—Mami... —se volvió a su madre pero la oración murió en su boca. Porque cuando vio ella vio el rostro de su madre ella cayó.

Su madre, Miranda, estaba mirando el televisor horrorizada, tenía su taza de café en la manos apretándolas con firmeza.

Sofia tragó saliva, nunca había visto esa expresión en el rostro de su madre.

—Mami, ya atraparon al hombre malo —dijo frunciendo el ceño y viendo como ahora mostraban el arresto del dios Loki, sacándolo de la torre de los Vengadores mientras muchas personas trataban de entrevistar a alguno de los héroes sin éxito— ¿Verdad?

Entonces la mujer miró a su hija y tragó saliva, y esbozó una sonrisa. 

—Claro que sí, siempre atrapan al hombre malo —dijo ella— Siempre lo atrapan.

Entonces la niña sonrió más calmada.

—Bueno, porque yo voy a atrapar al hombre malo la próxima vez —dijo mientras su rostro se iluminaba pensando lo victoriosa que saldría.

Entonces su madre frunció el ceño rápidamente y la miró fijo.

—¡Eso si que no! —le dijo mientras dejaba su taza en la mesa de la sala. 

— ¿Por qué no? —preguntó la niña de inmediato y haciendo un puchero.

—Estás muy pequeña Sofia —respondió su madre y de la nada el ambiente se relajó—, y no puedes pelear siendo pequeña, además los superhéroes no tienen su cuarto todo desacomodado.

La niña abrió los ojos lo mas que pudo.

—Los héroes no necesitan limpiar su cuarto —dijo en respuesta rápida— Ellos deben tener gente que los ayude con eso, porque siempre están salvando al mundo. 

La mujer castaña se cruzó de brazos, y arqueó ambas cejas

—Pero aún así mi amor, eres muy pequeña —dijo su madre agachándose a la altura de su hija y tomando ambas manos de la niña—. Y sabes muy bien que tienes que ocultar todo esto, al menos por un tiempo más.

—Pero esos sujetos no lo ocultan... —la voz de Sofia se volvió mas baja y aguda, tratando se hacer un puchero.

—Lo sé, pero no todos van a estar de acuerdo con lo que ellos hagan —dijo su madre entonces acariciando su mejilla— Por mucho que hagas el bien, sí para las personas eres diferente te van a juzgar en una balanza y pondrán más peso a tu diferencia que tus acciones.

En ese momento la pequeña no había entendido porque su madre siempre insistía a que no mostrara sus poderes. Ella siempre había sido reservada con ese tema con los demás.

En casa, Sofia podía usar sus poderes de la manera que quisiera, y para ninguna había problemas. Sin embargo, fuera de las puertas de su casa Sofia no podía usarlos, debía actuar como alguien más que no podía mover el viento a su voluntad, que no podía volar gracias a este, o escuchar conversaciones a grandes distancias.

Aunque de esa última habían siempre sus excepciones.

Sofia no lo sabía en ese momento. Pero su madre tenía mucha razón.

Sólo que lo sabría pronto.

—Te amo mucho, princesa —dijo su madre tomando una las manos de su hija y trazando una figura en la mano derecha de su hija y dándole un beso en la frente— Y sabes que sólo quiero cuidarte, ¿Lo sabes verdad?

Spider-Man And Wind Dancer [Peter Parker & Sofia Mantega]Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum