Sypnosis.

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Sus ojos cansinos se posaron en la pared blanco hueso, sus pensamientos volaban en toda su mente mientras agarraba entre sus puños la sábana, ya arrugada.

No entendía porque no podía llevarse bien con su hermanastro. Lo trataba genial, lo quería mucho aunque él no lo hiciera, pero él nunca le hablaba. Tal vez porque era la favorita de su madre, aunque eso no tenía importancia, o bueno eso pensaba ella.

No le veía importancia ser la favorita de su madre, tampoco se sentía orgullosa de serlo. Era..normal, no era nada del otro mundo, simplemente le daban todos los lujos pero eso no era nada para ella.

Un suspiró salió como una hoja que se lleva el viento, posó sus ojos aguados en el suelo y con sus pequeñas manos se tallo los ojos tratando de no soltar las primeras lágrimas.

Decidida a por fin saber la razón de porque le caía mal a su hermanastro se levantó de la cama y se colocó sus pantuflas.

Miró su cansado rostro en el espejo de su habitación y una pequeña sonrisita salió de sus labios al ver una pequeña rosa blanca en su mesa de noche, sus favoritas. La tomó con cuidado del tallo oliendo su hermoso aroma, le encantaba su aroma.

Dejo la pequeña rosa en un florero con agua y se encaminó a la habitación de su hermanastro.

Su madre ya no se encontraba en la casa, había salido a hacer unos mandados que le había pedido su jefe dejando a cargo a su hermanastro, el cual se encerró de una en su habitación dejando a la pequeña chica en medio del living de la enorme casa.

Frotó sus manos en el corto pantalón de su pijama y alzando su mano que se encontraba en forma de puño, tocó la puerta esperando pacientemente a que le abrieran.

Escucho un bufido detrás de la puerta y como agarraban la manecilla de la puerta para posteriormente ser abierta. Sonrió un poco y trago saliva para luego comenzar a hablar.

"Hola, Chris, ¿Puedo pas-" sus palabras fueron cortadas al sentir como cerraban la puerta de un portazo. Giro los ojos y volvió a tocar.

"¿QUÉ QUIERES? JODER" gritó el chico detrás de la puerta produciendo una risita en la chica.

"¿PUEDES ABRIRME LA PUERTA? POR FAVOR" gritó en respuesta con un toque de diversión en su voz.

"JODETE" bufó enojada y dio la vuelta por sus talones. Comenzó a pisar con fuerza el suelo, es que no entendía porque no podía entablar una conversación con su hermanastro, ¡No podía ser tan difícil! Agh, ya estaba comenzando a odiarlo, y sin límites.

Tomo entre su mano derecha la manecilla y entro a la habitación, cerró la puerta con un pequeño empujón de su pie para luego tirarse boca abajo en la cómoda cama.

Un grito salio de sus agrietados labios. Estaba comenzando a odiar a su hermanastro, nunca entendía porque era tan difícil entablar una conversación con él. Siempre era lo mismo, nisiquiera le podía decir un simple "Hola" porque el chico ya se enojaba.

Ella intentaba llevarse bien con él, por la súplicas de su adorada madre y por ella misma, porque aunque no lo admitiera, su hermanstro tenía ese toque de sensualidad que llamaba la atención de las chicas. Y si, lo había hecho tantas veces, traía diferentes chicas, rellenitas; delgadas, morenas, blancas, rubias, pelinegras, había probado todo tipo de chicas, y eso era un poco molestoso.

Escuchar los gemidos de esas chicas mientras su hermanastro gritaba obscenidades que, Dios, eran puro asco y cachondeo sin ningún límite. Pareciera que ella estaba celosa, pero vamos, nunca estaría celosa de alguna de esas chicas, nunca le gustaría alguien tan..tan..tan molestoso, arrogante y egocéntrico, al contrario, odiaba a esas personas.

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⏰ Letzte Aktualisierung: Apr 09, 2017 ⏰

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Christopher. Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt