---𝑃𝑟𝑖𝑚𝑒𝑟 𝑑𝑖́𝑎---

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 Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 6 AM

El sol se encuentra iluminando gran parte de la ciudad, aunque no tanto como en el comienzo del verano, ya que estamos en mitad de marzo y el otoño se está acercando y con ello, el aumento en la duración de las noches y las bajas temperaturas. En uno de los edificios ubicado cerca de los bosques de Palermo, en el séptimo piso, podemos ver a una familia compuesta por un padre de 44 años, una madre de 42 años, un hijo adolescente de 17 años y una hija de unos 11 años de edad, ambos padres se encuentran en la cocina preparando el desayuno para todos, el hombre, posee un buen físico, es de cabellera castaña, de piel casi bronceada, ojos de un color marrón oscuro, una camisa blanca, unos pantalones de vestir negros, zapatos negros y lo más resaltante, es un anillo dorado en el dedo anular de su mano derecha, que demuestra que es un hombre casado.

-Hoy será el primer día de ambos... espero que puedan disfrutar... en especial Tom... es su último año de secundaria... y no ha conseguido ningún amigo...- mencionó el hombre apenado por su hijo, para luego tomar un largo sorbo de su taza de café, mientras que su esposa, una mujer de cabellera rubia, ojos celestes, piel pálida, viste un traje color azul con bordados negros, unos zapatos de taco bajo y al igual que su esposo lleva un anillo dorado en el dedo anular de la mano derecha –No es necesario que te preocupes... sé que esta vez lo logrará... por otro lado Martina parece que se le facilita mucho el socializar... hablando de ellos... creo que es hora de ir a despertarlos- dijo con una pequeña sonrisa mientras terminaba de preparar el desayuno de sus dos hijos.

El padre soltó una pequeña sonrisa se dispuso a retirarse de la cocina y dirigirse a las habitaciones de sus dos tesoros, paso por el amplio y acogedor salón, el cual está decorado con cuadros familiares colgados en las paredes, junto a bellas imitaciones de las obras de arte más reconocidas de la humanidad, un gran sillón con forma de L el cual puede dar cabida a un total de siete personas, una televisión plasma de unas cincuenta pulgadas a unos metros frente al sillón, con una pequeña mesita de té en medio del camino entre el sillón y la tv, y unas puertas corredizas que dan paso a un gran balcón cubierto, el cual tiene una hermosa vista del sol elevándose desde el horizonte. Al salir del salón, entró en el pasillo, el cual también las paredes están adornadas con algunos cuadros, del lado izquierdo del pasillo se haya la puerta del cuarto de su hija. El hombre abrió la puerta y pudo ver a su hija de 11 años, de piel casi bronceada, y con un cabello de color castaño claro, la pequeña se encuentra dormida plácidamente en su cama rodeada de pequeños peluches, su padre miró el cuarto de la niña y soltó un largo suspiro, la pequeña tiene a un lado de su cama, un escritorio de gran tamaño, donde se haya una computadora y varios libros, frente a la cama se encuentra un televisor de 40 pulgadas amurada a la pared, y una ventana la cual tiene las persianas cerradas, en la pared donde se haya el escritorio, pero la razón del suspiro se debe a que la niña tiene su cuarto hecho un desorden, él encendió la luz del cuarto y luego se acercó hasta estar a un lado de la cama y con su mano derecha comenzó a dar pequeñas palmaditas al hombro de la niña para que despertase.

-Martina... vamos hija... es hora de levantarse... hoy es el primer día en tu escuela nueva...- mencionó el padre con un tono cálido, logrando que su hija lentamente abra los ojos, pero los cerró nuevamente por culpa de la luz –Papá... ¿Qué hora es?- preguntó con mucho sueño la niña, para luego soltar un largo bostezo, mientras hace algunos estiramientos desde la cama, el padre le dio una caricia en la cabeza, para luego voltear hacia la puerta –Son las 6:15 am... es temprano... pero no quieren ver el colegio antes –respondió dando una pequeña sonrisa a su hija, quien se emocionó y rápidamente se puso de pie para prepararse para su primer día, mientras que su padre se retiró del cuarto y siguió caminando por el pasillo, hasta llegar al segundo cuarto, el cual pertenece a su hijo. El hombre abrió la puerta y pudo ver que la luz estaba encendida, entrando en la habitación pudo ver a su hijo despierto leyendo un libro de mitología, el joven, posee un aspecto deportivo, tiene cabellera rubia y ojos azules, se encuentra listo, vistiendo una camisa blanca manga cortas, un pantalón de uniforme color grisáceo y unos zapatos negros, el joven se percató de que su padre entró en la habitación, pero decidió continuar con su lectura –Siempre te encuentro despierto... me alegra saber que seas tan responsable... pero eso le quita un poco de la diversión de ser padre...- dijo con una pequeña sonrisa, mientras ve la habitación la cual es similar a la de su hermana, con la diferencia de que su escritorio es de mayor tamaño, además su cuarto se encuentra ordenado, la persiana se encuentra arriba, dejando entrar los rayos del sol, la ventanas están abiertas y posee dos bibliotecas las cuales están repletas de libros de varios temas, desde obras de literatura clásica y moderna, a libros de ciencia y otros varios de política.

Demon God: The ProtectorOnde histórias criam vida. Descubra agora