*Tocaste la puerta de su casa repetidas ocasiones hasta que finalmente abrió. -¡Ohayo Eren!
*Te invitó a pasar a su casa y mientras escondías algo detrás de tu espalda lo miraste con una sonrisa. -Te he traído un regalo. -¿Ah? Pero...no es mi cumpleaños. -No necesita ser un día especial para demostrarte lo mucho que me importas Eren.
*Se le notaba algo avergonzado y sonrojado y ligeramente feliz, realmente tus acciones lo hacían sentir amado.
*Era una caja de regalo mediana, la pusiste en la mesa mientras él la abría.
*La caja contenía un cachorro.
*Los ojos de Eren volvieron a tener por unos minutos el brillo característico y apasionado de su adolescencia.
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*Lo tomó en sus brazos y te agradeció, estaba contento.
*Le preguntaste por el nombre que le pondría y este dudó, entonces le diste dos sugerencias: Tatakae y Libertad.
*El prefirió libertad mientras que tú querías el de Tatakae, así que lanzaron una moneda.
*Ganaste.
*Ya era tarde y el toque de queda pronto iniciaría así que decidiste marcharte.
*Te abrazo fuertemente por detrás y te hizo una cara de puchero.
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-No te vayas, no me dejes solo. -Eren no empieces, sabes que tengo que irme no quiero que me agarre la policía. -Entonces no te vayas, quédate a dormir esta noche conmigo y nuestro hijo.
*Aceptaste.
*Se te ocurrió la brillante idea de crear una nueva historia en Wattpad llamada: Un perro llamado ¡Tatakae!
*A Eren le pareció bastante interesante y mientras escribías él con su cabeza en tu hombro acercaba en ocasiones su boca en tu mejilla y te daba algunas ideas.
*Terminaste dormida a mitad del segundo capítulo de la historia en el pecho de Eren, no quiso llevarte a la cama, te abrazó y durmieron juntos hasta el nuevo amanecer.
