Capítulo 29

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*Un año después* 

Miró una vez más su libro, había logrado unir las hojas de la última historia “La dragón y su Reina”, Emma había buscado a Regina durante varios meses casi sin poder encontrar su rastro, hasta que un día la rubia llegó con una dirección. 

Ella había prometido llevarlo hasta San Francisco pero se fue aplazando poco a poco. Lo único que tenía era esa dirección así que salió del pueblo con su libro bajo el brazo y algunas cosas dentro de su mochila y partió. 

Ya lo había hecho una vez, busco a Emma en Boston y ahora buscaría a Regjna en San Francisco. 

Le dio algunos billetes al taxista sin prestarle atención a lo que le decía antes de bajarse. Una hermosa casa blanca estaba frente a él, dio unos cuantos golpes y espero a que la puerta se abriera. 

– ¿Henry? –la mujer que estaba frente a él no era su madre–. pasa, supongo que buscas a Regina. 

– Maléfica… hola –cuando la mujer rubia se hizo a un lado él entró en la casa. 

– Siéntate, iré a buscar a Regina. 

La rubia le indicó que se sentara en el sillón mientras la veía subir las escaleras. Se quedó esperándola a la vez que pasaba su vista por todo el lugar había varias fotos decorando la casa, la mayoría eran de Regina y Maléfica, cuando se levantó para mirarlas más de cerca escucho pasos en las escaleras. 

– ¿Henry?, ¿qué haces aquí? 

– Vine a buscarte para que vuelvas conmigo a Storybrooke –Regina noto la sonrisa en la cara de ese niño y realmente quería sentirse bien con ello pero no era así. 

– Henry lo siento, pero no voy a irme de aquí. 

– Pero… –el las miró con tristeza, pero antes de que pudiera decir algo más se escuchó un fuerte llanto que llenó el lugar. 

– Voy yo Gina.

Maléfica subió de nuevo las escaleras mientras que Regina avanzaba por la sala con Henry siguiéndola. 

– ¿Qué fue eso?, ¿quién está llorando? 

– Dime una cosa –la morena evito mirarlo–.  ¿Emma sabe que estás aquí? 

– ¿Sirve que le haya dejado una nota? 

– ¡Henry Daniel… –esta a punto de usar el apellido Mills pero no sabe si el no cambio su apellido por Swan, así que se queda callada. 

– Mills, sigo siendo un Mills. 

– Henry, no puedes simplemente dejarle una nota a Emma –rebusco entre unos cajones hasta que encontró su antiguo celular. 

– ¿Qué vas a hacer? 

– Llamar a Emma, ella tiene que saber que estas aquí. 

– No, no la llames –intento quitarle el celular pero la morena retrocedió.

– Henry tengo que hacerlo, Emma es tu madre. 

– Tu eres mi madre… ¿o ya no quieres serlo? –poco después Maléfica bajo las escaleras llevando a una pequeña bebé en brazos. 

– Gina, Lily tiene hambre, ¿te encargas? 

– Claro, pasamela –Regina camino hasta la rubia para agarrar a la bebe en sus brazos. 

– ¿Quién es ella? 

– Es Lilith nuestra hija –La voz de la morena salió tranquila, no notando la forma en la que Henry  frunció el ceño ante la mención de la bebe.

– ¿Su hija?, ¿tienen una hija? –ambas pudieron notar el enojo en la voz de Henry–. tengo una hermana y no pensaban decirmelo. 

– Henry ve a la sala para que podamos hablar. 

Busco la mamadera de Lilith mientras veía que Henry obedecía a sus palabras, una vez que estuvo sentado volvió su vista a su esposa, quien habló sin darle tiempo a decir nada.

– ¿Qué vamos a hacer? 

– Llamar a Emma, ella tiene que saber que esta aquí. 

– ¿Y sobre Lily? 

– ¿Qué pasa con Lily?, ella es nuestra hija y si tenemos que hablar con él lo haremos. 

– Él te llama mamá. 

– Creí que nunca lo escucharía llamarme así de nuevo. 

– Siempre va a ser tu hijo Gina. 

– No lo sé realmente Mal, debemos hablar con él –las dos caminaron a la sala sentándose frente a Henry. Quien pasó la mirada entre ellas unos segundos hasta detenerse en la bebé en sus brazos. 

– ¿Ella es mi hermana? 

– Henry creo que tenemos que hablar bien a profundidad. 

– ¿Ustedes están juntas? 

– Si, lo estamos –Regina tomó la palabra–. Maléfica y yo estamos juntas desde hace tiempo Henry– una pregunta por una pregunta, era un acuerdo sin necesodad de decirlo, ambos lo sabían–. ¿Sabes que hablaré con Emma cierto? –él solo se limitó a asentir. 

– ¿Lilith es hija de las dos? 

– Lo es, Rumple dijo que es producto de la magia. 

– Entonces quedaste embarazada en Storybrooke, donde hay magia. 

– Yo no voy a tener esa conversación contigo –Henry estuvo a punto de protestar pero sabía que era inútil, así que simplemente se decidió por hacer la pregunta que llevaba bastante tiempo en su cabeza. 

– ¿Entonces… sigo siendo tu hijo?, cuando te fuiste de Storybrooke solo dejaste una carta… me llamaste Henry Daniel, por los dos hombres que más amaste, pero… ¿y yo? –Maléfica miró a Regina unos segundos antes de poner una mano en su pierna mostrándole apoyo. 

– Cuando me fui… cuando nos fuimos de Storybrooke fue porque creí que era lo mejor Henry, tú querías estar con tu familia biológica así que te deje para que estuvieras feliz. 

– Pero yo no soy feliz con ellos. 

– Henry… 

– Ellos no son como tú, nunca están conmigo cuando necesito ayuda, dejan que lo resuelva por mi cuenta, ellos dicen que soy un príncipe y que debo resolverlo por mi cuenta. 

– Uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde. 

– Mal… –la morena dio un pequeño golpe con su brazo a su esposa. 

– Perdona. 

– No mamá, Maléfica tiene razón, yo te trate mal y nunca creí que tú podrías irte.

La morena se tomó unos segundos en silencio, necesitaba poner sus ideas en orden por primera vez en un año. 

El momento en que le dijo a Maléfica que estaba embarazada no había sido difícil, la verdad la rubia estaba encantada con la idea de ser madre juntas, así que lo llevaron bien. Un embarazo tranquilo que llegó a término para darle la bienvenida a la pequeña Lilith Mills Page. 

Lilith había nacido en invierno como su madre morena y físicamente con lo poco que se puede decir de un bebé es parecida a Regina, pelo oscuro, ojos marrones intensos y profundos, aunque su piel era tan blanca como la de Maléfica. 

Esa pequeña niña había llegado a su vida para demostrarles a las dos que aún les quedaba mucho por vivir y que su amor era tan fuerte como siempre..

Regina dejó escapar un suspiro lento mientras dejaba a Lilith en brazos de Maléfica para que la hiciera dormir, se levantó del sillón y le tendió una mano a Henry para que también se levantara, sonrió al verlo, ese niño frente a ella era mucho más maduro que él que había visto en Storybrooke un año atrás. Lo atrajo más hacia ella para poder abrazarlo, sintiéndose tranquila y completa. 

– Mañana iremos a Storybrooke.

Mi enorme dragón..Όπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα