El acechaba en la oscuridad como un depredador esperando por su presa, ella resultó ser una tentación imposible de ignorar y no fue hasta que la tuvo tan cerca como para sentir su miedo cuando sintió que lo que estaba por hacer era lo correcto...
y...
Dos semanas habían pasado desde la celebración en bienvenida de mi madre, dos semanas en las que transcurrieron muchas cosas. Sin contar que faltaba poco para que las clases volvieran y tenía el tiempo encima como para elegir una universidad pronto, si no, esa decisión sería tomada únicamente por mi señora madre.
Digamos que estoy en ese punto en el que no se que hacer con mi vida, no tengo nada claro aun y eso me lo hace más difícil.
Pero bueno... Les contaré un poquito más sobre la familia jonhs.
Una familia a simple vista de los demás perfecta pero de perfecta no tiene nada. Un divorcio (larga historia), un papá que decidió desaparecer cuando la relación con su ex esposa terminó.
Dijo que iría por huevos y nunca más volvió.
Ya, mis traumas, mis chistes....
Sara: Una mamá en su mejor momento laboral, 46 años , exitosa empresaria y dueña de una agencia de modelaje y amante de la moda.
Sam: Un hermano mayor, 22 años, decidió un día llevar la contraria e irse muy lejos con la excusa de que así tendría más oportunidades de estudio, pero no siempre fue así.
Y yo, Elena jonhs, 18 años, hija menor (eso creo), cabello negro, ojos cafés claros, contextura delgada y tengo lo necesario en todas partes, me siento bien y es lo que importa.
En resumidas cuentas esta es mi familia, hay muchas cosas por decir pero poco a poco.
Desde pequeña descubrí un amor por la lectura y eso me hacia ver como la rarita en mis otras escuelas pero no era algo que me llegase a afectar, es más, más me gustaba y pensaba estudiar algo relacionado con la escritura pero no sería suficiente para mi familia, nunca lo era.
A menos claramente de que estudiara lo que mi madre quería y que entrará a trabajar con ella en la agencia de modelaje, pero no era lo que quería.
He estado muy interesada en la medicina para animales y tiene un por qué , cuando era niña, mi papá llegó a casa con una pequeña caja rosada, al abrirla pude ver que era un pequeño cachorro, era tan peludo que parecía un peluche, se convirtió en mi mejor amigo y crecimos juntos, un día Lucky, enfermó y no sabíamos que le había sucedido, nadie podía hacer nada por él y cuando lo llevamos a la veterinaria ya era muy tarde y me quedé con el sentimiento que yo pude haber hecho algo antes, quiero sentir que puedo hacer algo más por esos pequeños seres que no pueden hablar, quiero protegerlos.
Por esa misma razón quería luchar por lo que realmente quería estudiar, no lo que querían los demás, sé que sería difícil pero aún así lo haría , lo intentaría.
Luego de pensar y pensar y seguir pensando decidí que era un buen día para salir y conocer un poco, tomé mis cosas y le pedí al chófer que me llevara al parque más cercano de aquí, si les soy sincera era la primera vez que salía desde que había llegado a esta ciudad.
Nos detuvimos en un pequeño parque, era muy lindo, estaba rodeado de árboles, la brisa era fresca. Habían familias en la sección de juegos con los niños, unos tantos corriendo al rededor del parque, otros comiendo helado y unos pocos disfrutando de lo que parecía una cita.
¡Qué paz!
Un señor que ya se veía muy mayor como para trabajar se encontraba en una esquina con su carrito de helados, una pequeña fila de personas esperaban uno a uno su turno, yo también me uní, sentía la necesidad de probar uno de sus helados y ayudarle claro.
Mi elección fue el de chocolate con maní, mi favorito, el sabor de este era muy intenso pero así me gustaba entonces no tuve problemas con eso.
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Estaba tan sumergida en mis pensamientos que no note que alguien se había acercado, cuando levante mi mirada pude ver al chico con el que me estrelle aquella noche frente a mi.
—¿En serio, de chocolate?—su cara era de puro disgusto y asco.
