-¿¡EN QUE NO ME CABE NINGUN VAQUERO!? ¡ESE ES EL PROBLEMA!

-Pero tienes más cosas aparte de vaqueros ¿no? Ponte otra cosa.

-Pero quiero un vaquero...

-Pues cómpratelo en premama, seguro que hay de tu talla.

Me puse un cojín de escudo cuando vi que cogía uno de sus tacones y me lo tiraba.

-Oye que eso duele- seguía riéndome.

-Pues cállate ya. No quiero ropa premama, quiero ropa de tiendas normales.

-Pues siento decirte, que hasta que no tengas a los bebés, tendrás que ir a tiendas premama.

Suspiró.

Me levante de la cama y me acerqué a ella.

-Vamos a desayunar- dije tirándole del brazo.

-No quiero comer, engordare más.

-Tienes que comer, te recuerdo que tienes a dos personitas dentro de ti que tienen que alimentarse.

-No quería engordar tan rápido...

La ignoré.

Era mejor dejarla con su drama por que de todos modos no me escuchaba.

Menos mal que decía que no quería comer, por que cuando le hice de desayunar. No dejó nada.

Y lo prefería así.

Si se obsesionaba demasiado dejaría de comer y eso no le viene bien a nadie.

Desde que fuimos al ginecólogo ya había pasado una semana y ella seguía todos los pasos que Alicia le ordenó, menos el de tomarse la vida con calma.

Aunque ella decía que si.

Últimamente se estresaba por nada y por todo y eso fue algo que Alicia le prohibió, estresarse.

Si ella lo hacía, los bebés también y no era bueno, para ninguno de los tres.

Pegaron a la puerta y fui yo el que la abrió.

-Buenos días, jefe- dijo Marcos- han traído otro paquete para Aly.

Entorné la puerta para que ella no escuchara.

-¿Lo has revisado?-Pregunté en voz baja.

-Si,jefe. Dentro hay dos bebes de juguete sin cabeza y con sangre.

Apreté los dientes y los puños.

-No le digas nada a ella y deshazte de la caja.

Maldito Scott.

-Como ordene.

-Gracias- dije abriendo la puerta de nuevo.

Al entrar Aly me estaba mirando.

Me hice el loco y me senté con ella de nuevo para seguir desayunando.

-¿No vas a decirme que quería Marcos?- preguntó.

Mierda.

-Quería decirme una cosa de la empresa- mentí.

-¿Que cosa?

Joder.

-Cosas de arquitectura que no vas a entender, come ya.

-¿Me estás llamando tonta?

-Te estoy llamando cotilla.

-Perdón por preocuparme por la vida laboral de mi novio.

Suspiré.

**

Por la tarde, mientras Aly dormía, yo subí a la terraza a fumar y para hablar con Sebastian.

Llevaba días queriendo hablar con el sobre un tema importante, pero no he tenido tiempo ni tampoco privacidad.

-Dime- dijo al descolgar.

-¿Esta la rubia cerca?-No quería que Amber se entera.

Me encendí un cigarro.

-No, ha salido con Tyler.

-Bien, por que quiero hablar contigo.

-¿Sobre que?

-Sobre pedirle matrimonio a Aly.

-¿Vas a pedirle que se case contigo?- preguntó sorprendido.

-No, con el vecino ¿eres tonto?

Escuché como se reía.

-¿Tienes pensado algo?

-No, aún no- pegué una calada -pero tiene que ser especial y épico.

-Pero tendrás que esperar a que tenga a los bebés ¿no? Lo digo por el vestido y eso... y por la luna de miel. Si vas con ella embarazada, vas a quedarte a dos velas, amigo.

-Obviamente será después de que nazcan los mellizos.

-¿Y que harán con ellos?

-No lo sé. Tendremos que esperar un par de años, pero quiero pedírselo ya.

-Pues pídeselo.

-Es la mujer de mi vida y no quiero esperar más. Si hace falta me voy a un juzgado, me caso y cuando nazcan los bebés me vuelvo a casar con una gran fiesta, como ella quiera, me da igual. Solo quiero que sea mi mujer.

-Pues no esperes más y hazlo. No te dirá que no, estoy completamente seguro.

-Si me dice que no...

-No lo hará- me interrumpió-esta enamorada de ti y tu de ella. Nunca he visto a nadie mirar como os miráis vosotros y ademas, vais a ser padres, joder.

-Lo sé, pero esta desquiciada con las hormonas y a lo mejor no quiere casarse.

Le pego una última calada al cigarro y lo tiro.

-Si que quiere.

-No se lo digas a la rubia, que es una maruja y todo lo cuenta.

-Oyeeeee, no te pases que subo.

-No quiero que nadie lo sepa.

-Esta bien, no diré nada.

Suspiré.

Eso espero.

Enséñame a olvidar #2 |+18| Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora