𝐶𝐴𝑃𝐼𝑇𝑈𝐿𝑂 4

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*POV Elan*

El majestuoso santuario que se alza a mis espaldas está en llamas y falta poco para que los escombros comiencen a caer, el humo y el fuego dificultan mi visión pero me esfuerzo por mantenerme a alerta y buscar a mi madre en medio de el caos.

La veo a pocos metros por delante de nosotros, ella sigue luchando contra aquellos hombres que nos emboscaron, a pesar de estar en desventaja numérica logra deshacerse de cuatro de ellos, aunque por la forma en la que han caído es casi seguro que solo fueron enviados como carne de cañón mientras su líder se esconde para dar un ataque sorpresa.

Le gritó con las pocas fuerzas que me quedan, toda mi magia se está desvaneciendo rápidamente por el esfuerzo de mantener la estructura en pie, ella no puede pelear con toda su capacidad, su atención no sé aparta de nosotros desviándose de su batalla principal, un mal movimiento le costará la vida. Sigo gritando que no debe preocuparse por nosotros, insisto en que yo puedo protegernos a los tres, soy el mayor y debo ser capaz de cuidar a mis hermanos.

Pero eso no es suficiente para mi madre que sigue blandiendo su arma a pesar del temor de que podamos morir, y no a manos de los enemigos sino del fuego que ella misma provocó.

Quiero ayudarla, con la punta de los dedos tocó el filo de la espada que he robado al emperador y estoy dispuesto a ir en su salvación a pesar de ser solo un pequeño de doce años, pero algo me detiene, congelado en mi lugar desvió mi atención hacia atrás, Eliot a pesar del terror que siente tiene a Elena oculta entre su pecho quién llora desconsolada y veo las propias lágrimas en los ojos de mi gemelo. Mis opciones se acaban, ayudar a mamá deriva en dejar solos a mis hermanos y ayudarlos es abandonar a nuestra progenitora.

Decido cumplir mi papel como el mayor y corró hasta ellos para cuidarlos, el líder que antes creí iba a atacar por la espalda es muy predecible, pero fue mi error creer que atacaría a una concubina y no a los príncipes herederos. Elena se esconde tras nosotros con sus pequeñas habilidades mágicas intentaba disipar el humo negro que cada vez nos quitaba más la respiración, yo cedo mi espada a Eliot, él le dará un mejor uso que yo y tomó uno de los cuchillos de caza que están tirados debido a la rapidez con la que nos emboscaron.

El hombre cubierto con una capucha negra nos observaba con una sonrisa maquiavélica, era un guerrero experimentado y eso hacia que sus estocadas precisos y potentes fueran certeros, pero se encontraba herido, el lirio blanco hizo un buen trabajo reduciendo su movilidad y velocidad, Eliot y yo logramos mantenerlo al margen por un corto momento, cuando por fin su cabeza de desprendió de su cuerpo en un parpadeo, tras el inerte cuerpo que se tambaleó hasta caer estaba ella cubierta por la sangre enemiga y una expresión aliviada.

Intenté acercarme, aterrado por la sangrienta escena que se acaba de desarrollar, pero lo peor ocurre simultáneamente, el filo de la espada que atraviesa el pecho de mi madre con un corte profundo pero desesperado, pertenece a uno de esos hombres que antes daba por muerto, lo siguiente paso demasiado rápido, Eliot me empujó a un lado cuando él mismo sujeto intentó matarme y me indicó con la mirada una herida de tamaño considerable que mi madre había provocado en su pelea anterior. Entierro el cuchillo en el costado del asesino y luego en su pierna izquierda, se ha desconcentrado por el ataque y cuando se gira con su arma en alto para dar el golpe final deja un margen de acción que es suficiente para que Eliot salte a su espalda y logré degollarlo, otro cadáver más se hace parte del recuento en ese macabro escenario.

Tiró mi arma, mi cuerpo se siente débil y ya no puedo sostenerme en pie, estoy temblando y mi cabeza no termina de procesar lo que acaba de suceder, antes de permitirme reaccionar puedo divisar un rato de luz dorada, Eliot se lanza sobre el cuerpo inerte y con su espada lo atraviesa repetidas veces con furia.

Crown ~ Las joyas de la princesaWhere stories live. Discover now