Escapando Del Matrimonio

Capítulo Dieciséis

—La próxima vez que me invites a cenar ponle algo a la invitación.

—No habrá una próxima te lo aseguro—Dije mientras esperábamos el ascensor.

—Gracias a dios, porque enserió no te tolero. —Lo mire mal.

—Mejor quédate.

—No.

Entramos los dos al elevador.

— ¿Si no me soportas porque vienes?

—No desaprovechare una cena gratis—Solté una risa.

—Pensé que podías pagártelo tu solo.

—Si puedo, solo que esta vez no quiero. —Se encogió de hombros restándole importancia.

Salimos del elevador y nos encaminamos hacia su auto.

— ¿A dónde vamos?—Pregunte.

—Elige tú. —Me puse el cinturón de seguridad.

— ¿Te gustan las hamburguesa?—Me miro.

—Sigo una dieta especial.

—Que bien, porque hoy la romperás. —Negó la cabeza con fastidio.

—Ni lo sueñes.

****

—Aquí está su orden. —La camarera puso los dos platos frente nuestro.

—Gracias. —le sonreí.

—No sécómo me deje convencer por una chica tan torpe como tú. —Estaba serio, como siempre, se había arremangado la camisa hasta los codos y se abrió los primeros tres botones

Tenía los brazos cruzados en su pecho mientras me observaba con fastidio.

—Vamos princesa, por un día que rompas tu dieta no será el fin del mundo—Articulé mientras le daba una mordida a mi hamburguesa.

Me miró con el ceño fruncido mientras yo masticaba mi comida.

—Deja de mirarme. —Dije molesta.

—Termina de comer y después habla. —Suspire con fastidio.

—Odio que me vean comer. —Le di otra mordida a mi hamburguesa.

—No me interesa. —Lo mire con cansancio.

—Deja de ser tan tosco y come—miro su plato y después a mí.

—No voy a comérmelo

—Bien, más para mí. —Estuve a punto de tomar su plato de comida, pero me dio un manotazo.

— ¡Oye!

—Solo comete esa hamburguesa. —Señalo mi plato.

— ¿Por qué?

—No es bueno para ti toda esta comida chatarra.

—Aww ¿te estás preocupando por mí? —Dije con falsa ternura.

—Yo no me preocupo por alguien que no sea yo—Murmuro sin nada de gracia—Además toda esa comida chatarra no es buena.

—Para nadie lo es Logan y aun así la comen. —Masajeó su sien.

—Como quieras. —Dijo al final y una idea paso por mi mente.

—Te propongo algo. —Me miro—Comerás tu hamburguesa y dejaras de lado tu dieta.

—Ni lo su...

—No he terminado—Lo interrumpí—Tu comes tu hamburguesa y mañana me mandaras tu dieta del desayuno, solo del desayuno. —Advertí.