Ana y Sara

2. Sara

El maldito de su ex esposo volvía a dar excusas para evitar pagar la totalidad de la pensión alimenticia. Cuanto lamentaba el padre que le había dado a Eva, no entendía como podía haber estado enamorada de aquel hombre, cada vez que lo analizaba terminaba totalmente confundida, ni siquiera el sexo era bueno, quizás sus amigas tenían razón y le había hecho algún tipo de brujería.

Aunque su trabajo le daba lo suficiente para vivir, no era lo suficiente para estar tranquila, la niña tenía ciertos gastos y ella no quería que su infancia tuviera falencias, demasiado tenía con un padre ausente y mezquino.

La solución era alquilar una habitación, cuando su padre falleció le heredo el departamento, al parecer intuía que el hombre que había elegido su hija era un desgraciado. Ella había remodelado y diseñado el lugar para que coincidiera con todos sus gustos, amaba su hogar y estaba agradecida profundamente con la bondad de su padre. Compartir este espacio con un extraño no sería fácil, pero no le quedaban muchas opciones.

Luego de colocar el anuncio, recibió muchas respuestas, casi todas fueron descartadas de inmediato por lo que fueron pocas las visitas. La primera fue un hombre que fue descartado por su mirada lasciva, un par huyeron al saber de su hija y la última iría esa tarde, con suerte seria alguien agradable.

A la hora pactada escucho el timbre del portero, una voz grave y femenina se anunciaba, luego de un momento abrió la puerta con una sonrisa y vio una mujer un poco más alta que ella, tenía los ojos miel, su cabello castaño y enrulado se acomodaba de un lado mientras que el otro estaba rapado. Las dos se miraron por un momento, quizás uno demasiado largo, porque cuando aquella mujer encontró su voz estaba totalmente colorada. Se llamaba Ana, parecía algo tímida, le encanto la manera que miraba maravillada su hogar, cuando le conto de su hija, temió por un momento que huyera, pero luego de pensarlo un momento, acepto el trato. Ese día, Ana no se quedó demasiado tiempo, luego de una breve despedida salió del departamento, quedando volver dentro de un par de días. Intercambiaron información antes, se preguntaba si Ana la buscaría en las redes sociales como lo estaba haciendo ella. Parecía un alma libre y amable, Sara esperaba que fuera una bocanada de aire fresco ante tanta realidad.

Luego de un gran suspiro, fue a preparar la merienda de Eva, volvería pronto y seguro llenaría su hogar de historias y de risas. Todavía debía contarle que pronto tendrían compañera de piso, no sabía cómo lo tomaría la niña, pero conociéndola probablemente estaría emocionada. Sería una nueva etapa para ellas, deseaba con todas sus fuerzas que las cosas resulten bien.