Capítulo 9 Demasiada atención🌿

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Luego de que el Papá enviará una carta a cada reino anunciando que había encontrado al príncipe de la luz, todo se volvió un caos, muchas personas iban ahora a aquel pequeño pueblo, que hasta ese momento era desconocido ahora era un lugar donde la gente iba y venía, muchos querían ver al príncipe de la luz, tomar su mano y recibir sus bendiciones.

Por ello había mucha gente ahí, pero pocos podían verlo, ya que el rey no solía dejar el bosque encantado y estaba prohibido que los humanos fueran haya, incluso a las afueras de este había muchos caballeros resguardando el bosque, pues la seguridad del príncipe de la luz era la mayor prioridad.

Pues si era cierto lo que decía la profecía que la oscuridad llegaría y hundiría el mundo en las tinieblas, era muy necesario que el príncipe estuviera a salvo, el caballero que ya había entablado una amistad con él Rey, con frecuencia lo veía a las afueras del bosque y conversaba con él, no podía dejar de admirar su belleza y porte delicado, no podía a veces creer que él fuera el salvador del mundo, y a la ves eso le causaba cierta tristeza porque si todo iba a ser según a la profecía el príncipe caería en un sueño profundo después de salvar el mundo.

El caballero se despidió del joven rey que regresaría al bosque, ya que sólo había salido para hablar un rato, además aún tenía que enseñarle magia a Arturia era algo que el no dejaba de lado ya que para él era importante que Arturia supiera usar magia de forma adecuada, aquel caballero beso la mano del rey y lo vio partir, sin duda admiraba a aquel chico de sonrisa amable.

En un reino no tan lejano había un joven príncipe que estaba molesto por el anuncio del príncipe de la luz, ya que el se consideraba el príncipe tan esperado por siglos, sin embargo ahora de la nada se anunciaba que el príncipe de la luz también conocido como hijo de la luna había aparecido en un lugar lejano y poco conocido.

Fue molesto a ver incluso al Papá pero este rechazo el verlo, pues este era firme cuando hablaba y que un chico como el dudará de su palabra era un insulto. No le quedó de otra más que regresar a su reino indignado.
Mientras que el sumo sacerdote fue a visitar al joven rey, llevándole varios obsequios que las personas le enviaban, era idolatrado como si fuera alguna especie de divinidad.

Oberon - Gracias por traer todo esto, a las hadas les gustará - dijo amablemente

Sumo sacerdote - Sabes eres todo una celebridad haya a fuera su majestad

Oberon - Ah... Es demasiada atención, me gustaba más cuando nadie sabía de mí - suspiro

Sumo sacerdote - Ja ja te acostumbrarás muchacho - dijo aquel hombre con voz ronca - ¿por cierto como te va con la pequeña?

Oberon - Aprende rápido, aunque el otro día casi provoca una explosión, tuvimos que correr para evitar salir lastimados - sonrió levemente recordando aquel suceso

Sumo sacerdote - Ya veo, eso es bueno, me tengo que ir  solo vine a ver como seguías príncipe de la luz, cualquier cosa que necesites solo dile a los caballeros y ellos te conseguirán lo que quieras - se iba alejando poco a poco

Oberon -¡Sumo sacerdote, puede decirme solo Oberon! - dijo en voz alta

Sumo sacerdote - Tan humilde como siempre joven rey - sonrió levemente y se alejo de las fronteras del bosque

Oberon fue acompaño por algunos caballeros adentro del bosque para poder llevar todos los regalos, estos se asombraron de lo hermoso que era el bosque otoñal, Oberon los fue guiando por el bosque hasta que llegaron a la pequeña cabaña que el mismo había hecho, los guardias al ver la pequeña casa en donde vivía el rey pensaron que era muy común para alguien como él, sentían que el merecía algo más bello y grande así que le sugirieron que ellos mismos reconstruirian la cabaña desde cero.

El rey acepto, y al día siguiente algunos caballeros llegaron con ropa simple y empezaron a trabajar con la construcción, Oberon estaba ahí supervisando, mientras que Arturia y las hadas iban al río a jugar, Blanca se había quedado con el rey, durante el transcurso del día todo fue tranquilo, estaba empezando a anochecer, el joven rey iba escoltado a los caballeros fuera del bosque, para que pudieran irse a descansar ya habían hecho  mucho por ese día, estos se estaban despidiendo de él, los vio alejarse de poco a poco el regreso al bosque activando de nuevo la barrera mágica que protegía el bosque otoñal, de nuevo había varias mariposas al rededor del bosque.

Al regresar al bosque se dirigió a la casa que ya estaba terminada, le sorprendió lo rápidos que habían sido los caballeros, entró a esta feliz le habían ayudado incluso a acomodar los muebles dentro de la casa, escucho a lo lejos unos pasos sabía quien era, recibió con los brazos abiertos a la pequeña Arturia quien venía con varias flores en sus manos, lo abrazo y el la cargo, le mostró la casa y su nueva habitación, ahora tenía habitación propia, las demás hadas también tenían una propia, todos estaban felices explorando la pequeña casa, yendo de aquí para haya.

Les dio de cenar y luego los mando a dormir, primero llevo a las hadas a dormir y al final llevo a la pequeña a su habitación para que pudiera dormir, la acostó en la cama, la arropó y le empezó a leer un cuento para que se quedara dormida.

Cuando se quedó dormida, el se fue a su propio cuarto, se sentía un poco extraño el tener una habitación propia, se acostó en la cama y cayó dormido de inmediato, estaba agotado había sido un día largo así que ni si quiera cambio su ropa para dormir.

☪⃟Hเʝσ ∂ε ℓα ℓᴜɳα🌙Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz