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CAPITULO 1

Recorrió el pasillo con una sonrisa en el rostro y la emoción propia de una mujer enamorada. Miró hacia todos los lados al llegar a la esquina, rogando porque nadie apareciera justo en ese momento y la devolviera al efervescente salón donde la orquesta tocaba un fastuoso vals. La adrenalina que estaba recorriendo sus venas junto a sus fluidos la hizo ser un poco más temeraria de lo normal. Jugó a la espía, intentando no ser descubierta por los mafiosos y bandeándose a los guardias de su padre. Sonrió. No sabía si lamentarse o alegrarse de que no hubiera nadie en su camino. La vívida expulsión de adrenalina competía con la educación selectiva para señoritas que había recibido.

El marcador mental estaba empate, pero algo le decía que alguna iba a ganar esta vez. Levantó un poco la falda de su vestido para disponerse a bajar al vuelo la grandiosa escalera de la mansión Larringtong.

Sabía que no debía estar allí, pero no le importaba demasiado. En ese momento se consideraba una rebelde sin causa o con ella. ¿Qué diría su madre, Lady Victoria Larringtong, Duquesa de Wolffurt si supiera lo que estaba haciendo? ¿Si supiera que alguien le había enviado una nota con el pedido de una cita clandestina en medio del jardín Le petit; y lo peor, que ella no había tenido reparos en acceder a aquel encuentro furtivo? Sonrió; aunque sin culpa, atravesando las maravillosas puertas a dos aguas casi al trote.

Al inferno su educación para señoritas selectivas, su noble cuna y la inmaculada reputación de su vestido de satén blanco... Iba a reunirse con el diablo. 

Revés del DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora