Capitulo V

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Santiago:

Las canciones de tu madre no cuentan.

Tengo mis contactos, Müller.

Las palabras de la hermana de Cristian rondan por mi cabeza en todo el camino a la cafetería del instituto, no e dejado de pensarla más de lo normal.

Entro a la cafetería y mi mirada se pasea por toda la cafetería deteniéndose en unos ojos grises que resplandecen con la luz de los bombillos. Trago grueso sosteniendole la mirada hasta que ella la desvía, con su expresión inexpresiva que siempre carga, me e preguntado si puede sentir alguna emoción.

La sonrisa arrogante y burlona que me mostró hace unos minutos llega a mi mente haciendo que me sienta extraño y con rabia. Extraño porque me hace sentir cosas que nunca había sentido por nada o nadie y con Rabia porque es la primera chica que se enfrenta a mi y se burla de mí.

Camino hacia la mesa donde están los muchachos y veo a una chica de espaldas con su cabello color chocolate amarrado en una cola alta al lado de Javier, es Ashley.

Me siento al lado de Taylor y todos me saludan.

—¿Que tal si hacemos una fiesta de regreso a clases?—pregunta Johan

—No lo se—habla Dylan.

—Hay vamos no sean aguafiestas.

—Johan tiene una buena idea—apoya Ashley.

—Si, aprovechemos que estas semanas no son tan apretadas —habla Javier.

—¡Si!—exclama Johan.

—Ya vuelvo—les digo dejándolos hablar de la fiesta.

Me levanto de la mesa hacia la encargada de la cafetería, pido una malteada y me recuesto en la barra esperando mi pedido.

Siento un calor en mi lado izquierdo y una fragancia de rosas llega a mis fosas nasales.

—Un jugo de fresas, por favor—hablan a mi lado y reconozco la voz.

Volteo y la miro a menos de un metro de mi.

—Con que nos volvemos a ver, Estrellita—sonrio.

Ella me da una mirada helada pero no dice nada.

—¿No piensas decir nada?.

Nada.

—Quien diría que con una voz tan tierna tienes una actitud más helada que un icerbeg—suspiro.

Abre la boca para hablar pero una voz la interrumpe.

—¡Santiago!—me llama Celeste acercándose a mi, al llegar me mira y mira a la chica frente a mi—¿Que pasa aqui?.

La chica agarra su jugo y se aleja sin decir nada.

—¿Que hacías con ella?—me pregunta Celeste mirándome con los ojos entrecerrados.

—Nada—me encojo de hombros y camino a la mesa con mi malteada.

—¿Dónde la conociste?—interroga Celeste atrás mío.

A Través De La TormentaWhere stories live. Discover now