María Teresa, una lista, muy hermosa pero desafortunada joven fue salvada de un destino horrible y llevada al imperio del sultán Suleimán el magnifico para ser convertida en Candan, la preciosa y fuerte sultana.
Mehmed, hijo de la poderosa sultana H...
Aposentos de la sultana Neylan y del príncipe Ercan
Melisa Hatun
Llegue a los aposentos de mis hijos tratando de calmarme, no quería tener que bajar la cabeza ante Candan pero tampoco quería que ni a mi ni a mis hijos les pasara algo malo, la sultana Aydan era la única que me protegía de su madre, por años trato de que me nombraran sultana pero nunca tuvo éxito, ella ama a sus hermanos y estoy segura que haría cualquier cosa por ellos.
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—Madre, estas bien?— pregunto mi hija, sacándome de mis pensamientos
—Si mi linda hija, solo pensaba en algunas cosas, pero porque aun no estas lista, ya casi es hora de la fiesta— dije con simpleza
—Mi hermana dice que no seremos bien recibidos ahí—
—La sultana Aydan te dijo eso?—
—Dijo que a la sultana Candan no le caemos bien y que no nos quiere en su fiesta— respondió triste, no podía creer lo que decía mi hija
—Seguro fue un malentendido hijita, no te preocupes, eres la hija del sultán después de todo y les guste o no, vamos a estar ahí— respondí, alistándome para salir a la dichosa fiesta.
—Melisa— saludó Hande, quien había entrado a mis aposentos
—Hande, que sucede?— pregunte
—La fiesta esta por iniciar y tenemos que estar ahí para cuando lleguen los príncipes y las sultanas, fue una orden de la sultana Aydan—
—Ay por Allah, la sultana ha estado muy extraña, primero no quiso hablar conmigo, luego le dijo a Neylan que no iba a ser bien recibida en la fiesta y ahora...no lo se, hicimos algo incorrecto Hande?— cuestione, que le habíamos hecho a la sultana
—Dudo que hayamos hecho algo mal, pero quizá la sultana tomo una decicion con respecto a nosotras, es muy probable que ya no nos trate como solía hacerlo, Melisa— siguió, alterándome aun más.
—Recuerdas cuando nacieron mis hijos? ella fue la única que quiso verlos, todos los odiaban pero ella no, me duele que haya cambiado—
—Como olvidarlo, también fue la única que estuvo cuando nació mi hija, fue muy amable— recordó con nostalgia
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