Capitulo 12

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Los días parecían ir cada vez más rápidos, faltaba una semana para poder ir a la apertura del parque de diversiones y Llanos ya quería que llegara. Últimamente con Apolo y Yeray distraídos, gracias a los entrenamientos del equipo, no les daba tiempo ni de fastidiarlos y era perfecto, sus días eran más normales.

Ya iba una semana de tranquilidad. Llanos incluso asistía a los entrenamientos y siempre lograba ver a Apolo, sin que tuviera que estar burlándose de él. Algunas veces podría jurar que el castaño lo observaba de reojo, pero estaba tan concentrado en vigilar que no estuviera constantemente cerca de Violeta, que no pudo estar del todo seguro. De vez en cuando, en medio de los entrenamientos, ellos se daban unos castos besos en los labios. Claro que Llanos rechinaba los dientes cada que los veía (porque celoso, siempre) pero después el chico tenía que seguir con el partido, y duraban casi toda la tarde separados.

Hoy se encontraba nuevamente observándolo. Había quedado un poco traumado desde la ultima vez que estuvo en las gradas y por ellos procuro estar toda la hora pendiente del balón y a donde lo lanzaban. Después, cuando los jugadores se estaban vistiendo, tuvo que ir a esperar a David fuera de los vestuarios. Estaba tardando mucho. De la nada la puerta de abrió, mostrando a un enojado Apolo que llevaba nada más una camiseta blanca y un short, su cabello estaba mojado y olía a vainilla. Llanos tuvo que echarse para atrás, ya que el castaño había lanzado una toalla contra el piso, que al parecer aún no lo había visto.

- ¡Maldito David!- Dijo en un pequeño murmullo, pero no lo suficiente bajo como para que los chicos en el vestuario no lo escucharan.

Apretaba los dientes y se frotaba las manos. 

En verdad, verdad, estaba increíblemente sexy y tierno ¿Cómo era eso posible? Pronto la mirada color miel se posó en él y abrió los ojos, seguidamente frunció el ceño ya que no se encontraba de humor para el moreno de ojos negros.

- ¿Qué coño miras?- Le dijo muy bruscamente.

Llanos volvió a la realidad, al ver su rostro vio sus labios y recordó el besuqueo de Apolo con su novia. Apretó las manos y se acercó al castaño. Apolo, un poco desorientado, se alejó unos cuantos pasos. 

- ¿Qué te pasa?- Lo acusó, prácticamente fulminando al pelinegro con la mirada.

- ¿Peleaste con David, cierto?- Preguntó más cerca del castaño de lo que planeaba, Apolo volvió a retroceder y Llanos avanzó un paso más.

- ¿Qué te importa si peleé con ese perro? Igual, es su culpa, por no parar de ladrar- Dijo apoyándose de los casilleros a sus espaldas.

Llanos estaba muy cerca.

- Él no es un perro, no lo confundas contigo mismo- Espetó acercándose aún más y acorralando al castaño contra la pared - Más te vale que no le hayas hecho nada.

- Awwww ¿Por qué? ¿Es tu novio?- Preguntó con un tono adorable completamente falso, pero atravesó a Llanos con los ojos, la ultima palabra la soltó con una amargura palpable.

Llanos perdió la compostura, por un momento parpadeó confundido, y alejó su rostro del castaño.

- ¿Novio? Para nada, es uno de mis mejores amigos- Aclaró y casi pudo ver como la mirada de Apolo se relajó levemente, sería su imaginación - Por eso no quiero que chicos como tú lo molesten, me enferman.

- ¿Enfermarte? Si yo soy unos de los chicos más deseados del colegio, te quedas patético- Rodó los ojos y alzó la barbilla con superioridad.

- Pues ya veo, tu querida novia lo demuestra comiéndote la boca todos los días- Observó la sonrisa burlona de Apolo y se irritó por ella - ¿Qué?

- ¿Te molesta, no?- Preguntó, insinuante, y Llanos parpadeó. 

- Que tontería es esa.

- Por favor, si siempre nos estás mirando. Qué desagradable, ¿Acaso estás enamorado de mi o algo? Esa sería la única explicación, de porque nunca me puedes quitar los ojos de encima- Dijo con una mirada burlona y un tono venenoso.

Llanos sintió su corazón acelerarse, pero la indignación se apoderó de cada fibra de su cuerpo, y observó al castaño con tanto odio que el rostro de Apolo se mostró ligeramente intimidado.

- ¿Enamorado? ¿Yo? ¿De ti? ¡Ja!- Soltó una risotada falsa y se alejó del chico unos centímetros, observando fijamente sus ojos - Nunca en mi vida podría fijarme en alguien tan jodido como tú. Primero seguro besaría a tu amigo, Iker, antes que a ti.

Sonrió mordazmente, aunque no era del todo cierto lo que decía.

- Además, no me gustan los altos- Dijo eso ultimo alejándose de él como su tuviese una enfermedad contagiosa, observó el rostro enojado de Apolo y sus ojos húmedos ¿Eran lagrimas? Imposible.

- Que suerte, ya me estaba preocupando tener a un perdedor babeando por mí. Ya es suficiente con el resto de la escuela, fenómeno- Dijo acomodándose la mochila en el hombro, aunque ahora su voz se escuchaba ahogada, y fue tanto así, que su rostro cambió momentáneamente. Llanos sintió un gran dolor en el pecho y sin pensar que hacer intentó acercarse, pero Apolo se alejó de él, hablando con la voz rota- Haz un favor con tu vida, vete a otro país y simplemente desaparece.

Se dio la vuelta y se fue por el pasillo. Llanos seguía con una punzada dolorosa en el pecho, pero esas palabras fueron muy hirientes cómo para hacerlo quedarse en su lugar y no ir corriendo a besarlo.

Oh. Eso era nuevo. En ese momento, que lo había visto tan vulnerable y con los ojos húmedos, había sentido unas increíbles ganas de besarlo. Qué mierda, cada vez empeoraba más.

Apolo x Llanos - RivalesWhere stories live. Discover now