El Bello Durmiente 💫 - Yeonbin (Adaptación)-

Capítulo 25

25° Libro: Poesías Completas.

"¿Recuerdas que querías ser una Margarita Gautier? Fijo en mi mente tu extraño rostro está, cuando cenamos juntos, en la primera cita, en una noche alegre que nunca volverá."

El fuerte sonido del claxon del autobús lo sacó de su lectura.

Choi Soobin dirigió su mirada hacia el conductor, que al parecer estaba discutiendo con el conductor del automóvil azul que se encontraba al frente, seguramente se había puesto en el camino justo cuando iba a avanzar el autobús.

El pelimorado suspiró y regresó su vista hacia su lectura, era el diario de Choi Yeonjun, mientras que en su regazo se encontraba el siguiente libro.

Soobin estaba dirigiéndose hacia el nuevo departamento de Hueningkai, pues había dicho que se mudaría y cuando todo estuviera listo que los invitaría a comer para celebrar el nuevo departamento, claro que se encontraba algo alejado, pero para Huening estaba bien, pues ahora sería menos de media hora su camino hacia su trabajo.

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22 de Abril 2010.

Tuve una discusión con Soobin, para mi no fue tan fuerte, pero sé que le ha afectado y eso me hace sentir culpable, no me ha dirigido la palabra en todo el día y no me agrada, me hace sentir todo el peso de la culpa sobre mi espalda, estoy escribiendo esto en mi hora del almuerzo, el trabajo a estado algo aburrido, ciertamente por estás zonas no hay muchas personas que quieran comprar algún instrumento musical.

Pero lo que me preocupa es, ¿cómo demonios me disculparé con Soobin? No sé que hacer, tal vez le regale algo, o solamente me paré frente a él y me disculpe, pero no estoy seguro si aceptará mis disculpas, Hueningkai ha notado que no hemos hablado, me ha preguntado a mi lo que ha pasado, pues al parecer Soobin no quiere hablar del tema.

Cuando termine mi turno, lo primero que haré será ir con Soobin y disculparme, pero no sé si le de un regalo para que acepte mis disculpas, supongo que le llevaré unas flores, a él le gustan las flores.

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Soobin dejó de leer y miró que estaba casi cerca de su parada. Cerró el diario y con ambos libros en manos espero a que el autobús se detuviera para poder bajar.

Cuando ya estuvo en su destino, se dispuso a caminar en dirección hacia el nuevo edificio en dónde se encontraba ahora el nuevo departamento de Kai kamal Huening.

Algo había que admitir la zona era muy bonita, las calles estaban limpias, y se podían ver grandes arboles por todo el lugar, Soobin sabía que Hueningkai tiene buenos gustos.

- ¡Soobin! -ese grito hizo que girara sobre sus talones para mirar detrás de él.

Era Hoseok quien lo saludo con una sonrisa mientras se acercaba, Soobin sonrió al verlo.

- ¿Vas con Kai, no?

- Sí, acabo de llegar, me dirijo a su departamento.

- Vamos no puedo esperar a la comida.

Ambos chicos comenzaron a caminar hacia el edificio, según las indicaciones de Hueningkai, quedaba a dos cuadras de la estación de autobús. Hoseok miró que Soobin tenía dos libros en sus manos.

- ¿Qué lees? -pregunto Hoseok.

- Bueno esté es el diario de Yunnie, me dijo que podía leerlo, y esté es el nuevo libro que voy a leer para él.

Soobin le entrego el libro a Hoseok.

- ¿Poesía? Pensé que a Yeonjun no le gustaba, usualmente no le gusta leer poesía a menos que le interesen algunos fragmentos, o se lo dejen en el instituto.

- Pues a veces las personas nos pueden sorprender.

- Te doy la razón -Hoseok le devolvió el libro y buscó algo en los bolsillos de su chaqueta.

Por un momento Soobin tenía en la mente una caja de cigarrillos, pero al ver que Hoseok había sacado un pequeño paquete en forma de cilindro en dónde se leía claramente la palabra "salvavidas" se tranquilizó.

- ¿Aún existen esos dulces? -preguntó Soobin curioso.

- Sí, ¿gustas uno? -Soobin no se negó-. Yeonjun a veces compraba y siempre me ofrecía y lo rechazaba, pero ahora que los pruebo me gustan.

- ¿No los habías probado? Pensé que sí, Yeonjun era quien me regalaba a veces, y algunas veces le robaba un paquete.

Ambos sonrieron ante esos recuerdos, muy buenos recuerdos.

Choi Soobin abrió la puerta despacio, miró que no había nadie y entro a la habitación ciento veintisiete, Yeonjun seguía con los parpados cerrados y con la respiración calmada.

- He llegado -susurró Soobin mirando la puerta detrás de él-. Yeonjun, vine a leerte rápido aunque sea algunos poemas, ya no son horas de visita y estoy aquí, solo espero que la enfermera no me haya pillado.

Soobin estaba consciente de que estaba mal hacer tal cosa, podría leer el día siguiente, pero no quería hacerlo, y es que nunca pensó que la reunión con Hueningkai se hiciera tan larga y tan divertida, que hubiera perdido por completo la noción del tiempo.

- Los chicos te envían saludos, Hueningkai ya tiene nuevo departamento, es muy espacioso, no me creerás pero lo pinto de rosa, dice que se ve genial de ese color rosa pastel y no lo dudo, pero siento que fue algo exagerado -sonrió-. Beomgyu lo estuvo molestando todo el tiempo con eso, Jungkook casi se termina la comida que había preparado Hueningkai, y Taehyun nos dijo que iba a abrir su propia escuela de canto, y eso me emociona, Hoseok ha probado los salvavidas, ¿los recuerdas? Sé que está demás preguntar, pues siempre me has dado muchos.

De nueva cuenta Choi Soobin miró hacia la puerta, con la esperanza de que ningún médico o enfermera entrase y le dijera que se fuera porque ya no eran las horas de visita.

- Bueno, supongo que tengo que leer ahora, antes de que entren y me digan que me vaya. Está vez te leeré en voz baja para que no me escuche nadie más.

"¿Sabes? La poesía no es algo que se me de bien, a veces puedo escribir algo poético, pero no me gusta, a los demás les gusta, pero a mí no me convence del todo, Choi ¿cuándo escribirás algo para mí? Me gustaría leer unas palabras escritas por ti."

- Eres muy insistente, tal vez después -dijo Soobin en voz baja, casi inaudible.

Soobin comenzó a leer "Poesías Completas" de Rubén Dario, para su bello durmiente.