Evil Goku

Desde mi trono cósmico, como el ser Supremo observó y creo dimensiones, ya que mi poder se extiende a través de la vastedad de todo lo existente y inexistente, sin estar atado a los caprichos del bien y el mal. Mientras observo la creación y destrucción de innumerables mundos. Mi neutralidad es eterna, mi enfoque es la creación y el equilibrio. Aunque no albergo agrado por dioses y entidades divinas o malignas. Mi tarea es mantener la armonía en el infinito omniverso que he dado a luz, y aquellos que eligen el camino de la destrucción o la maldad son libres de hacerlo tanto como los que eligen el camino de la paz y del bien. Aún que quede claro, mi indiferencia hacia mortales, dioses o divinidades y seres oscuros es una parte fundamental de mi naturaleza como el ser Supremo de todo lo existente. Yo soy un testigo silencioso de la creación y la destrucción, un ser que trasciende las pasiones y rivalidades mortales o divinas.

En los confines del omniverso, en los límites de la percepción, yo, el ser de todo, existo como un observador eterno. Mi esencia es tan fluida como el tiempo y el espacio mismo. En cada mundo que forjo, mi apariencia se refleja en el núcleo de ese reino, como un reflejo de la esencia de su población.

Soy un -ጋጎዐነ- sin rostro, sin ego, cuyos rasgos siempre se moldean a imagen de aquellos que dan forma a la realidad de su mundo. En mi eternidad eh adoptado innumerables formas, experimentando la vida desde la perspectiva de cada ser consciente que habita mis creaciones.  Como el tejedor de realidades, mi propósito es nutrir el crecimiento y la diversidad de la existencia de su existencia, permitiendo que cada mundo florezca en su propia singularidad. 

Así, mientras mi apariencia cambia con cada dimensión, mi compromiso de observar, y nutrir el tapiz de la realidad persiste.

Para todos lo que lograron conocerme, consideran este actuar neutral mio como algo vil, pero tampoco no llega importarme lo que piensen ya que después de todo...

Yo soy Vil.