LATIN BLOOD - ELITE [descontinuada]

chapter sixteen

— Debo irme, Olivia cree que sólo vine al baño, ella no puede saber nada de esto. ¿Está claro? No quiero que involucren a Olivia en esta mierda. —declaró antes de salir del baño. Polo pasó con frustración sus manos sobre su rostro dirigiéndose hacia el gimnasio. Cuando llegó Olivia lo recibió con una pequeña sonrisa, con dificultad el muchacho la correspondió rogando porque la latina no notara las ganas de llorar y gritar que sentía en esos momentos.
Polo frunció el ceño al notar que Valentino ingresaba en el salón junto a Carla y Christian, con su camisa y su rostro como si no hubiera cometido tal atrocidad. 

— Atención por favor, prestadme atención, necesito que desalojeis la sala de forma ordenada. Ha surgido un incidente. —Olivia observó confundida a la mujer que estaba en el escenario con el micrófono en su mano.— Repito, de manera ordenada, muchísimas gracias.

— ¿Qué ocurre? —preguntó Olivia hacia Polo, el moreno negó con su cabeza indicándole que no sabía lo que ocurría. La latina notó como la mujer se acercaba a Guzmán, comenzando a hablar con él, el rubio lucía alterado mientras la mujer intentaba tranquilizarlo. Un «¿Dónde está mi hermana» resonó por todo el lugar antes de que ambos salieran del lugar.

— Creo que ha ocurrido algo con Marina, algo le ha pasado a Marina. —murmuró al ver que algunos oficiales ingresaban en el lugar. Polo mordió su labio inferior con fuerza, si alguno de los otros decía algo Valentino estaría jodido.— ¿Dónde está Samu? —cuestionó buscando al muchacho por todo el lugar hasta que halló a Valentino, rápidamente la muchacha corrió hacia él.— ¿Has visto a Samuel?

Valentino negó, tratando de mirar a Olivia hacia sus ojos, tratando de evitar su mirada a toda costa.

Olivia sacó su teléfono con rapidez, Samuel debía saber que algo había ocurrido con Marina. 

•••

POLO OBSERVÓ LA FOTO DE MARINA, CON SU ATUENDO DE BALLET. Podía oír que algunos hablaban a su alrededor, mientras otros como la madre de Marina lloraban desconsoladas. El español de ojos azules halló con su mirada a Valentino, lentamente se acercó hacia él llevándolo hacia un rincón donde no había nadie más. .

— ¿Qué haces aquí?

— Vine con Carla, yo no... Debía darle el pésame a Guzmán, yo no quise hacerlo, fué un accidente Polo.

— No me interesa si fue un accidente o no, sólo escúchame, no quiero que te acerques a Olivia, no quiero que ella se vea involucrada en todo esto. —Valentino lo observó con atención.— Sé que es tu mejor amiga y es por eso que te lo pido, si quieres verla bien sólo intenta alejarte de ella, Olivia no puede saber lo que ocurrió. Has que te odie si es necesario, pero sólo mantente alejado, no quiero que por toda esta mierda ella termine perjudicada.

Valentino asintió lentamente.— ¿Por qué me ayudas Polo?

— Ya te lo dije, eres importante para Olivia y saber todo esto la destruiría por completo y no quiero siquiera pensar en eso Valentino. Voy a ayudarte mientras me sea posible siempre y cuando ninguno de ustedes cometa alguna otra estupidez.

Sin decir alguna otra palabra Polo se alejó de él para acercarse a Guzmán y abrazarlo una vez más.

AHORA

OLIVIA LEVANTÓ SU VISTA AL OÍR PASOS, LA INSPECTORA CAMINABA SEGUIDA DE algunos oficiales hacia donde se encontraban todos sentados. Polo a su lado también se colocó de pie, al igual que el resto de los que habían sido interrogados.

La latina tomó su mano y entrelazó sus dedos con los del ojiazul, un jadeo de sopresa escapó de sus labios al oír las palabras de la inspectora.

— Es este, quedas detenido por el asesinato de Marina Nunier, sujetadlo bien.

— ¿¡Qué dices!? —gritó Nano moviéndose de forma errática, intentando librarse del agarre de los oficiales.— ¿Qué mierda dices? ¿Qué cojones dices? ¡Mírame a la puta cara y repitelo!

Olivia tapó su boca con sus manos observando como Nano se revolvía tratando de soltarse, gritándole a Samuel que él era inocente, que nada de eso era su culpa. Polo la atrajo hacia su pecho, ocultando el rostro de la latina contra este, acariciando con suavidad su cabello.

— Ya se acabó morena, ya lo han atrapado, ya han atrapado al culpable. —su mirada viajó de forma involuntaria hacia donde se encontraba Valentino, sentado junto a Carla, con una mueca en sus labios y sus ojos inundados por la culpa.— Ya todo se ha acabado, no hay nada de qué preocuparse.

Olivia asintió lentamente, observando como por el pasillo se llevaban a Nano que aún gritaba hacia todos que nada de eso era su culpa, que él jamás le haría daño a Marina. La latina observó a Guzmán, que estaba con su mirada perdida, y sus manos temblando.

— Ve con Guzmán, yo puedo ir sola a casa. —al ver que Polo iba a replicar la muchacha lo detuvo.— Él te necesita Polo, necesita a su mejor amigo, yo puedo decirle a Valentino si puede llevarme hasta mi casa. En este momento es Guzmán quien te necesita y no puedes dejarlo, no en este momento.

Polo frunció su ceño al oír esto, maldiciendo por dentro al muchacho de ojos claros.— Me quedaría mucho más tranquilo si vas con Ander, ve a su casa y yo pasaré por ti más tarde ¿Si? Podemos hacer una maratón de películas esta noche.

Olivia asintió y depositando un beso en su mejilla se alejó del lugar para caminar hacia Ander. Cuando estaba caminando hacia la salida su mirada se cruzó con la de Valentino, su ceño se frunció con confusión al notar que el español evitaba su mirada.

Tal vez estaba preocupado por Nano, tal vez el asesinato de Marina lo había afectado.

Fin del primer acto.