Verte

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La vida puede llegar a tener muchos caminos, en este caso, Kanroji y Obanai se reencuentran en un camino cruzado, ambos se observaron fijamente al caminar de frente a frente, lo que provocó un choque insesperado.
Nadie de los dos se imaginó que se dirigían al mismo camino, asi que Obanai se levantó con rápidez y se sacudió para posteriormente tomar una carpeta que se había resablado de sus brazos, Kanroji aun se encontraba en el suelo, ella, sobó su cabeza y se quejaba del dolor.

—...Disculpeme, ¿Está usted bien?, Lamento haberla tirado, no era mi intención...
Déjeme ayudarle.—

Con voz tensa, dura pero a la vez preocupada Obanai, virilmente estiró su mano para que Kanroji lo sostubiera y así pudiece levantarce...
En el primer segundo que la mujer de preciosos ojos y cabellera poco común tomó la mano de aquel hombre palido, supo que era alguien especial para ella. Las miradas que intercambiaban eran definitivamente de enamoramiento, la piel de ambos se erizaba al rose de sus dedos calidos, las gotas de sudor corrian por la piel de ambos, su respiración se aceleraba cada vez más, al igual que su corazón.

Es así como ambos sintierón esas maravillosas "maripositas" en el estómago...

Pareciera que Obanai la hubiece visto antes, se le hizo algo raro ver a alguien poco común caminar tan apresuradamente

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Pareciera que Obanai la hubiece visto antes, se le hizo algo raro ver a alguien poco común caminar tan apresuradamente... '¿Quién es esta chica?', Se cuestionaba el chico ya que juraba no haberla visto en esta vida.

Kanroji tomó por completo la mano delgada y palida de aquel muchacho. Obanai la levantó con cuidado y tomó su bolso para finalmente dárle este y hacer una reverencia rápida.

—...De verdad lo siento señorita, no me percaté, pero, me alegra que esté bien...—

Dijo Obanai un poco ruborizado, él, se moría de la pena, para él su virilidad era lo primordial. El rubor de el chico no se notaba del todo, ya que llevaba una mascarilla puesta, su cara de preocupación no era tan notoria, su seño fruncido no era de mucha ayuda y mas bien parecía que estaba enojado.

—...¡No hay de que preocuparce!, ¡De verdad me muero de pena!, Tengo muchisima prisa, si no llego no tendré el trabajo...—

Rascandoce su nuca y algo precipitada dijo Kanroji, pues ella iba a ir a su primer día de trabajo a una cafeteria de medio tiempo.
A esta chica le encanta lo dulce, ¡Le encanta todo lo que se pueda comer!, Me identifico con ella, ¿Ustedes no?... En fin, esta muchacha de estatura alta se despidió rápidamente para después ir corriendo a la cafetería; "¡Llego tarde!, ¡llego tarde!". Pegaba el grito en el cielo.

Obanai maravillado miró que iba a la misma dirección a la que iba Kanroji...

¿Qué está pasando contigo Iguro? Acaso, ¿Te pareció conocida?, pero... ¿En dónde la había visto antes?...

Insólito, Obanai quedó estancado mirando esas bellas trenzas largas de Kanroji mientras corría.
Suspiró pesadamente y siguió su camino.

— Tal vez debería dejarlo de lado... —

Mustió entre dientes Obanai mientras caminaba con las manos en los bolsillos.
¿Será que el destino los quiso volver a unir?, ¿O simplemente fué una coincidencia?...

Volverte a ver (Obamitsu)Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum