palabras, se quedo callada... Por un momento sintio un escalofrio en todo su cuerpo, por un momento sentia aue aquella mirada la iba a matar y aun en el suelo agacho su cara como implorando perdon

_me llamo Sara mi señorita Ivet_

El respeto se gana y al parecer ese era la idea desde un princio

-*bueno funciono, ahora comenzemos con el segundo paso*-

-¿sara? Muy bien, parece que entiendes rapido la situacion-

Se agacho para el poco tiempo agarra la cara de la criada, obligandola a verla

-de ahora en adelante las cosas seran diferdntes Sara, asi que te propongo algo que a la larga nos beneficia a las dos-

Aquella solo pudo tragar saliva al escuchar esas dulces palabras proviniendo de una sonrisa que para muchos seria dulce pero para ella era escalofriante

_ss...si-

-muy bien sara, levantate y hablemos-

Ivet se levanto e inmediatamente se sentó, recosto su cabeza sobre su mano, mientras no perdia el encanto de una doncella

-quiero que me informes de todo lo que ocurre en este castillo, quiero que me digas quien es el dueño y que planes tiene conmigo, quiero que me cuentes de todo incluso si se trata de una hormiga moviendo una migra de pan, cualquier cosa hasta el que tu concideres insignificante-

_..... _

Por un momento sara se quedo callada sl escuchar a Ivet, quien aun le sonrieria con tal ternura que cualquiera caeria rendido a sus pies

-tomo tu silencio como que lo vas a pensar, por que despues de todo tu saldras ganando-

Nuevamente se levanto, pero esta vez fue directo a su mueble el cual estaba al lado de su cama, en un rincon escondido saco una caja llenas de joyas, el cual ella no dudo enseñar

-todo esto puede ser tuyo, y eso solo seria el comienzo, o es que acaso ¿no quieras casarte con un nombre rico que te de poder y autoridad para abandonar este lugar?-

Sara trago saliva, no sabia si era por ver aquellas hermosas joyas o por la propuesta que le dio Ivet, sin duda alguna, ella podria darle un buen compromiso, despues de todo tiene el titulo de santa...

_yo... _

-antes que me des una respuesta quiero que lo pienses, porque si bien me traicionas, puedo acusarte de brujeria ya que  "mi poder" puede detectar la maldad y no me costaria acusarte de traicion, asi que... Sara piensalo-

Aquella por un momento habia olvidado la mirada asesina que Ivet le habia mostrado, nuevamente temblo al escuchar esas palabras nuevamente regreso a la realidad

-bien, ya que tienes encuenta mis palabras quiero que me informes con quien voy a cenar-

_usted señorit Ivet, cenara con el Conde Partzy y su esposa, el anfitrión de esta fiesta es el dueño del castillo la persona que la encontro el Baron Gret_

Sara ya no se animo a levantar la cara, todas aquellas palabras la dijo con la cabeza hacia abajo

-muy bien Sara, puedes irte y toma esto como recompensa-

Le dio un collar de perlas negras concideradas en ese reino como una reliquia

-puedes venderlo y ayudar a tu familia con eso, o puedes usarlo, si preguntan diles que la santa como es tan  bondadosa de corazon ella te lo regalo y no tendre problemas de asegurarlo-

Sara estiro su mano temblorosa para resivir el regalo, en el fondo estaba satisfecha

-gracias mi señorita Ivet, con su permiso me retiro_

Hizo una reverencia y se retiro inmediatamente

-*parece un conejito huyendo de su presa*-

Solto una risilla la cual ers muy disimulada

-*bueno, ahora tengo otro problema, si bien tengo todas las comodidades no cambia el echo que soy la mascota de ese Baron, apuesto que me usa para poder hacer negocio con los nobles de alto rango, despues de todo ellos no mirarian a un simble Baron, pero si este tuviera a la Santa sin duda alguna lo visitarian, en pocas palabras me vienen a ver como una exhibicion que le pertenece al Baron. Si bien tengo que tener cuidado con el Caballe Elliot tambien tengo que tener cuidado con este tal Gret...*-

Solto un suspiro profundo, mientras se tiraba en la cama

-*tengo tantas cosas que pensar, pero sobretodo aun sigo sin entender porque yo estoy aqui*-

Se tapo su cara con su brazo, su corazon latia a mil, ella estaba asustada

REENCARNE COMO LA SANTA QUE SE CONVERTIRA EN VILLANA (EN PAUSA)Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt