Revés del Destino IX

266 20 0
                                    

Necesitaba saber qué demonios estaba pasando. No podía quedarse simplemente con la duda sobre su prometida o meramente hacerse el de la vista gorda y dejarlo pasar. No quería que la historia de su padre se encarnase en su propia vivencia. No quería una mujer a medias, no quería que sus hijos tuvieran que pasar por la idea de perder a su madre por otro hombre.

Ensilló a Hans, su caballo árabe negro, se montó encima del animal y salió disparado para el hogar Larringtong.  Aquello se terminaba ese día, su prometida hablaría; claro que lo haría. Era él o su amante.

Con el caballo estimulado al galope y la destreza del jinete llegó pronto a su destino. Entró en la propiedad por una entrada lateral.  Pidió al mozo que le dijera alimento y comida a su equino amigo y volvió el rostro hacia el bosque. Estaba a punto de volverse para por fin entrar en la acogedora residencia  cuando escuchó el sonido de los cascos de un caballo golpear contra el césped.

Esperó allí, tratando de que sus ojos de águila le dijeran quién había llegado a la casa de su prometida. De ser el caso, él estaba tan enfurecido que sacaría a patadas a cualquiera que interfiriera con su felicidad y la de Heather.

¡Heather! Observó. Aquella amazona de cabellos de fuego no era nada más y nada menos que su prometida. La joya de su prometida.  Ella le sonrió a la distancia y apresuró el paso de Cher. Se bajó de ella y corrió con una sonrisa luminosa hacia sus brazos.

—Oh, mi amor —susurró—. No te esperaba, querido.

—Lo imagino —cortó con voz dura y enfadada. Heather levantó la vista y observó que sus ojos tenía un cierto brillo de desilusión— ¿Dónde estabas, querida?

—Dando una vuelta por el bosque —sonrió un tanto nerviosa.

—¡No me mientas, Heather! —sus ojos llamearon al instante. ¡Ella no le iba a mentir más!

—No tengo porque, milord —inquirió en defensa sin mirarlo a los ojos. No podía decirle…

—¿Quién es Phillipe D’Pantiur? —interrogó observando cada movimiento nervioso de la mujer — ¿lo conoces?

Ella negó ocultando más la expresión patidifusa de su rostro.

—Esta es tu última oportunidad, querida —la cogió de ambos brazos — ¿Quién es? 

Revés del DestinoWhere stories live. Discover now