-Ajá –La risa del adolescente hizo eco por el micrófono del teléfono. –Ya, dime dónde estás para poder hablarte de frente que esto de los teléfonos no me gusta demasiado.

-De cada diez fotos, nueve y media sales con el móvil –La voz de Derek sonó cansada y hasta un poquito burlesca.

-Eso es tu culpa –Stiles se dejó caer bajo la sombra de un árbol con la mochila a su lado. –Tú eres el que decide cuando tomarme fotografías.

-Si bueno, no es mi culpa que sólo estés tranquilo cuando tengas el móvil en tus manos –Contraatacó el moreno.

-Ya –El castaño chasqueó la lengua. -¿Qué haces?

-Mirando el hermoso cielo de California desde la soledad de mi edificio –La sonrisa de Stiles se hizo enorme y genuina rápidamente -¿Tu qué haces?

-Yo observo la hermosura del roble del colegio –El adolescente cerró los ojos –Ahora estoy imaginando tus oruguitas frunciéndose tan profundamente que casi se tocan. Poing.

-No son orugas, Stiles. Son cejas. Repítelo después de mí: Cejas –Stiles dejó que su imaginación viajara hasta quien sabe dónde solamente para poder imaginarse al moreno sonriendo tal y como lo estaba haciendo él.

-Cejas –Imitó separando las palabras en silabas –Derek Hale tiene cejas.

-Stiles Stilinski tiene lunares –Stiles rio abiertamente sin importarle que un grupito de chicas lo voltearan a ver -¿Qué clase tienes después?

-Harris –Ambos hicieron un ruidito de disgusto -¿También lo odias?

-Dijo que mi trabajo final era pobre y poco original –Stiles resopló.

-Su cráneo es pobre y poco original –Derek rio bajito cortando el aire que iba directamente a los pulmones del adolescente.

-Tienes una bonita risa –Dijo tras unos cuantos segundos de silencio –Deberías hacerlo más seguido.

-¿Lo crees? –Las mejillas del adolescente se tiñeron de rojo –He escogido nuevas fotos.

-Sí, Derek –Respondió Stiles sin importarle que el moreno hubiera intentando desviar la conversación –Tienes una risa bastante bonita, sobre todo si te imaginó con tus dientes de conejo completamente visibles y tu adorable nariz arrugándose.

En cualquier otra situación Stiles jamás lo habría dicho, si Derek hubiera estado frente se habría mordido la lengua hasta hacerla sangrar para tragarse esas palabras, pero Derek no estaba ahí así que podía permitirse ser sincero.

-Gracias –El adolescente sintió que los pulmones de nuevo se le llenaban con un aire desconocido que bajaba directamente a su estómago en forma de maripositas. –Stiles.

El castaño tuvo que carraspear un par de veces antes de responder adecuadamente a la mención de su nombre.

-¿Qué haces el próximo fin de semana?

-Trabajar –Respondió bajito, trazando círculos en el basto pasto del lugar. –Pero puedo cubrir mis horas entre semana para tener libre un día, por si quieres salir o tomar más fotos, lo que sea.

Si Jordan estuviera ahí seguramente habría reído de la torpeza de su hermano.

-Escuché que va a llegar un circo y quería ir, pero si tú no quieres está bien, le preguntaré a Scott o a Jackson, aunque lo más seguro es que ambos quieran llevar a su pareja, así que le diré a mi hermano. Sí, eso, le diré a mi hermano –Se autocorrigió rápidamente el adolescente.

-Me gusta el circo –Respondió Derek –Serían grandes fotos.

-Sí –Stiles apretó sus dedos en torno a nada –Creo que estoy a punto de entrar a clase.

STALKEROnde histórias criam vida. Descubra agora