Bien se dice que el amor puede ser frío, ¿pero ¿qué significa frío? Frío como un tempano de hielo quizás, o tan frío como como una noche al desnudo en aquel lago, el lago de Chapultepec, en donde la conocí, esa mirada, cruel e insensible con esos ojos color negro, tan obscuros y vacíos como el cielo mismo, pero que por algún motivo me inquietaban. Si bien no es más que un mito de los jornaleros de Don Agustino Álvarez, pero no podía ser así, no es amor, eso nunca lo he sentido aún por la dama más hermosa de la provincia, es una necesidad, una adicción más fuerte que el mirar los carruajes de noche por la avenida del paseo del Emperador, o que las luces que destilan las estrellas en plena madrugada, esa Dama de color ha causado un profundo impacto en mí. No pueden ser ciertos los rumores, los rumores de que esa mujer no era más que una esclava muerta en un incendio hace 60 años, su encanto era diferente, atrapante, frío y lento como su insípido e imperceptible palpitar, ¿será que no la tendrá porqué está muerta? No lo creo, es imposible, la fría noche era la única que podía conocer lo que iba a hacer y pensaba en ese momento, "tengo que encontrarla", era lo que me gritaban mis morbosos deseos, fue cuando descubrí su secreto, ese maldito secreto que juro por lo más sagrado desearía jamás haber conocido. Antes de revelar este horroroso secreto que me ha orillado a hacer lo que estoy por hacer, se debe saber esta historia.All Rights Reserved