Chuuya y Dazai estaban en la sala en silencio, todo lo harían en cuanto el pelinegro despertará, el castillo se sentía vacío, se sentía sin vida

- No puedo creer lo que paso...

- Ya Chuuya, todo mejorara

- ¿Cómo podría mejorar?

- ¿Confías en mí?

- Ahora solo te tengo a ti...

- Lo sé... - le tomo la mano a Chuuya – es el peor momento... pero prometo que pronto nos casaremos...

- Sí, es el peor momento

- Lo siento, tenía que decirlo

- Dazai... los padres de Atsushi deben estar odiándome... todo esto ocurrió por mis estúpidos celos... Yo... Traicione a Atsushi...

- No fue así cariño, las cosas pasaron por que Mori quería que pasaran, no hay un hubiera o un fuera, paso y así es la vida... Ahora solo queda convencer a Akutagawa

- No sé cómo... si estuviera en sus zapatos tampoco querría el reino...

- Pero el reino lo necesita

- Estas leyes de reinos... son tan terribles...

- Todo en la vida y personas necesitan un buen líder...

- ¿Cómo haces Dazai?

- Solo debes pensar en la felicidad de otros... - sonrió el castaño acariciando la mejilla del pelianaranjado – es más fácil si piensas en tu felicidad primero...

- Da-Dazai...

- Vamos a descansar... Atsushi no se ira

- S-si...

La pareja fue a descansar, no quedaba de otra, ya no quedaba nada, más el pelinegro despertó al amanecer, vio como el sol salía y se asomaba por la ventana, sonrió ligeramente y miro al albino

- Tus mañanas... debieron ser siempre increíbles...

Escucho la puerta sonar y miro hacia ella

- ¿si? - dijo Akutagawa y la puerta se abrió dejando ver al castaño

- Le hemos dicho al personal que se casaron en el campamento, muchos están hablando de eso... pronto se correrá la voz

- Dazai-san yo no debería...

- Akutagawa... es lo que Atsushi-kun hubiese deseado

- Lo sé... pero... me hace sentir más culpable...

- Entiendo... -suspiro Dazai- no salgas de la habitación

- ¿Por qué?

- Sera... como su luna de miel, ya sabes...

- Dazai-san...

- Diremos que alguien entro a la alcoba al enterarse...

- Dazai-san...

- Sera... un asesinato por celos... - dijo el castaño algo serio

- Basta por favor...

- Lo siento Akutagawa – suspiro el castaño profundo – prepárate... en la noches... subirás al trono como un rey viudo...

- Si... Dazai-san...

Akutagawa pesaba todo el día con el cuerpo de Atsushi, ¿era incomodo? No, pero si culposo, era una tortura y al mismo tiempo una bendición... Akutagawa dudaba si estaba en sus cinco sentidos

Chuuya entró para dejarle unas nuevas ropas, al verlas, el pelinegro solo pensó que algo le hacia falta, había pasado toda la tarde pensándolo ¿Qué le hacía falta a ese estúpido traje? ¿Por qué sentía que algo le hacía falta? ¿Qué iba a conseguir con eso? ¿Qué? Unas botas largas de color café, un pantalón negro y un saco color azul marino con bordados dorados... era simple... era bueno... era elegante... Sería el rey... Suspiro y volvio a suspirar... no quería hacerlo...

Vio el traje de presentación de Atsushi, aquella vez... pensó y recordó sus palabras

"Al rey Atsushi le queda el color rojo"

- Su capa roja... le quedaba excelente... - miro su traje – creo saber que le falta...

Tomo unas telas, no era gran cosa, simplemente hizo una capa con ellas, de cierta forma se sentía unido a su felino de esa manera, suspiro nuevamente al ver a Atsushi aun en cama

- Necesito algo que una la capa a ti... - dijo mirando al albino – disculpa si te molesta esto

Akutagawa tomo la piedra del collar de Atsushi, la quito del collar y luego quito el collar

- Creo que es como liberarte... y a mi darme un gran castigo por lo que hice...

Akutagawa puso aquella piedra como adorno de la capa que había creado, se acercaba la hora así que después de ello se propuso vestirse muy a su pesar

Terminaba de colocarse su capa cuando escucho un sonido, un quejido particularmente, se asomó por la ventana pero lo que vio fue algo increíble

- Debo estar volviéndome loco... - dijo el pelinegro

Frente a él, por la ventana, podía ver un tigre jugar por los jardines... Akutagawa no pudo más, volvió a llorar

- No puedo, no quiero está vida...

Se acercó a Atsushi y lo miro mientras lloraba

- Jinko... Jinko no puedo más... no puedo con esto... no quiero esta vida... n-no es vida sin ti... así que... se mi verdugo...

- Ryu...

- Je... je... es-estoy demente... ahora te escucho Jinko...

- Ry-Ryu...

- Jinko... ¡Jinko! – grito el pelinegro mirando al albino - ¡¿estas vivo?!

- Te-tengo sed... - tocio bastante – apen...as... re-res...piro...

- ¡Jinko! ¡DAZAI-SAN! ¡DAZAI-SAN! – comenzó a gritar desesperado el pelinegro

Chuuya y Dazai estaban ansiosos por lo que llegaría, la coronación, fue cuando escucharon al pelinegro gritar que ambos corrieron a ver qué pasaba

- ¡DAZAI-SAN! – continuaba gritando casi desgarrándose la garganta

- ¡¿Qué ocurre?!

- ¡Jinko! ¡él está vivo! – decía Akutagawa entre lagrimas

- ¡que! – grito Chuuya acercándose – At-Atsushi...

- Chuu...ya... a-agua...

- ¡¿agua?! ¡Agua! – Chuuya corrió por los pasillos, estaba alterado, apenas entendía

Dazai estaba asombrado de aquello, suspiro profundo y separo ligeramente al pelinegro

- Déjalo respirar, fue lo primero que lo mato

- Dazai-san, Dazai-san, Jinko... e-el

- Si, está vivo... débil, pero vivo – sonrió Dazai - bien hecho Akutagawa...



Me saco lagrimas escribir este capitulo... Espero lo hallan disfrutado, el próximo capitulo será el final aunque no se si podré subirlo mañana, gracias por seguir está pequeña pero tierna serie...

¡GRACIAS POR LEER!

Rey y Mayordomo - AkuAtsuWhere stories live. Discover now