Ariel: son cosas de adultos, no lo entenderías.

Miranda: si me explicas a lo mejor sí.

Ariel: No tiene caso, tu deberías estar en la escuela, no aquí, ¿Quién te trajo?

Miranda: mi nana.

Ariel: entiendo, hijita ya que no quieres seguir viendo a tus papitos peleando todos los días  ¿No te gustaría que nos viéramos todos los días, así como antes?

Miranda: si abuelito.

Ariel: ¿Qué te parece si te vienes a vivir conmigo?, estoy seguro que la pasaremos muy bien, te daré todo lo que quieras.

Miranda: es que yo quiero estar con mis papitos, los quiero mucho, ellos eran felices cuando trabajaban aquí contigo, no quiero que la bruja mala me lastime.

Ariel: ¿de qué bruja mala me hablas?

Miranda: la señora que trabaja con mi papá, por su culpa él y mi mami se pelean y ya no quiero que se peleen.

Ariel: a ver, cuéntame cómo esta eso.

La pequeña le conto lo sucedido el día anterior.

Arturo y Lucia discutían como siempre.

Arturo: ¿de qué te quejas? nunca te ha faltado nada.

Lucia: pero es gracias a mis padres, no a ti, deberías aprovechar tu trabajo.

Arturo: tu deberías volver a trabajar, desde que regresamos al país te la pasas de compras, malgastando el dinero, te has convertido en una verdadera inútil.

Lucia le respondió con una fuerte cachetada.

Lucia: cállate

Arturo: jamás serás como Regina, una mujer útil para la sociedad.

Lucia: no te atrevas a compararme con esa, porque yo soy mejor.

Arturo: sigues tan equivocada como siempre, en mal momento caí en tu juego y me fijé en ti.

Antes de que Lucia pudiera defenderse a esta ofensa Arturo se retiró de la habitación.

Lucia: ¡maldita Regina!, siempre te las arreglas para fastidiarme la existencia.

Ariel: si esa mujer es tan mala no entiendo por qué tu papa sigue trabajando con ella.

Miranda: porque no tiene otro trabajo- dijo viéndolo con su carita de pena- pero si vuelven a trabajar contigo todos volveremos a ser muy felices.

Ariel: no sé si sea buena idea.

Miranda: ¿abuelito tú me quieres?

Ariel: claro que si hijita. ¿Por qué me lo preguntas?

Miranda: porque cuando quieres a una persona la quieres ver feliz y yo lo seré si mis papitos vuelven a trabajar contigo y dejan de pelearse.

Secretaria: disculpe señor.

Ariel: pedí que no hubiera interrupciones.

Secretaria. Si, pero es que ya llegaron los aspirantes al puesto de ingeniero y arquitecto, usted dijo que quería entrevistarlos.

Ariel: es cierto, es urgente ocupar esas dos vacantes, Miranda discúlpame, pero debo regresar a trabajar.

Miranda: pero no me diste una respuesta.

Ariel: lo siento pequeña.

Miranda bajo su mirada y lo vio con sus ojitos muy tristes, abrió la puerta y antes de irse le dijo.

Miranda: ahora entiendo por qué mi mamita dice que eres un resentido.

Ariel sintió una puñalada en su corazón.

Miranda salió a encontrase con Esperanza.

Esperanza: por tu carita supongo que no te fue muy bien.

Miranda negó con su cabeza.

Esperanza: que mal, bueno criatura al menos lo intentaste, vamos a casa, ya casi es la hora de salida, llamare a tu mamá de camino.

Miranda: por favor no le digas que me Sali de clases, no quiero que se enoje.

Esperanza: acompáñame a comprar unas cosas para la comida será un pretexto.

Las dos salieron de la constructora.

Ariel empezó con las entrevistas de trabajo.

Después de un buen rato Miranda y Esperanza regresaron al departamento, al escuchar que la puerta se abría Daniel camino hasta la sala.

Daniel: al fin apareces Esperanza necesito que.... ¿Miranda? ¿Qué haces aquí?

Cuando Esperanza buscaba en su mente algo convincente para responder Regina entró al departamento.

Regina: nana, me dijo la Miss que fuiste Por Miranda antes de la salida, ¿Qué fue lo que paso?

Las miradas de Regina y Daniel estaban puestas en Esperanza y la niña..

EL GIRO DE LA VENGANZAWhere stories live. Discover now