#14. Hombres en sus días y mujeres pervetidas.

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El viaje a casa se me hacía eterno, se me hacía más largo que el verano de Phineas y Ferb.

Lo positivo era que “las divas” ya no estaban borrachas.

¿Quién diría que unas cuantas llamadas los pondría asi? Cuando le dije a Jeremy y a Mike que llamaría sus madres cualquier rastro de borrachera se esfumo y cuando le dije a Derek que llamaría a la tia Margaret parecio cobrar vida…siempre funciona.

—Si no fueran tan estúpidos no tendríamos que haber dejado solo en casa a Danny —los regañe.

— ¡No  grites! —grito Jeremy…que mierda.

—No estoy gritando —le dije.

— ¡Si me estas gritando! —grito él.

— ¡No te estoy gritando! —le grite.

— ¡Gritándome! —grito él.

—Ah, ¡el aire es libre!

¿Alguna vez no les ha pasado que todo se queda en silencio y no saben que decir? Pues este es un momento incómodo.

— ¿Sabían que en Portugal a las uvas se les dice pepino y a los pepinos, uva? —dijo Taylor.

— ¿Enserio? —pregunto Leah a lo que los demás se reían.

—No, pero por lo menos rieron —respondió.

—Bueno bajen, apúrense —le dije a los chicos cuando llegamos a casa.

Pero las muy “divas” no podían bajar por si solas porque y las justas podían mantenerse parados. 

— ¿Cuánto seria? —le pregunto Taylor al taxista cuando todos bajamos.

—Nada, es gratis —respondió.

—Wow, ¿enserio? —pregunto Leah.

—Sí.

…bueno no fue exactamente así….la verdad es que no, a mí no me sucede eso, realmente fue como…

— ¿Cuánto seria? —le pregunto Taylor cuando todos bajamos.

—Nada, es gratis —respondió.

—Wow, ¿enserio? —pregunto Leah.

—No, son $5, acaso cree que soy su chofer personal —respondió.

Leah lo miro mal y le pago. El taxi arranco y se fue.

—No quiero entrar a la casa —les dije cuando estábamos en frente de la puerta.

— ¿Por qué? —pregunto Taylor.

— ¿Acaso no te acuerdas la única y última vez que dejamos solo a Danny en casa? —le pregunto Leah.

Flashback

—No Derek, supéralo, los monos no vuelan —le dije mientras abría la puerta de casa.

—Sí, claro —dijo sarcástico mientras pasaba.

Nos empezamos a reír hasta que lo vi… mierda… ¡No puede ser!

— ¡Danny Jacob O’ donnel! Ven aquí inmediatamente —grite lo más fuerte que podía.

—No me llames así —dijo Danny bajando por las escaleras.

— ¡¿Por qué mierda estas azul y que carajos le hiciste a tus cejas?! —le grite.

—Oh… eso —dijo sonriendo removía su cabello azul salpicándonos pintura —un mejorado y nuevo yo —sonrió —nah… la verdad guerra de pintura y… —se empezó a reír mucho —sabían si te pones la pasta de dientes en las cejas, se caen —dijo ahora serio.

I'm not a boy, idiot!Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ