No sé si responder

5 0 0
                                    

Ya van varios días en los que me escribe, creo que si junto todos ya superan a la semana, mucho más que la cantidad de días que nos vimos en persona.

Es raro que dos personas que se han visto tan poco sientan que se conocen tanto, es que esto es de lo que se trata estar enamorado o es que me parece simplemente tan hermosa que mi memoria la asocia con la mujer de mis sueños? Me dan ganas de hacer un viaje pero no uno sobre ruedas sino uno sobre tus piernas, con mi cabeza hacia arriba y tu mirada hacia abajo.

Nunca me había costado tanto cumplir una promesa, sin embargo esta promesa no te la hice solo a ti sino a mi también y soy la única persona a la que no tengo reparos en faltarle el respeto. Esto es lo que se llama "baja autoestima"? Creo que desde la primaria no tengo lo que una persona pueda llamar "autoestima".

Siempre trato de ser algo, me cuesta mucho sin embargo, siento que soy de las personas que muy probablemente tengan más cosas en la cabeza que en las manos. Varios me han dicho que soy demasiado soñador y de los sueños no se vive, mucho menos en este mundo, al menos eso dicen todos.

Pero ¿Qué son todos? Realmente todos son sabios? Todos saben lo que hacen? Si es así, entonces porqué todos parecen tan molestos, tan cansados, tan a la defensiva? Parece que nadie es feliz, al menos como les gusta aparentar, si nadie vive de sus sueños, entonces que sentido tiene el pensamiento? Tan solo ayudarme a escapar de la gente?

Los adultos somos solo una edad, no hay madurez, no hay ética, no hay moral, lo único que hay es un hambre de reconocimiento que buscamos saciar sin importar la destrucción de todo aquello que nos rodea. Ni nosotros como adultos sabemos que hacer, caminamos con la cabeza gacha pero no porque estemos cansados sino porque buscamos una maldita razón en este tedioso camino que los demás nos han pintado como el éxito. Pero, me pregunto, si realmente conocen el éxito, qué hacen aquí?

Nena, deja de escribirme, deja de tentarme a invitarte a salir porque estoy podrido, estoy muerto por dentro y sabes que tú también. Lo único que haremos será pudrirnos en los jardines donde acostumbramos a echarnos y abrazarnos y besarnos, hasta que me dijiste que habías regresado con el novio ese que te engañó más de una vez.

Jamás había sentido el tren tan vacío como esa vez en que me confesaste una de las mayores sorpresas de mi vida como adulto irresponsable, jamás pensé que pudieses ser una de las que se creían excusas baratas con tintes de novela y promesas de hechicero.

Mientras caminaba a casa, miraba al suelo, pero no porque estaba triste, no porque estaba decepcionado, no porque estaba cansado sino porque me gustaba ver a mis pies alejándome cada vez más de ti.

Los corazones vuelven a crecer. 


Muerto en mi día.Where stories live. Discover now