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Meses más tarde


Aparté el cabello que había caído sobre mi rostro y lo até en una coleta; dirigí mi vista hacia el televisor que estaba en un rincón del local.

—¿Tienes alguna noticia de último momento, Elise? —la conductora de aquel programa de chismes le preguntó a una mujer que aparentaba tener menos de treinta.

La nombrada sonrió, mientras que se acomodaba en su asiento.

—Tengo una noticia realmente impactante para los televidente—miró hacia la cámara—. Me acaba de llegar la notificación que el hijo de Ashton Irwin y Bryana Holly acaba de nacer.

Aparté la vista de la pantalla; de mis labios salió un leve quejido que no pude contener.

Sentí como alguien colocaba su mano sobre la mía; elevé la vista y se trataba de Brenna, mi compañera de trabajo.

—Sabes que es peor si continúas viendo eso—ella sabía todo lo que había pasado con Ashton; además de ser mi compañera en el restaurant, era mi mejor amiga desde que tenía memoria—. Tienes que dejarlo ir.

—Es que no puedo—me quejé, al tiempo que me dejaba caer en uno de los asientos que había en la barra.

—Es difícil, pero tienes que hacerlo.

Suspiré; ya había tenido la misma conversación con ella y siempre terminábamos de la misma forma.

—Volveré a atender a los clientes—me paré de la silla y me alejé de donde Brenna se encontraba detrás de la barra.



—April.

Me doy la vuelta al escuchar la voz de mi jefe decir mi nombre.

Volví a colocar mi bolso debajo del mostrador y me acerqué a él.

—April, necesito que cierres el local hoy; Jeff no vino a trabajar hoy porque está enfermo y es él quien se encarga de cerrar el restaurant. ¿Podrías hacerlo?—me preguntó, más bien me suplicó.

No podía negarme; él había sido bueno conmigo al dejarme entrar en su negocio, a pesar de que no necesitaba otra mesera.

—No hay problema, yo cierro—respondí, mientras que le sonreía.

Se pasó una mano por el rostro y suspiró con alivio.

—Gracias, April. De veras—se despidió de mí y desapareció de mi campo de visión.

Volví a mi lugar detrás de mostrador y acomodé algunas cosas; ya era entrada la noche y ya no había mucha gente, solamente algunos clientes rezagados.

Luego de que los últimos clientes salieran por la puerta de entrada, Brenna se adentró en los baños para cambiarse el uniforme. Se despidió de la poca gente que aún quedaba en el local.

—Trata de hacerlo, April—comentó, mientras que me abrazaba.

—Trataré.

Y luego la observé cruzar el umbral de la puerta de entrada.

Solo fueron unos cuantos minutos en el que tardé en pagar todas las luces y en que los demás miembros del personal del restaurant se fueran, quedando únicamente yo.

Tomé las llaves del despacho de mi jefe y me preparé para cerrar el lugar.

Ya había terminado de cerrar el lugar y estaba guardando las llaves en mi bolso para poder dárselas a Brenna mañana, quien era la que se encargaba de abrir todas las mañanas, cuando una voz que no pensaba escuchar por un tiempo pronunció mi nombre.

Mi cuerpo reaccionó ante su voz; sentí un escalofrío recorrer toda mi espalda.

—April—volvió a repetir aquella voz.

Me di la vuelta, encontrándome con Ashton parado a unos cuantos metros de mí.

—Ashton—su nombre salió de entre mis labios como un suave murmullo, pero sabía que lo había escuchado. La calle se encontraba desierta.

Hundió sus manos en los bolsillos de su pantalón y se acercó.

—Supongo que ya lo sabes.

—Está por todos lados—respondí, mientras que lo observaba fijamente.

Nada había cambiado en él en estos meses que no nos vimos, pero podía notar que había algo que lo inquietaba, por la forma en la que no dejaba de cambiar el peso entre sus pies.

—¿Y cómo se llama? —pregunté, rompiendo el silencio que se había formado entre ambos.

—Adam—y una leve sonrisa tiró de sus comisuras.

—Adam—repetí—. Lindo nombre.

—Sí—pasó su mano por su cabello, apartándolo de su rostro.

Me removí en mi lugar.

—Ya es tarde, tengo que irm...

—No puedo sacarte de mi mente, April. Estás en mi vida más de lo que crees—me interrumpió, acortando la distancia entre ambos—. A pesar de todo, aún te sigo amando.

Sentí como un nudo se formó en mi garganta.

No podía venir después de todo lo que ocurrió y decir lindas palabras.

—Ashton, no—negué con la cabeza.

Tomó mis manos entre las suyas, y me estremecí ante su toque sobre mi piel.

—¿Aún me amas? —cerré los ojos y agaché mi cabeza; podía sentir la intensidad de su vista puesta en mí. Colocó un dedo bajo mi barbilla y me obligó a verlo—. ¿Aún me amas como yo te sigo amando?

—Sí—respondí, apenas audible, pero recuperé mi voz enseguida—. Pero no podemos volver; tú tienes tu familia formada, tienes que estar con Adam y Bryana.

—Con la única persona que soñé tener una familia es contigo.

—Los sueños hay veces que no se cumplen y quedan en eso, sueños—solté suavemente el agarre que tenía sobre mí y retrocedí varios pasos.

Y me alejé de él, otra vez; y otra vez sentía como mi corazón se hacía trizas. 


Broken girl; aiNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ