La supuesta propuesta de matrimonio.

—¡Oh, vaya! —Se quejó esta, haciendo una mueca—. Hoy tenía un presentimiento especial —Eso también lo decía todos los días—. ¡En serio! Incluso lo he soñado.

—No es una petición de matrimonio pero... —murmuró Marinette, entonces, releyendo la carta—; sí que hay una propuesta...

—¡¿Cuál?!

—El caballero me invita a palacio el día 29.

—¡¿Qué?! ¡Vaya, eso es fantástico! —exclamó Tikki recuperando el entusiasmo.

Fantástico... Pensó que sí, lo era. Aunque sobre todo le parecía algo sorprendente e inesperado.

Hasta ahora el Caballero no había demostrado ningún interés por conocerla y después del problema que tuvo con Lila Rossi durante la prueba de su vestido, creyó que su familia se habría quejado al rey por su atrevimiento. Sabía que los nobles tenían por costumbre quejarse por todo; eran como los niños mimados del gran padre de Ingary, que era el monarca.

Puede que los Rossi no sean tan amigos del rey como dicen...

—¡¿Irás?! ¡¡Tienes que ir, Marinette!!

—Pero... ¿Qué pinto yo en Kingsbury? ¡Jamás he estado en un lugar como ese!

—¡Pero vas a conocer al Caballero! ¡Nadie ha tenido tal honor! —Le recordó su amiga, aunque solo logró ponerla más nerviosa—. ¡¿No te das cuenta?! ¡Por eso no te ha pedido que te cases con él por carta!

>>. Tiene planeado hacerlo en persona. ¡Oh, es tan romántico!

Marinette volvió a leer el documento en busca de algo que sugiriera tales intenciones. Bueno, el inicio era bastante cariñoso y cercano, y era verdad que una invitación como esa indicaba que el caballero pretendía tratar algún asunto de importancia con ella.

Pero, ¿matrimonio? ¡No tenía por qué ser eso!

Ardo en deseos de verte.

Marinette detectó fuerza e intensidad en esas palabras... ¿podía ser cierto?

Resopló, con ligero agobio, y se sentó en el taburete que tenían detrás del mostrador. Se abanicó con el pergamino y respiró hondo.

—¿Qué ocurre? ¿No estás contenta?

Tikki la siguió y se apoyó sobre la superficie de madera a su lado, con la cabeza apoyada en sus manos y una enérgica sonrisa en su rostro.

—No lo sé... —respondió—. ¡Estoy confusa!

—¡Pero es el Caballero!

—¡Sí, lo sé! ¡Y ha sido encantador hasta ahora! —Se mordió el labio inferior—. Pero no le conozco, Tikki.

>>. ¿Cómo podría aceptar su propuesta de matrimonio si no sé nada de él?

—A lo mejor te enamoras de él nada más verlo —sugirió ella con sencillez y se encogió de hombros—. Esas cosas pasan.

—Ya, pero...

—¿Cuál es el problema de verdad? —preguntó, torciendo el rostro—. ¿Es por Chat Noir?

Marinette desvió la mirada y después, releyó la carta en silencio. Vaciló un momento y al final, reveló:

—El día 29 es... el día que Chat Noir eligió para nuestra boda...

—¿Acaso piensas casarte con él?

—¡No! Pero... él cree que sí o al menos finge creerlo y... no sé... yo... —Hizo un mohín al mirar al techo y después clavó sus pupilas azules en la otra chica—. ¿Qué pasa si me voy a Kingsbury ese día y Chat Noir aparece?

Maullidos a la Luz de la Luna (Reto Marichat May 2021)Where stories live. Discover now