Paper Hearts || Factor R

Capitulo 14

El sonido de la película todavía hacía presencia en la sala, sin embargo la sonrisa de Rocio no se borraba debido a que su atención se encontraba totalmente en sus pensamientos. ¿De verdad estaba a punto de besar a Samantha? Llevó sus dedos superficialmente a sus labios al recordar, besó su frente cubierta de cabello y besó su fina nariz, el ruido más fuerte era el de sus corazones.

– Vaya – susurró con una sonrisa recostando su cuerpo en el sofá – vaya – repitió sintiéndose como una adolescente otra vez, le gustaba Samantha y lo tenía claro. Pocos días fueron suficientes para que su presencia la hiciera sentir cómoda y que su sonrisa le provocara sonrojarse, y si eso no era amor entonces no quería buscarle otra definición.

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– Vaya – suspiró Samantha con una sonrisa mientras miraba el techo de su estudio. Rocio estaba a punto de besarla y a pesar de que lo evitó, no negó que quisiera hacerlo, debía estar segura. Quizá la primera persona a quien amo era hombre, pero no sabía si la última sería una mujer. Sonrió al sentir cómo se sonrojaba y llevó sus manos a su rostro para cubrirlo. Rocio era maravillosa, por lo tanto no quería perderla. No dejaría que un beso las separara, por eso, en su mente, ese beso debía unirlas más.

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Samantha despertó temprano al recordar que haría el desayuno ese día, así que rápidamente fue hacia la cocina y su sonrisa no se borró cuando vio a Rocio sentada en la mesa leyendo el periódico local.

– Buenos días, Rocio – sonrió acercándose a ella. La chica sonrió al escucharla y dobló el periódico para dejarlo en la mesa para así levantarse.

– Buenos días, Samantha – respondió de igual manera – ¿Cómo dormiste?

– Muy bien – asintió sinceramente – ¿Y tú?

– También muy bien – respondió – ¿Qué vamos a cocinar hoy? – Samantha negó con su cabeza.

– Yo voy a cocinar, tú quédate sentada ¿Bien? – pidió tomándola de los hombros para que suavemente se volviera a sentar. Rocio solo se dejó llevar sin apartar sus ojos de su rostro – puedes verme pero no intervenir – rió.

– Como tú digas – respondió con una sonrisa. Samantha solo asintió para dirigirse al refrigerador y pensar qué cocinarle a Rocio.

Rocio no apartó su vista de la figura de Samantha mientras cocinaba, la escuchaba murmurar y maldecir en voz baja, de verdad se estaba esforzando y lo comería con una sonrisa, aunque quedara terrible. Casi una hora después, Samantha le sirvió un plato con plátano, fruta y una taza de su café negro, se veía desastroso.

– Se ve delicioso – dijo Rocio sorprendida mirando su plato. Samantha ladeó su cabeza sin creerle ni una palabra.

– Se ve quemado – dijo sentándose junto a ella. Rocio negó con su cabeza.

– Me darías un tenedor, por favor – pidió con una sonrisa y Samantha le dio uno rápidamente, expectante a que Rocio probara lo que le preparó – aquí voy – susurró acercando el tenedor al desayuno.

– ¿Y bien? – preguntó ansiosa viendo cómo masticaba.

– Wow, te quedó delicioso – respondió una vez tragó – no eres tan mala – dijo sonriente, estaba quemado pero a Rocio le pareció de verdad rico.

– ¿De verdad? – preguntó emocionada a lo que Rocio asintió – recordé que no comes carne, así que intenté prepararte algo rico sin carne – sonrió viéndola comer.

– Te luciste – rió un poco mirándola también – muchas gracias.

– A ti – respondió encogiéndose de hombros – a ti, Rocio – suspiró.