• . ˚ * ━━ 𝐇𝐄𝐀𝐕𝐄𝐍𝐋𝐘
❝Es amor, es real. Donde es tan dulce y celestial.❞
Kaya Avery siempre habían obedecido a sus padres y sus ideales sin cuestionarlos, lo cual había hecho que tuviera una vida aburrida. Necesita algo nuevo, a alguien que...
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【 CAPÍTULO SEIS 】 EL CONSEJO DE UN MORTÍFAGO
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VIVÍAN EN tiempos difíciles. Todo el mundo lo sabía, incluso el bando oscuro, lleno de fieles seguidores del peor líder posible, eran conscientes de lo que estaba ocurriendo. Prueba de ello fue el ataque de mortífagos de la última salida a Hogsmeade, que aunque no había acabado con ningún herido o muerto, había consternado tanto a alumnos como a profesores, padres e incluso llegó al Ministerio de Magia.
Las noticias se esparcieron con una rapidez sorprendente. En pocos días el periódico El Profeta había publicado un artículo cuyo titular era capaz de aterrorizar al más valiente:
«MORTÍFAGOS ATACAN: Decenas de seguidores del ahora conocido como El-que-no-debe-ser-nombrado buscan apoyos en niños.»
Kaya observaba titulares parecidos cada mañana llegando al Gran Comedor en multitud de lechuzas. La gente se juntaba para compartir periódico, hojeando las páginas para ver qué decían sobre la supuesta guerra que había comenzado tiempo atrás. Otros, como la mesa de Slytherin, se mantenían en silencio y ni siquiera le prestaban atención a las noticias.
Se había asustado terriblemente, lo cual era normal. Los mortífagos no habían causado muertes, por lo que solo habían atacado para provocar miedo y, quizás, buscar aliados. Pero eran solo unos niños. Quizás la mayoría de los presentes aquella noche estaban a punto de graduarse, pero aún así eran demasiado jóvenes y manipulables para poder decidir correctamente.
Aquella madrugada, todos los estudiantes presentes en la fiesta llegaron en masa a Hogwarts, ante la sorprendente mirada de la profesora McGonagall, que tras enterarse de lo sucedido mandó apuntar todos sus nombres. Al día siguiente había castigado a todos los menores de edad que no tenían permiso para estar fuera del castillo hasta tan tarde y también había prohibido las salidas a Hogsmeade indefinidamente. Era un alivio que Kaya ya tuviera sus diecisiete años.
Kaya y Narcissa habían vuelto a ser amigas. Cuando llegó a la habitación llorando, la rubia se acercó a consolarla y a abrazarla con sus manos delicadas, preguntando si su primo Sirius le había hecho daño. Ella lo negó, dado que no tenía nada que ver.
—Han venido... sus seguidores... lanzaban hechizos y parecían querer matar —explicó Kaya entre sollozos una vez que bajaron a la sala común para no molestar al resto de sus compañeras de habitación.
—¿Dices los seguidores del... Señor Tenebroso? —preguntó Narcissa en apenas un susurro, provocando escalofríos en Kaya debido al nombre que había utilizado.
