El inicio de un triste cliché

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    Sacudo la cabeza ¿Qué me pasa? ¡Es una bruja! Es un monstruo... hermoso ¡pero es un monstruo! Disfruta matando personas y torturándolas... ¿Verdad?

    Aun así parece una ángel durmiendo... observo a la otra, quien pese a estar inconsciente sigue teniendo un semblante tétrico, una sonrisa maliciosa y su risa aún resuena en mis oídos...

    Vuelvo mi atención a la otra chica y sus palabras vienen a mi mente ¿Realmente puede ser una chica buena? ¿Existen las brujas buenas? ¿De verdad nunca le ha hecho daño a nadie? ¿Cómo puedo estar seguro?

    Gruño, frustrado, tal vez sí debería de haber venido con mi hermano, él me diría que todas las brujas son monstruos malvados y acabaría con todas mis dudas en segundos... o también dudaría porque está enamorado de una.

    Pero no puedo matarla, pese a que todo mi ser me dice que lo haga, no puedo, no quiero.

    Suspiro frustrado, vuelvo a la lancha, tomo el combustible y las cadenas, teniendo todo regreso a la pequeña casa.

    Ato a cada una con un juego de cadenas, luego saco a la psicópata a rastras de la choza hasta la zona que corresponde, la baño con el combustible y enciendo un fósforo para luego tirarla sobre ella y dejarla allí ardiendo.

    Mis padres dicen que debo quedarme hasta asegurarme de que ha comenzado a arder pero ellos generalmente queman toda la caza o las ponen en hogueras, lo cual puede ser detenido por una segunda bruja, no obstante, el combustible hace que el fuego comience a arder sobre su cuerpo de inmediato por lo que no hay forma de que escape sin que las llamas la toquen previamente.

    Lo mundialmente aceptado y casi que comprobado es que después de que una bruja es besada por las llamas no hay forma de evitar que ardan, aunque conozco a quienes dicen lo contrario y he visto a alguna brujas intentar salvar a sus compañeras, no obstante, jamás he visto que lo logren, especialmente porque se consumen como si fueran papel, en menos de quince minutos ya no queda nada de ellas.

    Para cuando llego a la casa comienzo a sentir los gritos agonizantes de la bruja, mi padre sonríe cada vez que oye ese sonido, dice que le gusta ver como sufren, como dejan de ser malvadas por un segundo para suplicar por su vida, sinceramente a mí me parece horrible, me gustaría más que hubiera una forma más rápida de matarlas, donde no sufran tanto.

    Sé que han hecho mucho daño y que han provocado mucho más dolor a personas inocentes pero eso no quiere decir que sea como ellas, también es por eso que no hago una hoguera. Además de que me parece arcaico, debo esperar mucho para que todo acabe y generalmente ellas despiertan cuando el fuego apenas está a unos centímetros de sus pies, no cuando ya casi no queda nada de ellas.

    La joven aún está inconsciente cuando llego a la cabaña, así que la cargo sobre mis hombros y la saco de allí, preguntándome qué rayos estoy haciendo ¿Por qué la estoy salvando? Más bien ¿Por qué la estoy secuestrando? No la entregaré al ministerio, eso sería algo peor que la muerte, aunque todos lo niegan sé que cada bruja que es capturada es utilizada para aprender cosas nuevas de ellas y no a base de dulces preguntas.

    Inicialmente dirijo la lancha a mi casa, es el lugar más seguro que conozco en el mundo, pero luego recapacito un poco, no puedo llevarla allí, si alguien se entera esteré en problemas y ella aún más.

    Como última opción dirijo la lancha al puerto que hay al otro lado del lago, allí la amarro y bajo con la chica sobre mis hombros.

    La llevo a una pequeña casa que alquilé hace algún tiempo para tener dónde estar cuando mi hermano colma mi paciencia.

     Durante tres días voy a verla al menos cuatro veces al día, en algunas ocasiones incluso me quedo mirándola por horas, pero ella no da señales de querer despertar.

    Hasta que la cuata tarde me quedo dormido observándola, al despertar ella me está mirando.

    —Hola —Me sonríe con dulzura, lo que me hace desconfiar— ¿A usted debo agradecerle por salvarme?

    —¿Salvarte? ¿Te das cuenta de que estás amarrada a una cama?

    Ella mira por encima de su hombro, como si no lo hubiera notado hasta ese momento, luego se encoje de hombros.

    —Es de entender que no confíes en mí con tanta facilidad. Eres un cazador ¿Verdad?

    Hago una mueca, no estoy seguro de querer responder a esa pregunta.

    —¿Qué pasa si es así?

    —Que no me sorprendería que desconfíes de mí, las rojas se han encargado de darnos mala reputación a todas.

    —¿Cómo puedo saber que no eres una... —Hago una mueca, intentando recordar qué término ha usado— roja?

    —Si creyeras que soy una roja no me tendrías aquí, ya habrías acabado conmigo.

    —Tal vez te tengo aquí para hacerte pagar por tus crímenes en vida.

    Ella se ríe y suena como el canto de los ángeles.

    —No eres de esos cazadores... eso es obvio.

    —¿Cómo lo sabes?

    —Porque sería un desperdicio...

    Se muerde el labio y no puedo evitar preguntarme cómo se sentiría besarlos...

    Niego con la cabeza y suspiro ¿Qué me está pasando? Si alguien me viera creería que estoy loco... o bajo un hechizo.

    Vuelvo a centrar mi mirada en ella, sorprendido... ¿Podría ser...? No... no ha tenido tiempo para hacerlo y mi mente está mal desde antes de verla, tan sólo con escucharla ya me había abordado todas estas locas emociones.

    —Me gustaría bañarme ¿Es posible? Huelo a sangre podrida...

    —Sí, lo lamento, te limpié un poco pero más me parecía abuso...

    No sé por qué se ríe y vuelve a sonar como una melodía angelical...

    Me levanto molesto y voy hasta donde ella está, la desato y me dirijo a la salida.

    —Haz lo que quieras, eres libre de volver a casa.

    —Ya no tengo casa... pero igual gracias por lo que has hecho por mí ¿A quién le debo mi vida?

    La observo desde la puerta, sorprendido, sin querer admitir que estoy estúpidamente enamorado de alguien a quien no conozco y a quien nunca terminaré de conocer porque el tiempo no nos será suficiente. Porque nuestra historia está condenada a ser como todas las historias de amor entre brujas y cazadores; ardientes, intensas, efímeras pero sobre todos con un final fatídico.




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BUENAS NOCHES!! O días según cúando lean esto.

Espero que les guste este capítulo, por ahora lo agrego aquí porque no he tenido tiempo de hacer una portada para la nueva sección donde iré agregando cada vez más relatos desde la perspectiva de otros personajes.

Hoy hace dos meces desde que comencé a compartir esta historia aquí y todo este capítulo es para ustedes queridos lectores, espero les guste y lamento que esté tan bruto pero no he tenido tiempo de pulirlo bien.

Gracias por todos los comentarios, botos y lecturas, nos vemos el domingo y que pasen muy lindo.

Anastasia y el mundo de él (#1)Where stories live. Discover now