Juegos de Seducción

Capitulo 4; ¿Es eso lo que quieres?

Gabi se levanto temprano en la mañana para salir a correr un poco, le encantaba hacer deporte pero sobre todo le ayudaba a pensar.  Estuvo casi una hora corriendo por la urbanización con su mp4 a todo volumen.  

-Va a ser un día muy largo –Fernando hablaba mientras bajaba por las escaleras del vestíbulo, le había prometido a su padre acompañarle a buscar el regalo para su prometida y el viaje adecuado para la luna de miel.  Aunque el apenas conocía a Melisa, no sabia como podría ayudarle, pero su padre había insistido demasiado.

La puerta de entrada se abrió y tras ella entro Gabriela, vestida con unas mayas azul oscuro y un top negro, que dejaba su ombligo al aire, llevaba el pelo totalmente recogido en una coleta aunque algún que otro mechón se había soltado.  Cerro la puerta tras entrar al vestíbulo y siguió su camino hacia las escaleras, parecía no darse cuenta de que el estaba allí, llevaba los cascos puestos, sin embargo el se percataba de su presencia desde que entro por la puerta.  No podía dejar de mirarla, esas mayas que se ajustaban a sus piernas y el top mucho mas, con un gran escote, sus ojos siguieron la mano de ella que tiro de uno de sus mechones tras la oreja.

De repente Gabi se paro en la escalera, había visto los pies de alguien frente a ella, para después subir con sus ojos y encontrarse con el rostro de Fernando.

-Buenos días –Le saludo sonriente mientras quitaba los auriculares de los oídos -¿Has dormido bien?

-Si –Fernando apretó los labios, parecía que ella supiera de su sueño -¿Has salido ha correr?

-Me relaja –Ella le miro de forma picara –Además es una forma de gastar la energía excesiva que se acumule por la noche.

-¡Gabi! –Ernesto salía del despacho sonriente –Vamos a desayunar ¿Por qué no te unes a nosotros?

-Claro –ella le miro sonriente –Me ducho y enseguida bajo –se giro de nuevo hacia Fernando para hablarle en susurros –Podrías enjabonarme –le guiño un ojo y siguió su camino hacia la habitación.

Fernando se sentó a la mesa del porche frente a su padre y comenzó a tomar su desayuno.

-Hoy vamos a buscar el regalo y a mirar los destinos del viaje, quiero sorprende a Melisa –Ernesto sonrió a su hijo

-Si papa no lo he olvidado, pero no se como pretendes que te ayude, apenas la conozco, pienso que seria mejor que le preguntaras directamente –Fernando comenzó a beber de su taza

-Tienes razón, le pediré a Gabi que nos acompañe –No lo había pensado antes pero ella conocía a su madre a la perfección y sabría como ayudarle

-¿Qué? –Fernando casi se atraganta con su café, no se refería a que le pidiera ayuda a Gabi, lo que menos necesitaba ahora era pasar toda una marñana con ella

-¿Todo bien? –Gabi se sentó junto a Fernando mirándole sonriente

-Perfectamente –fue Ernesto quien hablo mientras la miraba –Mi hijo me acaba de dar la idea de que nos acompañes a elegir un regalo para tu madre y para sorprenderla con nuestro destino de viaje de novios.