Lo último del trayecto a la ciudad no las pasamos con Ryan escuchando música de mi celular.

I can't fall in love without you de zara Larsson, suena en mi celular.

Siempre me ha gustado esa canción, pero ahora que le tomé atención a la letra me gustó aún más.

—Promote no enamorarme sin ti —dice Ryan besando mi mano.

Creí que no le estaba tomando atención a la letra.

Lo miro tiernamente y entrelazo mis dedos con los suyos.—Y yo prometo no enamorarme sin ti.—Apoyo mi cabeza en su hombro y Ryan deja un beso en mi frente.

Estos días me sirvieron para poder acercarme a Ryan, conocerlo mejor y darme cuenta que no es la persona que creí que era. Ryan es serio, distante y a veces un poco imbécil, pero es así por lo que vivió en su infancia, rodeado de peleas y discusiones familiares. Yo lo quiero ayudar a que salga de su zona de confort, que sea la verdadera persona que és y no la que él cree que es. Aún falta mucho que conocer de Ryan, poco a poco estoy descubriendo cosas sobre él, y no son desagradables como para que yo me aleje o me decepcione.

Caigo dormida en un profundo sueño y cuando despierto ya estamos afuera de mi casa, Kate y Samuel ya no están, supongo que Dylan los dejó en sus casas.

—Ya llegamos par de dormilones—dice Dylan.

Bajamos de coche y mientras Ryan baja nuestras cosas, yo estiro mis musculos. Nos despedimos de Dylan y Tefi.

—Nos vemos en la escuela—me dice Tefi despidiéndose con la mano.

Dylan acelera alejandose de nosotros.

—¿Te irás sola mañana a la escuela?—pregunta Ryan.

—Supongo que si—respondo encogiendome de hombros.

Ryan me acompaña hasta la puerta de mi casa, veo como duda en hablar.

—Gracias por acompañarme.—Digo y él me da una sonrisa de labios cerrados.—Hasta mañana Ryan.

—Mañana nos podemos ir juntos a la escuela.—Dice Ryan rascando la parte de atrás de su cabeza.—Claro, si tu quieres.

—Me parece buena idea.—Respondo sin dudar.—Nos vemos mañana.—Me despido.

Me acerco para darle un beso en la mejilla pero Ryan voltea su rostro y estampa sus labios en los mios, haciendo que me sonroje al instante. Lo miro avergonzada, pero a él no parece importarle, está con su típica sonrisa juguetona.

—Lo peor de estos días fue no poder besarte—dice acercándose peligrosamente.

Ryan pone sus manos en mis mejillas y se acerca para besarme, nuestros labios de masajean, nuestras lenguas se mueven con lentitud. No es un beso brusco, es un beso suave, tierno y apasionado. Me dejo llevar por el deseo, mis brazos viajan hasta su cuello, profundizando más nuestro beso.

—Te he deseado tanto—dice Ryan entre mis labios, su respiración se mezcla con la mia, encendiendo aún más el deseo.

—Yo igual—cuando iba a volver a besarlo, escucho que la puerta de mi casa se abre, haciendo que me sobresalte y me aleje de Ryan.

Andres sale de la casa con los brazos cruzados a la altura de su pecho.

—¿A que hora piensas entrar?—pregunta con una expresión fría.

Me causa gracia ver a mi hermano así, de pijama y con el ceño fruncido, tratando de aniquilar a Ryan con la mirada.

Miro a Ryan aguantando las ganas de reír.

Desde que llegasteМесто, где живут истории. Откройте их для себя