Capítulo 1 Bruja

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Aún recuerdo como mi padre me contaba historias de terror. Lo que no sabía que algún día yo formaría parte de ello.
El día que pensé, ‘oh voy a morir’, sigue presente en mi cabeza.
Yo, que me encontraba de Turismo en los lugares más alejados de mi país. Sólo encontraba campos, animales, vegetación y cultivos.

Pensar que fue mi primer viaje, y también el último.
Las costumbres de los habitantes de esas zonas fue lo que me sorprendió.

Madre Tierra, Chayar, limpias.

Cosas que en mi familia nunca ví.

Si no hubiera convivido con esa gente en aquel viaje, capaz viviría aún en la ignorancia.

Sin embargo, toda la aventura de mi viaje terminó en mi vigésimo día de turismo en un pueblo rodeado de montañas y su gente extrañamente reservada.

En mi primer día en ese lugar pensé que no estaban acostumbrados a extraños, y por eso su forma sutil de tratarme.
Pero agradecí que me hospedaran.
Al segundo día en la mañana intenté comunicarme con unos niños ofreciéndoles caramelos.
Ellos me sonrieron y agradecieron, pero cuando una señora los llamó corrieron de regreso a su hogar.
La señora miró a los niños y les quitó los caramelos que llevaban, explicándoles que no deben aceptar nada de extraños.
Obviamente los niños se fueron llorando por la pérdida de sus caramelos.
Yo me acerque a la señora para explicarle que no tenía malas intenciones, y ella miró a ambos lados y se acercó con cautela.

‘Vete’

Solo dejo un susurro y pasó de largo.

En ese momento pensé que la señora desconfiaba de mis acciones y quería cuidar a los niños.

Grave error.
Esa fue una advertencia.

Si solo me hubiera ido ese mismo día, tal vez estaría nuevamente en mi hogar sana y salva.

En lo que restaba del día intenté incorporarme en su comunidad.

Al principio nadie se quería acercar a mí.
Pero después de que llegó una anciana, todo pareció cambiar.

En ese entonces pensé ‘ella debe ser la líder de la comunidad’.

Ella parecía saber de mí llegada y me integré a las charlas y a su cena comunal del pueblo para darme la bienvenida.

Fue en ese momento, que comprendí que llegué justo en el día en que se organizaba una fiesta para la buena cosecha de esa temporada.

Tal vez fue el destino, o tal vez mi mala suerte.

Esa noche, todos nos juntamos en unas tres filas de mesas a cenar con vino y carne asada.

En la cabecera de la mesa del medio se encontraba la anciana.
A su mano derecha me encontraba yo, su invitada especial.

Cuando comenzó la cena, todos parecían estar felices de que este año sería buenas cosechas y me agradecían por mi visita.

Yo brindaba cada vez que ellos me servían vino.

La anciana me miraba sonriente con sus manos juntas apoyando su quijada.

No supe en qué momento fue, pero perdí la conciencia.

Solo sé que desperté en un lugar diferente.

Una cueva.

Velas por doquier.

Intenté levantarme pero mis manos y pies estaban atados.

Estaba acostada y aprisionada en una mesa de piedra.

Solo eso basto para comprender la situación.

La anciana apareció en mi vista.

Le grite, le pregunté qué hacía, el ¿por qué?.

Mi hermano es el villanoKde žijí příběhy. Začni objevovat