PRANKSTER ━━ cedric diggory ✓

xxvii.

PRANKSTER
capítulo veintisiete

En las cortas semanas que siguieron al horror que había ocurrido en el Mundial de Quidditch, Molly y Arthur Weasley hicieron todo lo posible por asegurar a sus hijos que estaban a salvo y que no les ocurriría nada si estaban bajo la supervisión de los dos padres pelirrojos o del director Albus Dumbledore. Los siete niños Weasley, menos Percy, que se encerró en su habitación alegando que tenía que hacer un importante trabajo en el Ministerio, pasaron los últimos días de las vacaciones de verano en compañía de sus amigos, jugando partidos de Quidditch en los campos de la Madriguera y hablando del reciente ataque de los mortífagos sólo cuando estaban lejos del alcance de sus padres. Aunque Molly se empeñaba en que sus hijos supieran que estaban en buenas manos, se notaba que estaba preocupada por lo que pudiera depararles un futuro no tan lejano.

Cuando llegó el 1 de septiembre y los niños se despidieron de sus padres en la estación de King's Cross, Clary estuvo atenta a la llegada de Cedric, aunque el chico no aparecía por ningún lado en el andén 9 3/4. No había hablado con el chico desde el acontecimiento de la Copa del Mundo, ni desde su casi beso que terminó con los dos corriendo por sus vidas lejos de los mortífagos.

—Aquí hay uno vacío, —anunció Newt a las chicas mientras se apresuraban por el pasillo del Expreso de Hogwarts. Las tres se amontonaron en el compartimento vacío.

Clary se sentó en el asiento de la ventana frente a Newt, abriendo la pequeña caja de judías Bertie Bott de todos los sabores que tenía en las manos, y Vasantha se sentó junto a la chica Weasley, más cerca de la puerta del compartimento. Clary observaba desde la ventanilla del tren, viendo a las familias por todas partes despidiendo a sus hijos y deseando que tuvieran un gran año escolar.

Mientras miraba, la familia Diggory entró repentinamente, Cedric se despidió de su madre y su padre antes de dejar su baúl con los demás y subir al Expreso de Hogwarts.

Se apartó de la ventana para mirar hacia el pasillo, y Cedric apareció al pasar junto a su compartimento.

Cuando los ojos del chico se encontraron con los de Newt, éste le dedicó una brillante sonrisa, deslizando la puerta del compartimento antes de que sus ojos se posaran en Clary, haciendo que el chico se quedara inmóvil.

—Ahí estás, amigo, —anunció Newt— ¿Dónde has estado?

—L-lo siento, —dijo Cedric, sacudiendo la cabeza e intentando recuperar su habitual comportamiento confiado—. Se nos hizo un poco tarde esta mañana.

—Bueno, vamos, toma asiento, —dijo Newt, moviendo la cabeza en dirección al asiento vacío de al lado—. No vamos a morder.

—Erm, en realidad, le prometí a Heidi y a un par más que me sentaría con ellos hoy. —Dijo Cedric nervioso—. Ella tenía una idea para un par de estrategias de Quidditch que quería consultarme antes de nuestra reunión de equipo de esta noche. —Cedric asintió en dirección a Clary—. Clary,  —dijo en un breve saludo antes de apartarse del compartimento y seguir caminando por el pasillo, con un toque de rubor evidente en las mejillas del chico.