Mi Secreto

13

Luego vi a Draco en clases de transformaciones, él se sentó atrás de mi y me enviaba notas cuando nadie veía... una de ellas decía que me amaba muchísimo.

Pronto la clase termino y fuimos casi todos al gran comedor, allí me senté con Hermione, Ron y Neville como casi siempre.

— es el chico más lindo, ¿entienden?

— Neville, ya lo sabemos, repites lo mismo todos los días.- dijo Ron ya harto de escuchar a Neville hablar de Theo.

— perdón, ¿Creen que debería invitarlo a salir?

— si, seguro te dice que si, ve.- dije.

— deséenme suerte.-dijo y luego se alejo para irse a la mesa Slytherin y minutos después verlo hablar amistosamente con Theodore.

— quien lo diría.- dijo ron.

— ya era hora, todos los días hablando de él.

* * *

Horas después estuvimos junto con ron y Dean en nuestra habitación hablando de la jugada que hizo Neville y bromeamos que está noche no iba a llegar a dormir, bueno, cosa que tan solo unas horas después paso, Neville no llego a dormir y no sabíamos si estar felices o tristes, quizá está metido en un lío por culpa de ese tal Theodore, ademas neville nunca se escapa de noche.

— debe estar en alguna de las torres.- Ron trataba de tranquilizarnos.

— son las 4 de la mañana y no vuelve.

— bueno, después de todo es su vida.

— Dean tiene razón si quiere estar con Theodore que lo esté, mañana lo veremos y listo.

— está bien, de todas formas iré a tomar aire fresco.- dije.

— ten cuidado que no te vean.

— lo are.

Luego salí de la habitación, en la sala común no había nadie, el sol todavía no salía y todo parecía estar aburrido.

Minutos después termine en el patio principal a unos metros de la réplica del seuce boxeador.

Estaba pensando en lo mío con Draco y también los problemas que estoy teniendo últimamente. Aún que un ruido extraño me destrajo de mis pensamientos, me puse de pie tan rápido como pude y camine hacia el ruido.

Allí se encontraba un pequeño hurón blanco, estaba al lado de el profesor de artes oscuras, mi tío remus.

— ¡Harry! ¿Que haces a esta hora diambulando por el colegio?- dijo sorprendido.

— nada, solo tomaba aire.

— yo también, aún que no planeaba en el camino encontrarme con un hurón.

— de seguro es de algún estudiante.

— Harry, en hogwarts deben registrar su mascota antes de entrar y creeme conozco muy bien quien tiene hurones en este colegio, son animales fantásticos, simplemente me encantan, pero el punto no es ese, nadie tiene un hurón albino en este colegio.

— ¿Entonces que hará con él?

— ¿Te lo quieres quedar? Aún que no le digas a sirius, prometí no darle más problemas.

— no me gustan los hurones por más especiales que sean.

— solo por un mes o dos hasta que le encuentre dueño.

— está bien, solo uno o dos.

— bien, vete a tu cama y llévate el hurón, si alguien te encuentra en esta situación estarás en problemas.

— si, adiós tío.

* * *
Narrador:

(10 minutos antes)

Draco se encontraba tomando aire en la orilla del lago, aún que algo interrumpio su tranquilidad, a lo lejos se encontraba una figura de una persona que no lograba distinguir, al acercarse se dió cuenta que era Remus Lupin su profesor.

— sabe que está prohibido rondar por el colegio en horarios no permitidos, señor Malfoy.

— lo sé, juro no hacerlo más.- dijo Draco con voz nerviosa.

— ¿Lo juras por Harry?

— ¿Harry? ¿Por qué debería jurarlo por él?

— estaban juntos la noche del baile, los ví, curiosamente entraban a la sala común de Slytherin agarrados de la mano. 
    Y todavía aceptas que sea tu amante, simplemente ridículo.

— pero usted no sabe nada, mi padre me matara si se entera que estoy saliendo con un hombre y encima mucho más si es Harry.

— Sirius también tuvo que dejar atrás a toda su familia para venir con los que realmente lo apoyan.

— con Sirius es diferente, su familia no lo quería y tenían a Regulus para remplazarlo.

— tus padres aun están jóvenes para decidir tener otro hijo.

— sin ofender, pero le acabo de decir hace dos minutos que mis padres me mataran.

— ¡mira! ahí esta mi sobrino, ¿no quieres que te vea aquí no?- luego saco su varita rápidamente y convirtió al rubio en un hurón albino.

— odio que ese hechizo haga tanto ruido— Remus pensó para si mismo.