capitulo 24

3 0 0
                                    


Empezaron a entrar y se presentaban

- Mauro mi nombre es Mauricio pero todos me dicen mauro

Esa voz me dejó en shock! Levanté la mirada dos lagrimas rodaron por mis mejillas mis ojos se encontraron con los suyos, unos ojos tristes opacos como los míos, no creo que pudiera fingir tristeza y dolor

Sentí un dolor que oprimía mi pecho, no podía contener las lagrimas, verlo otra vez no fue nada fácil, por poco pierdo el equilibrio Sebastián me tomo de los brazos todos se fijaron en mí, incluso el

- Profesor Ana te sientes bien!

Las palabras no me salían, cuatro miradas se cruzaban los únicos que sabían la razón del porque mi dolor

- Yo solo me duele el estomago, es un dolor fuerte

- Profesor te sientes bien para continuar la clase

No pude responder, solo inventaba que me dolía el estomago, pero la verdad el dolor que tenía no se me quitaría con una pastilla , solo queria salir corriendo, ¿Por qué estaba aquí?

- Profesor que alguien la acompañe a tomar aire, si no mejora es mejor que se vaya a la casa

- Sebastián profesor yo la acompaño, si algo la puedo llevar a la casa

Me ayudó a levantar me apoye en su hombro cuándo salía a la puerta levante la mirada me encontré con esos ojos marrones cristalizados que me miraban con profundo dolor

Si en verdad el estuviera con ella, no reflejaría tanto dolor y tristeza en sus ojos, nadie podría mentir porque los ojos son el reflejo del alma

Aunque uno abecés no quisiera hay cosas que no puede ignorar, tarde o temprano tenemos que enfrentar nuestros problemas

Solo quería salir corriendo, sentía desesperación

-Sebastián estas mejor

-Yo quiero irme a casa de María llévame

Me limpiaba las lagrimas con la yema de sus dedos

-Sebastián se que no es fácil volver a verlo después de todo, pero tarde o temprano lo tendrás que enfrentar, como huiras de el, si al parecer ahora estudiara con nosotros, como lo evitaras

El tenía razón, como podía evitarlo

-Yo eso no Losé, en verdad pensé que no sería tan difícil verlo, creí que la herida estaba mas sana pero NO! Sigue igual y duele mucho

-Sebastián créeme que te entiendo mejor que nadie, pero no puedes evitar lo inevitable hermosa

El tenía razón, no podía evadirlo más, tenía qué enfrentar las cosas , había llegado la ora de serrar siclos

Me quedé en silencio, Sebastián trajo una aromática, estaba mas tranquila, decidí regresar a clases

-Profesor ¿como sigues Ana?

-Yo mejor, ya tome algo para el dolor

-Profesor me alegró, les decía a los nuevos que se pongan al día con lo que llevamos hasta ahora, préstale tus notas a mauro para que se ponga al día

-Yo QUE! YO!

-Carlos profesor si quiere yo lo hago

-Profesor le pedí Ana que lo hiciera, es la mas organizada del salón ¿tiene algún problema señorita con la orden qué di?

El destino no podía ser tan cruel, por que yo

-Yo ninguno profesor

El estaba sentado dos puestos a mi izquierda, el profesor le dijo que me buscara en el descanso para que le prestara mis cuadernos lo pusiera al tanto de las clases que llevamos hasta el momento, yo quería evitarlo el destinó se empeñaba en ponerlo en mi camino

Me enamore de un amor que no era míoWhere stories live. Discover now