—Es un gusto conocerlos a todos — dijo tímidamente, algo que enterneció a Anthony.

—Ella es Lizzy, su doncella — presentó a una joven más o menos de la edad de Liviana.

—Será un placer servirle milady — dijo la muchacha a lo que Liviana le respondió con una sonrisa.

Siguieron con la presentación de todo el personal hasta que entraron a la mansión, el ama de llaves junto a su doncella le enseñaron la casa, las habitaciones, cocina, comedor, la sala de té, de baile, y otras recintos, sí que era enorme aquella residencia. Liviana cayó exhausta en el sillón del salón verde junto a Anthony, quien se había sentado en otro.

—Es enorme— dijo ella abanicándose.

—Nada menos que para los futuros duques de Agnes, justo así es como vive un duque.

—Pero creo que hubiera sido mejor algo más pequeño, es muy grande  para estar sola aquí — dijo Liviana nuevamente sin pensar en sus palabras.

—¿Por qué lo dice milady? — preguntó Anthony llevando el vaso de jugo a su boca.

—Porque es la verdad, Marcus se pasará todo el día fuera y yo me quedaré aquí sola —respondió ella.

—Pero piense que pronto tendrá hijos y que ellos ocuparán su tiempo, y no se sentirá tan sola. Espero que esté preparada para dar a luz aproximadamente a cinco hijos, porque es la cifra que desea Marcus.

El duque rió ante su comentario pero no duró mucho al ver la mueca que hizo Liviana.  En cambio, ella sufrió por la información, Marcus quería hijos, pero él no los quería con ella, y eso le dolía.

—¿Dije algo que la ofendió milady? — preguntó Anthony preocupado.

—No, nada de qué preocuparse.

— Milady — llamó el ama de llaves —. La duquesa de Agnes está aquí.

—Hágala pasar — dijo Liviana, pensado que seguramente ese era el día de las visitas.

—¡Liviana querida! —  la duquesa entró sonriendo, pero al ver al mejor amigo de su hijo sentado y conversando con su nuera frunció el ceño y su sonrisa disminuyó —. Duque, ¿qué hace aquí?

—Excelencia — se levantó y saludó a lady Lilian —. Vine a conocer personalmente a la esposa de mi amigo.

—¿Y mi hijo dónde está? — preguntó mirando a su alrededor.

—No está aquí —  fue lo único que pudo decir Liviana, la cual estaba roja de la vergüenza —. Pensé que estaría con usted.

—Pues no, especulé encontrarlo aquí, recibiendo su nueva residencia — respondió lady Lilian.

Lady Lilian estaba más que enfadada con su primogénito, ¿cómo era posible que Marcus no se encontrara junto a su esposa? Y que en lugar de él, estuviera  otro hombre. ¿Qué dirían los aristócratas si se llegara a saber esto?

—Liviana, ¿puedes, por favor ordenar a hacer un té para mí? — pidió la duquesa.

—Claro — Liviana caminó hacia la cocina dejando a solas a lady Lilian y al duque.

—Ahora me vas a decir en dónde está mi hijo, y no lo niegues,  porque sé que estaban juntos.

—Él está bien, solo que estaba algo indispuesto para presentarse aquí y dar la cara a su esposa — respondió.

—Entonces, mi hijo huyó de sus deberes como esposo, y no consumó el matrimonio — afirmó lady Lilian, pero la idea se asomó en su cabeza y la dejo ir —. ¿No me digas que se encontró con esa, lady Ashton?

Miserable Matrimonio (Saga #1 «Amores Encadenados») Where stories live. Discover now