Daniel: pues ya ves que sí, he perdido lo que mas amo en la vida.

Daniel estaba llorando, Gabriel podía percibir su enorme tristeza desde el otro lado de la línea.

Regina y Sofia llegaron al aeropuerto y compraron sus boletos de regreso.

Sofia: ¿le vas a decir todo a mis papás?

Regina: por supuesto, no quiero esconderles nada.

El celular de Regina sonó, lo saco de su bolsa.

Regina: es un mensaje de Esperanza.

Regina lo escuchó "mamita, los extraño mucho, ya quiero estar con ustedes, dile a mi papito que lo quiero mucho y estoy esperando para ir a la alberca a nadar, ¿podemos rezar el ángel de la guarda esta noche los tres?"

El mensaje termino.

Regina soltó un triste suspiro.

Sofia: ¿Qué ocurre?

Regina: no quiero que Miranda sufra.

Sofia: es inevitable, como crees que se va a poner cuando te vea regresando sola y le digas que ya no vera a su papá.

Regina: tengo miedo de no saber manejar esta situación.

Sofia: no tengas miedo, me tienes a mí, a mis papás a Alejandro, a Esperanza, entre todos te vamos a ayudar para que tu y Miranda puedan salir adelante y si Daniel exige legalmente sus derechos tu tienes las de ganar, puedes acusarlo de fraude por la manipulación de la prueba de paternidad, puedo obligar a Gabriel a que confiese y se ponga de nuestro lado.

Regina: No, Sofia, no voy a dañar una amistad, además Daniel no es de escándalos, estoy segura que no exigirá sus derechos como padre por las malas.

Sofia: ¿entonces que vas a hacer?

Regina: seguir con mi vida, voy a hacer de cuenta que jamás conocí a Daniel.

Daniel iba en el taxi muy deprimido, al pasar por varios de los lugares en los que había estado con Regina se sintió muy mal.

Daniel: soy un tonto.

Taxista: ¿Qué dice joven?

Daniel: nada, estaba pensando en voz alta, por favor vaya más rápido necesito llegar lo mas pronto posible al aeropuerto.

Taxi: si señor.

Regina y Sofia se subieron al avión, una lagrima descendió de la mejilla de Regina, su hermana solo le agarro la mano en señal de apoyo.

Daniel compró su boleto de avión de regreso, esperó en la sala de embarque mientras Regina ya volaba a la ciudad de México.

Miranda estaba ansiosa por no tener respuesta de sus padres, no se quedaba quieta parecía que la pequeña presentía que algo no estaba bien.

Esperanza: ¿Qué ocurre criatura?

Miranda: ¿mis papitos no han llamado?

Esperanza: no todavía.

Miranda: ¿y si paso algo?

Esperanza: todo está bien, no te preocupes, seguro se quedaron sin señal o quizás salieron a dar un paseo y olvidaron sus teléfonos.

Miranda: es que, siento algo aquí nana, tengo miedo.

Esperanza: nada de miedos, tu eres una niña muy valiente, te prometo que si en un par de horas seguimos sin tener noticias de ellos yo misma llamo a tu mama.

Aquellas palabras tranquilizaron un poco a Miranda.

Regina y Sofia llegaron al departamento.

Sofia: si quieres me quedo aquí contigo.

Regina: no, prefiero estar sola.

Sofia: bien, entonces si necesitas algo no dudes en llamarme.

Regina: gracias.

Sofia se despidió de su hermana con un fuerte abrazo.

El departamento estaba solo, Regina lo recorrió con su mirada durante un par de minutos, se acercó a una fotografía en donde ella y Daniel estaban junto a su hija, la tomo.

Regina: me mentiste, jamás te lo voy a perdonar.

Regina lanzó el retrato al suelo, quedando hecho trizas, empezó a llorar desconsoladamente, estaba devastada; mientras Daniel apenas abordaba su avión con el corazón hecho pedazos.

Sofia regresó a su departamento, no se sentía muy bien.

Sofia: ¡Dios mío! ¿habré hecho lo correcto?

Esperanza llamó a Regina, pero el celular parecía estar apagado.

Miranda: ¿no contesta?

Esperanza: no mi niña.

Miranda: ¿y si le marcas a mi papito?

Esperanza: no tengo su número.

Miranda: yo me lo se nana.

Esperanza: entonces toma, márcale.

Regina tomó una ducha para sentirse mejor, pero era mucha su tristeza, no dejaba de llorar y de maldecir por haberse enamorado de Daniel.

Miranda llevaba varios intentos para contactar a su padre, pero tampoco tuvo suerte.

Miranda: ¿lo ves? Algo está pasando, por favor llama al hotel.

Esperanza: no recuerdo en donde anote el número, voy a buscarlo.

Cuando Esperanza iba hacia su cuarto escucho que la niña dijo- ¿MAMA?

Al darse la vuelta vio a la pequeña corriendo a abrazar a Regina.

Miranda: que bueno verte, ¿y mi papá donde está?

Los ojos de Regina se inundaron de lágrimas🥺

EL GIRO DE LA VENGANZAWhere stories live. Discover now