Capitulo 3: Un secreto revelado

76 8 0
                                    

POV Japón:

Me desperté en mi casa, aun estaba cansado pero tenía una reunión con la reencarnación de México en tierras latinas, así que rápidamente empaque lo que todo de supervivencia ya que las condiciones que me puso me dicen que me voy a unir a una batalla.

Algunas horas antes le pedí a mi asistente que me cancelara todos mis asuntos hasta nuevo aviso, que usará cualquier excusa (siempre y cuando no sean ridículas) por si alguien preguntara ya que no sabía cuando iba a volver.

Ya tenía todo, ropa ligera (por el calor), impermeable (por si llueve), abrigo (por si hace frío), linterna, cargador solar (para mi celular), baterías (por si acaso), cepillos (dientes y cabello), pasta de dientes, 2 botellas de shampoo, 3 de acondicionador, ropa interior, libros de manga (con traducción y por si me aburro) y mi traje ninja de combate. Solo me faltaba lo más importante.... un arma.

Fui al sótano de mi casa donde tenía un armario de libros, jalé un poco el que decía "Historia de Japón" (yo: en japonés claro) y se abrió el escondite secreto y entre donde guardaba los tesoros de mi padre. Kimonos, abanicos, joyas, etc, etc. Todo lo podía dejar excepto lo que veía en al frente colgado en la pared, la katana de mi padre. Lo tome y lo que saque del bolso protector (yo: no sé cómo se llama) y vi que seguía intacta.

 Lo tome y lo que saque del bolso protector (yo: no sé cómo se llama) y vi que seguía intacta

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Lo volví a guardar y salí. Cerré todo y subí a la sala donde tenía todas mis cosas. Guarde la katana de mi difunto padre en una maleta y saque de la otra mis libros de manga (tengo demasiados si soy honesto) y puse los encima de la katana.

Agarre mis cosas y me fui al aeropuerto que estaba a unas cuantas calles de mi casa. Mexico me había mandado un nuevo email cuando llegue al aeropuerto, decía:

<Hay un cambio de planes. Un soldado mío irá a recogerte, no quiero que nadie sospeche así que si alguien pregunta diles que vas a cualquier país excepto el mío. O lo que sea solo no te delates que lo que estás haciendo es peligroso.

El nombre de mi soldado es Amaité Santiago Huerta, tiene ropa de ejército con un símbolo de águila mexicana en el sombrero de ejército, tiene cabello negro largo trenzado, piel canela oscuro morena y ojos negros como las plumas de un cuervo.

Cuando lo encuentres no vallas hacia el, haz contacto visual y él avanzará cerca de ti. Te dará un papel, léelo y guárdalo (no lo tires). Cuando pasen cinco minutos haz lo que el papel dice.
PD: recuerda eliminar el email.>

Elimine de inmediato el email y me puse a ver por ahí a ver si lo encontraba y me senté. Seguí viendo por ahí discretamente ya que no quería llamar la atención, en este momento agradecí a mi difunto padre por enseñarme todo sobre la discreción y sigilo. Me puse un suéter de gatito y me puse la gorra porque así me siento más nervioso y por que quería lucir los menos sospechoso posible según yo.

Pasaron unas horas y no veía a ese tal Santiago Huerta así que me puse a caminar donde vendían cosas para matar el tiempo y por que me dio hambre. Algunas cosas estaban caras así que debía escoger cuidadosamente que iba a comprar. Termine por ir a un pequeño restaurante de comida rápida y pedí un Miso Ramen para matar el hambre. Luego fui en donde había dulces y souvenirs y pensé "ya que la RDMX no a de saber nada de mi cultura entonces le llevo algo." Algo me decía que el no era mucho de peluches ni nada por el estilo así que compré poquis de chocolate, fresa, te verde y plátano con chocolate. También vi que tenían unos Mochis de chocolate y fresa así que compre eso también.

La reencarnación de México 🇲🇽 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora