Bruja de Hielo (Lissandra x OC ShortStory)

Lissandra

Disclaimer y recomendaciones:

La mayoría de personajes pertenecen a Riot Games. Solo los tomo prestados con el objetivo de entretener y crear historias lesbicas <3

La imagen no me pertenece tampoco, su autor, por lo que pude averiguar se llama Muju, creditos a el por esta maravilla que es bastante cercana a como me imagino a Liss.

Por último, recomiendo leer escuchando el Login de Lissandra. Enserio.

-------------------

Lentos sonidos de tacones hacían eco por las solitarias salas del castillo. Acompañados por los tarareos de una hermosa voz que entonaba una encantadora pero triste melodía.

El vestido que portaba llegaba hasta el suelo, arrastrándose con cada paso que daba, resonando como si miles de frágiles cristales se rompieran y rehicieran en su andar.

Un grupo de monstruos hechos de hielo irguieron su postura y elevaron sus armas en señal de bienvenida a su señora, mientras un grupo conformado de Trolls y humanos envueltos en armaduras metálicas se arrodillaban intentando calmar los temblores que sufrían sus cuerpos y que provocaban un incesante tintineo por el roce de las placas de sus armaduras.

Los pasos siguieron constantes, hasta que estuvo frente a la pequeña escalinata que antecedía a su enorme y hermoso trono fabricado de hielo negro.

Si prisa se dedicó a subir escalón por escalón, hasta finalmente tomar asiento frente a sus súbditos. Los observó a todos y cada uno de ellos. Los de atrás eran sus guardias de Hielo Corrupto, fabricados por ella misma, incluso sus armas.

La parte media estaba compuesta por la Élite de los Trolls de Hielo, el regalo de un idiota, aunque lo suficientemente listo como para lamer sus tacones para mantenerse con vida.

En la parte frontal estaba situada parte de la "Guardia de Hielo", la mejor casta de guerreros humanos a la que había dado luz Freljord... quitando a Los Hijos de Hielo, claro está, aunque estos últimos siendo seres inmortales, se podría dudar de su naturaleza humana.

Y por último, a la cabeza de todos sus lacayos se encontraba ella. Ama y señora de todo lo que estaba a sus anchas.

Muchas maneras de referirse a ella habían existido y a lo largo de los siglos las personas se han referido a ella de muchas y distintas maneras: Princesa, Heredera al Trono, Traidora, Soberana de Hielo, Reina de Freljord, Demonio Helado o el más reciente, que había surgido hace apenas unos cientos de años: Bruja de Hielo.

Aunque todos estos títulos y nombres no eran más que un adorno creado por los mortales temerosos, y era un adorno que particularmente no le interesaba. Podían referirse a ella como quisieran, a menos que fuese dentro de sus territorios, donde solo un "Su Majestad" estaba permitido. Aunque, ella prefería referirse a sí misma como simplemente Lissandra.

Se reclino en su trono y apoyo su rostro con su palma derecha mirando la escolta de su sala del trono.

-Piérdanse de mi vista-

No levanto la voz, ni hizo esfuerzo en que esta resonara. Sin embargo, la orden fue absoluta. Luego de una reverencia silenciosa por parte de todos, las filas se abrieron por la mitad, y uno a uno de los miembros de la Guardia de Hielo abandonaron el sitio, seguido por los Trolls de Hielo, quedando solo los Guardaespaldas de Hielo Negro.

Lissandra no se inmuto, solía ser de ese modo. Su total desconfianza hacia todos los seres no aplicaba para los golems que ella misma había creado y por lo general ellos permanecían a su lado siempre.

Sin ánimos de volver a hablar, hizo un ademán con su mano, ordenando que se fueran también. Orden que nuevamente fue obedecida al momento. Sus pesados pasos resonaron al salir del salón del trono y las pesadas puertas de Hielo se cerraron dejándola a ella sola en el lugar.