Cap 6: Nuevos sentimientos.

Começar do início
                                    

Luego harry ya no me servía, y terminamos.

Cumplí 16 y llegó austin. A esa edad ya sabía lo que debía hacer, austin tenía unos padres millonarios y grandes empresarios .Eso me sirvió por varios meses pero ya no.

De a poco mis planes comenzaban a tener más claridad y es por eso que ahora voy por shawn. Su padre es un gran abogado y si jugaba bien mis piezas podría trabajar para él cuando saliera del colegio.

Sería la mejor. Seré la mejor.

Pero nunca me enamoré de ninguno de ellos. Mi madre siempre me contaba la historia de como se enamoró de mi padre, su historia era tan hermosa. Cuando niña siempre quise un amor igual al suyo.

Me decía que mi padre era muy cariñoso y que siempre le demostró que la amaba, que su forma de mirarla era lo que la enamoró, que siempre la cuidaba y que la quería por lo que era. Siempre soñaba con un hombre como mi padre pero con el pasar de los años me dí cuenta de que eso para mí no era posible.

Sus ojos.

Otra vez sus ojos se vinieron a mi mente. Ese verde esmeralda tan intenso provocaba cosas en mi que nunca había sentido. Esos nervios y ganas de esconderme cada vez que me miraba eran cada vez más grandes.

Mis piernas temblaban cuando me miraba.

Y su beso.

Sus labios tan suaves me besaban de una forma tan delicada y lenta como queriendo guardar cada momento en su memoria. Sus manos temblando en mi cintura me causaron tantas cosas.

No fue un beso brusco y sin sentimiento como todos los que he dado.

Este era diferente. Tenía tantos sentimientos no dichos y lo más importante, me sentí querida. No estoy enamorada, claro que no uno no se puede enamorar con un beso y menos de días de haberla conocido. Solo fue diferente porque era mujer.

Pero no cualquier mujer.

Era lauren, la chica de ojos hermosos.

Narra lauren.

Llevaba más de diez días comiendo sola en la biblioteca.

Hace poco habían tocado el timbre que daba paso a la hora de almuerzo y estaba sola. Algo en mi tenía la esperanza de que camila pudiera estar ahí, llegando con su ensalada de todos los días y sentándose a mi lado solo para hablar de cosas sin sentido que para mi lo era todo.

Pero en cambio solo estaba yo, rodeada de libros como siempre. Como siempre debió de ser. Si no me hubiese atrevido a besarla, tal vez, solo tal vez ella estaría aquí como acostumbraba.

Estaba tan metida en mis pensamientos que no me di cuenta de que mi teléfono estaba sonando.

-hola.

-laur-habló cece-me tengo que quedar en el colegio hacer un trabajo, no podré irme contigo.

-está bien, nos juntamos el sábado.

-perfecto, nos vemos-cortó.

-¿puedo estar aquí?-su voz me sacó de mis pensamientos.

-camila-la miré sorprendida.

-hola-susurró un poco nerviosa.

-hola. Si claro siéntate -sonreí más feliz que nunca.

Camila se sentó a mi lado en el sofá dejando su bandeja en sus muslos, como siempre ensalada.

-¿cómo has estado?-miré su perfil.

-bien ¿y, tú?-comenzó a comer de su ensalada.

-bien-susurré-no pensé que vendrías-dije sincera.

-¿no querías que viniera?-me miró un poco decepcionada.

-claro que no-dije nerviosa- digo, quería que vinieras-intenté sonreír-todos estos días lo quise-susurré mirando al piso.

Camila suspiró- pero ya estoy aquí.

Narra camila.

Todos estos días no he ido a comer con lauren y es porque no puedo tenerla cerca sin que recuerde el beso que tuvimos, a veces la espiaba cuando entraba a la biblioteca muchas veces con ganas de entrar pero luego no me atrevía.

Lauren era una chica increíble y sabía que después de lo que pasó solo tendríamos momentos incómodos.

Pero ahora estaba aquí, frente a la puerta de la biblioteca rogando a que me entrara el valor para poder mirarla a los ojos sin tener estas ganas inmensas de besarla. Hasta que me decidí entrar. Estábamos comiendo cuando lauren habló.

-¿qué no comes otra cosa que ensalada?-mordió su hamburguesa-¿no te aburre?

-no, porque no debo engordar-me encogí de hombros.

-pero si no estás gorda-frunció el ceño.

-eso no es lo que piensa la entrenadora-suspiré.

-pero está loca-me miró-no estás para nada gorda, tienes un cuerpo increíble-me miró el cuerpo.

-gracias-me sonrojé.

Narra lauren.

-vamos a hacer algo-tomé la bandeja y su ensalada dejándola en el suelo.

-¿qué cosa?

-vas a comer de mi hamburguesa- estiré la hamburguesa hasta su boca.

-no quiero-corrió la cara.

-vamos camila-reí-solo una mordida.

-no puedo lauren-se tiró hacia atrás quedando recostada.

-que comas-reí tirándome encima suyo.

-no quiero-susurró mirando mis ojos. Estábamos muy cerca, y el juego había pasado a segundo plano.

-camila...

-no debo engordar-miró mis labios.

-pero si tu cuerpo es hermoso-acerqué mi rostro al de ella.

-¿eso crees?-cerró los ojos.

-eres hermosa.







COMENTEN Y VOTEN.

"Ambición" CAMREN G!P.Onde histórias criam vida. Descubra agora